Editorial Alaire

Silencio entre los dos, sólo alterado
por ese respirar entrecortado
que en su tensión nerviosa nos delata,
somos un bergantín y una fragata
que al grito de abordaje han encallado.

Un ‘hazte más allá’, y un gesto airado,
hoy alza entre los dos muro de enfado
y nos cuesta decir ‘cuanto lo siento’
sin perder la razón en el intento
de aclarar simplemente que ha pasado.

No sabemos ceder, no soportamos
dar el brazo a torcer, decir que erramos,
que volverá a pasar, que es convivencia,
que más que el perdonar duele la ausencia,
que el muro con amor, lo derribamos.

Estoy en mi rincón y tú en el tuyo,
muy pendientes los dos, porque lo intuyo,
de no perder jamás la compostura,
ni dejarnos llevar por la cordura
de que venza el amor y no el orgullo.



Mario.

Precioso poema Mario.
Me ha gustado mucho leerlo.

Un fuerte abrazo

Joan

Gracias Joan.
Me alegra que te haya gustado el poema. Un placer contactar contigo. Abrazos.
Mario.

Mario Martínez,
El tema que toca este poema me parece muy interesante. No en vano, a ese orgullo que emascula el amor le dediqué, no un poema como tú, sino un relato. Es una lástima que el orgullo se imponga con tanta facilidad a lo que nos pide el corazón, y cuánto nos cuesta pedir un perdón a tiempo. Luego puede ser demasiado tarde. Pienso que la primera estrofa, en especial, te quedó muy bien, con la analogía del bergantín y la fragata. La rima y el ritmo están muy logrados.

Saludos, Mario.

Gracias Óscar

No dejemos que el orgullo pueda más que el amor. Eso suele solucionarse hablando.
Me alegra que te haya gustado. Un abrazo, amigo mío.
Mario.