Editorial Alaire

[BLOCKQUOTE][BLOCKQUOTE](A Marta del Castillo.
[BLOCKQUOTE]A todas las Marta que han sido. Son.)[/BLOCKQUOTE][/BLOCKQUOTE]
[/BLOCKQUOTE]

Caigo o emerjo desde mi propio Apocalipsis, vencida por la náusea.
¡Oh, Madre Tierra -clamo- algo de mí me falta! Y desde el suelo,
mientras me contradice la palabra, me crecen brazosRamas, y hojasManos
-mariposas blancas- para cubrir su indefensión desnuda.


(Ella no ha muerto: deshabitó su corazón, y vuela,
pálida, honda, en dirección contraria a lo inhumano.)


Blanca Sandino

Qué preciosa y dolorosa despedida, me emocionó
Muchos aplausos
Un abrazo
Pilar

Tus cuatro líneas cargadas de belleza doliente quedarán en el firme texto del Universo( que todo lo escucha y que poco responde)

La violencia de género y adolescente es una suerte de cáncer que derrota víctimas y escribe con tinta roja en el transcurrir humano.

Gracias, Blanca, por tu sensibilidad que nos redime a todos.

Hallie

Poco que decir, amiga, ya lo dicen todo tus versos.

Tu sensibilidad es la nuestra, tu palabra dice más de lo que cuenta.

Luis Oroz.

Caigo o emerjo desde mi propio Apocalipsis, vencida por la náusea.
¡Oh, Madre Tierra -clamo- algo de mí me falta! Y desde el suelo,
mientras me contradice la palabra, me crecen brazosRamas, y hojasManos
-mariposas blancas- para cubrir su indefensión desnuda.


(Ella no ha muerto: deshabitó su corazón, y vuela,
pálida, honda, en dirección contraria a lo inhumano.)


Me encantó el poema. LLeno de fuerza y tragedia. No podría ser de otra forma. Nunca se dijo algo tan hermoso y grave entre paréntesis.
Poco que decir, mucho que pensar ante cosas que son impensables. No se pueden entender estos crímenes y, sin embargo, ocurren y deben formar parte`, desgraciadamente, de lo que somos.
Un abrazo.

Blanca Sandino,
Es sorprendente, y al mismo tiempo encomiable, que sin conocer a esa pobre chica, le hayas dedicado un poema tan hermoso y delicado, tan sólo un día después de conocerse el fatal desenlace. Sucesos como éste producen una gran conmoción, y nos hacen preguntarnos: ¿en qué momento perdimos la conciencia (inocencia)? El primer castigo que sigue al crimen no debería ser el de las leyes del Estado (el Código Penal), sino el de las leyes de la conciencia y de la ética personal.

Saludos, Blanca. Los dos versos entre paréntesis son muy emotivos.

Blanca Sandino escribió:[BLOCKQUOTE][BLOCKQUOTE](A Marta del Castillo.
[BLOCKQUOTE]A todas las Marta que han sido. Son.)[/BLOCKQUOTE][/BLOCKQUOTE]
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Caigo o emerjo desde mi propio Apocalipsis, vencida por la náusea.
¡Oh, Madre Tierra -clamo- algo de mí me falta! Y desde el suelo,
mientras me contradice la palabra, me crecen brazosRamas, y hojasManos
-mariposas blancas- para cubrir su indefensión desnuda.


(Ella no ha muerto: deshabitó su corazón, y vuela,
pálida, honda, en dirección contraria a lo inhumano.)


Blanca Sandino

Admiro tu capacidad para responder de manera tan pronta a uno de los últimos crímenes de los que tenemos noticia, y hacerlo, además, de manera tan emotiva y diáfana.
Salud.

Impresionante, emotivo.
Un poema grande muy bueno, muy interesante de leer.
Una genialidad.

Un fuerte abrazo

Joan

Gracias, Pilar.

Blanca

Pilar Morte escribió:Qué preciosa y dolorosa despedida, me emocionó
Muchos aplausos
Un abrazo
Pilar

Gracias, Hallie. Hoy es uno de esos días en los que por más que uno se empeñe en encontrar ese bien que, dicen, trae todo mal, no lo consigues. Desde el mismo día que Marta desapareció, no he dejado de recibir e-mails. Yo no la conocía, pero tengo amigos que conocen a sus padres, y a ella. La desolación de su familia y amigos, la angustia que han vivido, y la que, sin duda, viven actualmente los padres que quienes posiblemente sean los responsables, me duele.

Blanca

Hallie Hernández Alfaro escribió:Tus cuatro líneas cargadas de belleza doliente quedarán en el firme texto del Universo( que todo lo escucha y que poco responde)

La violencia de género y adolescente es una suerte de cáncer que derrota víctimas y escribe con tinta roja en el transcurrir humano.

Gracias, Blanca, por tu sensibilidad que nos redime a todos.

Hallie

Gracias, Luis. Gracias por tu compañía.

Blanca

Luis Oroz escribió:Poco que decir, amiga, ya lo dicen todo tus versos.

Tu sensibilidad es la nuestra, tu palabra dice más de lo que cuenta.

Luis Oroz.

A veces, Sergio, es tanta la impotencia que necesitas volver a la tierra, al barro, y renacer. Renacer piedra o árbol o río, o saltamontes; eso da igual, es tanta la verguenza que sientes de pertenecer a la misma especie de aquellos para quienes los demás, y sus vidas, no valen nada.

Gracias. Muchas.

Blanca

Sergio Gómez escribió:Caigo o emerjo desde mi propio Apocalipsis, vencida por la náusea.
¡Oh, Madre Tierra -clamo- algo de mí me falta! Y desde el suelo,
mientras me contradice la palabra, me crecen brazosRamas, y hojasManos
-mariposas blancas- para cubrir su indefensión desnuda.


(Ella no ha muerto: deshabitó su corazón, y vuela,
pálida, honda, en dirección contraria a lo inhumano.)


Me encantó el poema. LLeno de fuerza y tragedia. No podría ser de otra forma. Nunca se dijo algo tan hermoso y grave entre paréntesis.
Poco que decir, mucho que pensar ante cosas que son impensables. No se pueden entender estos crímenes y, sin embargo, ocurren y deben formar parte`, desgraciadamente, de lo que somos.
Un abrazo.

No te sorprendas, Óscar. Marta, no es sólo Marta, es Maria Teresa, es Rocio, es Sonia, es Mari Luz, y por desgracias, tantas otras, y otros.

Esas palabras, unas veces pensadas así, o de otra forma, viviendo dentro de nosotros a lo largo de muchos meses, acaban un día cualquiera, por romper las compuertas que pones, o que pongo yo, por el temor a dejarme llevar por el momento. Es tan fácil, como le decía hace unos días a Pilar, caer en el exceso, que me cuesta mucho escribir sobre ello.
Y no, no conocía a Marta, pero como he dicho en una de mis respuestas, tengo amigos que sí la conocían, y conocen a sus padres, por eso quizá, esta vez no he podido contenerme.

Gracias.

Blanca

Óscar Bartolomé Poy escribió:Blanca Sandino,
Es sorprendente, y al mismo tiempo encomiable, que sin conocer a esa pobre chica, le hayas dedicado un poema tan hermoso y delicado, tan sólo un día después de conocerse el fatal desenlace. Sucesos como éste producen una gran conmoción, y nos hacen preguntarnos: ¿en qué momento perdimos la conciencia (inocencia)? El primer castigo que sigue al crimen no debería ser el de las leyes del Estado (el Código Penal), sino el de las leyes de la conciencia y de la ética personal.

Saludos, Blanca. Los dos versos entre paréntesis son muy emotivos.

Vuelvo a leer tu poema. No hacen falta palabras para sentir el dolor, pero las tuyas nos unen más a todos aquellos que lo viven más cerca. Gracias por este poema
Pilar

Corto pero superemocionante,

Este verso o parte de verso es superior muy superior


Oh, Madre Tierra -clamo- algo de mí me falta!


Muchos bicos