Editorial Alaire

La angustia va entrando como un gas letal en mi cuerpo,
llena la bolsa del estómago,
hincha los pulmones.
Los miembros se agarrotan tensos y mi piel arde.
Un hormigueo punzante recorre el cuello, los brazos, la espalda.
Los riñones se contraen.
Respiro cada vez más agitado y jadeo.
El estomago está lleno de ácido.
El miedo se presenta ante mi mirada. Espanto. Fascinación.
El cuerpo reacciona con angustia incapaz de tolerar el afuera,
de dentro han comenzado a surgirlos monstruos que habitan los charcos cenagosos del temor.
Imágenes que recortan mi cuerpo como cuchillos y navajas.
Dientes que desgarran mi carne.
El aire se congela en mi aliento.
El miedo. El frío.

Sube de la Sala de Espera.

En verdad has descrito con exactitud y con palabras la esencia de la angustia y eso no es fácil. Un buen poema que consigue transmitir un sentimiento difícil.
Un abrazo.
J. manuel

Mariano Soto escribió:La angustia va entrando como un gas letal en mi cuerpo,
llena la bolsa del estómago,
hincha los pulmones.
Los miembros se agarrotan tensos y mi piel arde.
Un hormigueo punzante recorre el cuello, los brazos, la espalda.
Los riñones se contraen.
Respiro cada vez más agitado y jadeo.
El estomago está lleno de ácido.
El miedo se presenta ante mi mirada. Espanto. Fascinación.
El cuerpo reacciona con angustia incapaz de tolerar el afuera,
de dentro han comenzado a surgirlos monstruos que habitan los charcos cenagosos del temor.
Imágenes que recortan mi cuerpo como cuchillos y navajas.
Dientes que desgarran mi carne.
El aire se congela en mi aliento.
El miedo. El frío.

Este poema, lo había leído en cuanto lo subiste, y justamente ayer lo estaba recordando, pero sin saber quíen era el autor o cual el título, a pesar de que podía intuírlo.
Es una suerte que la administración lo haya subido. Concuerdo con José Manuel Sáiz, en cuanto a que lograste transmitir muy bien esa sensación. Rescato que el poema, se queda en quien lee y eso, vale y mucho.
Saludos, Luna de Nos.-

Describes muy bién esa angustia que invade el cuerpo. Me gustó leerte
Un abrazo
Pilar