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nadie escarmienta en cabeza ajena

Publicado: Vie, 13 Feb 2009 20:59
por oscar alberdi sainz
En cuanto aprendas a limpiarte el culo
a atarte los zapatos y a partirte la carne
tú solito,
habrá llegado al fin, a ese día que dará inicio
al resto de tu existencia,
esa que te llevara a todas partes
y en la que puede ocurrirte de todo;
y en la que, mi pequeño,
espero tengas el buen juicio
para no acabar pidiendo la hora
y con este regusto a esparto en el paladar
que me seca la boca como si mi existencia
hubiera resultado ser un fraude.
Nadie escarmienta en cabeza ajena
asi que calculo que te encontraras
con mujeres sin brazos o sin pezones en los pechos;
habitaras en el caudal de libros prohibidos
que en cuanto pretendas descubrir respuestas
veras como sus páginas están siempre en blanco.
Si quieres valorar la vida que llevas
no creas que lo es la que envidias,
aprende a establecer un equilibrio
pactando entre el olvido y el recuerdo.
Pero nadie escarmienta en cabeza ajena
y tú como hicimos otros antes
has venido a llevarte la vida por delante
y a salir entre hombros por la puerta grande,
asi, que imagino que más de una noche,
a esas horas en las que hoy ya llevas un buen rato dormido,
tendré que abrirte la puerta
y descubrir en la palidez enfermiza de tu sano rostro
tus ojos extrañamente enrojecidos,
que cuando acierten a crear un mirada
será entre avergonzada y retadora.
Yo, como harás tú
no escarmenté nunca en cabeza ajena
e hice también por vivir mi vida.
De eso hace ya cuarentaitantos
y aun sigo no encontrando las llaves en los bolsillos,
o lo que es peor, sin dar con la cerradura y sin nadie
que termine por abrirme ninguna puerta.

Publicado: Vie, 13 Feb 2009 21:32
por Julio Gonzalez Alonso
Lo he leído, amigo Óscar, con interés y sorpresa en mucho caso. Me ha gustado tu trabajo.
Salud.