Editorial Alaire

Os voy a contar la triste historia del poema
que un día soñó con ser soneto,
pero como no sabía contar sílabas,
se quedó en un triste intento.

Este aborto de poema
–mitad paloma, mitad engendro–,
tuvo una vida tan desdichada,
que se ahogó en sus propios lamentos.

Por no seguir la métrica,
el pobre nació muerto,
y aún la rima le costaba
lo que leer a un tuerto.

El malhadado poema
–despreciado como inútil teorema–,
compartía espacio con otros de su especie,
que poco cariño le tenían por ser tan diferente.

Un día,
al verlos tan galantes
exhibiendo su colas
como pavos reales,
–unos rojos de vergüenza,
otros amarillos de envidia–,
profirió en su presencia:
¡Si yo no merezco una estrella azul,
que baje Dios y lo vea!

Creedme,
esta historia es real,
tan cierta como la cuento.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

Una historia de contenido triste, y de forma bella.

Federico Adolfo Toffoli escribió:Una historia de contenido triste, y de forma bella.

Gracias por ser el único en detenerte y apreciar la belleza de esta fábula-poema sobre un patito feo que algún día será cisne.

Saludos, Federico.

Pero que bueno, original e ingenioso eres.
Me ha encantado este poema Óscar, hasta me ha dado pena el poema.

Un fuerte abrazo amigo

Joan

Tristany Joan Gaspar escribió:Pero que bueno, original e ingenioso eres.
Me ha encantado este poema Óscar, hasta me ha dado pena el poema.

Un fuerte abrazo amigo

Joan

Quería conmover al lector, y parece que contigo al menos lo he conseguido. Es una triste historia, pero algunas historias tristes tienen un final feliz. Ya veremos lo que pasa.

Un abrazo, mi estimado amigo Joan.

bueno, yo soy de los que piensa , que en lo que va contra corriente es donde habita la esencia...un gusto oscar...un abrazo

Jaume vendrell KYUSS escribió:bueno, yo soy de los que piensa , que en lo que va contra corriente es donde habita la esencia...un gusto oscar...un abrazo

Imaginaba que a ti te gustaría este poema. Gracias por comentar, Jaume. Parece mentira, pero incluso para comentar un poema hace falta tener cierto valor.

Un abrazo.

Pues vale, Óscar, el tono irónico es muy adecuado para temas didácticos, y en esta propuesta tuya hay mucho que aprender, sobre todo a ser pacientes, laboriosos y prescindir de la envidia y la vanagloria. Y aunque nunca apareciera una estrella azul, ¡qué más da! La belleza no está hecha de un solo molde y sí de mucha moda.
Salud.

Pues si Oscar, nos alegran las estrellas, pero por encima de ellas está la necesidad de escribir y de compartir. Nos hemos de conformar con lo que somos, aunque nos anime mejorar
Tu poema es original
Un abrazo
Pilar

Eres muy ingenioso Óscar y manejas perfectamente la ironía.

Creo sinceramente que el ser tan polifacético da un carácter especial a tus poemas.

Vamos,que tienes muchas ventanas por donde asomarte.

Felicidades y un abrazo muy cordial.

Julio González Alonso escribió:Pues vale, Óscar, el tono irónico es muy adecuado para temas didácticos, y en esta propuesta tuya hay mucho que aprender, sobre todo a ser pacientes, laboriosos y prescindir de la envidia y la vanagloria. Y aunque nunca apareciera una estrella azul, ¡qué más da! La belleza no está hecha de un solo molde y sí de mucha moda.
Salud.

A decir verdad, la estrella azul ha aparecido. Está sobre mi poema, iluminándolo, y es de un tamaño nunca antes visto: un buen pedrusco caído del cielo. Al final el patito feo se convirtió en cisne, y la historia tuvo un final feliz.

La próxima vez pediré una estrella de seis puntas, o mejor de diez, y mi deseo será concedido.

Saludos, Julio.

Pilar Morte escribió:Pues si Oscar, nos alegran las estrellas, pero por encima de ellas está la necesidad de escribir y de compartir. Nos hemos de conformar con lo que somos, aunque nos anime mejorar
Tu poema es original
Un abrazo
Pilar

Yo estoy muy conforme con lo que soy, aunque reconozco que no sé contar sílabas. Lo siento, pero en el colegio sólo me enseñaron a contar números. Será porque estudié -permíteme la licencia poética- en un colegio público. Luego, en la Universidad, aprendí a hacer transcripciones fonéticas, pero de pura chiripa.

Lo más original de mi poema es que no sea un soneto, y que no siendo un soneto, tenga una estrella, una estrella que yo mismo me he puesto (¿y quién mejor?). Para chulo, mi pirulo.

Saludos, Pilar.

Esta lleno de maravillosos naufragos este jodido mundo.

Salud hermano.

Está muy bien, amigo Óscar, esto de ironizar sobre la incógnita estrella azul (y aún mejor lo de ironizar acerca de la rimbombante forma del soneto).

En realidad, escribir sonetos es, para el noventa y nueve por ciento de los que lo intentamos, precisamente eso, intentar escribirlos, que no conseguir hacerlo. De otro lado, supongo que nadie en su sano juicio puede otorgar más valor a un poema por el mero hecho de estar compuesto en forma de soneto, incluso de soneto perfecto. La poesía es más, ya sabes.

Me gusta cómo has jugado aquí también con la rima, que tras pasar por asonancias y consonancias varias, acaba desvaneciéndose en la brevedad de los versos finales.

Un buen poema.

Un abrazo,

Esteban

Óscar Bartolomé Poy escribió:

Os voy a contar la triste historia del poema
que un día soñó con ser soneto,
pero como no sabía contar sílabas,
se quedó en un triste intento.

Este aborto de poema
–mitad paloma, mitad engendro–,
tuvo una vida tan desdichada,
que se ahogó en sus propios lamentos.

Por no seguir la métrica,
el pobre nació muerto,
y aún la rima le costaba
lo que leer a un tuerto.

El malhadado poema
–despreciado como inútil teorema–,
compartía espacio con otros de su especie,
que poco cariño le tenían por ser tan diferente.

Un día,
al verlos tan galantes
exhibiendo su colas
como pavos reales,
–unos rojos de vergüenza,
otros amarillos de envidia–,
profirió en su presencia:
¡Si yo no merezco una estrella azul,
que baje Dios y lo vea!

Creedme,
esta historia es real,
tan cierta como la cuento.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

Muy bueno, Oscar! Buenísimo!
Y, si en mis manos estuviera, te daría una estrella azul.

Besos, amigo. Siempre es un placer leerte.