Editorial Alaire

Concentro mi albor de cada
En rubias manos de seda
Camina mi vista al frente
Con el ritmo de la tierra.
Paredes que nunca subo
Se me plantan descaradas
Contemplando la iracunda
Voz temida en la palabra.

Me paso de lenguas hoy
No sé ya también mañana
Que en el punto de las doce
Ya será la madrugada.
Y en su casa deambulando
Divagué por las cercanas
Pero no sé como apaño
Para nunca hacer diana.

Son las voces despertadas
En la esquina y la mirada
Las que absorben regocijos
Ya tan fácil como el agua.
Yo no anhelo ser bordado
Ni tampoco luz del alba
Mas en esto ya te espero
Que esperando no quedara.

Me ha gustado la consonancia. Es como una caja de madera llena de algodón. Hay una placidez marina, un eco.



He visto las manos rubias, la seda, la esperanza.



Un saludo gentil para ti y hasta otro poema



Rafael

Muchas gracias por tu comentario, Rafael. Soy nueva en el foro y has sido el primero que se ha detenenido a saludar mis versos y después de leerte he de decirte que es un placer recibir ese saludo. Me alegro de que hayas visto las manos, la seda y sobretodo la esperanza, me anoto lo de tu caja de madera llena de algodón.
1 abrazo fuerte!

Buen trabajo, Myriam. Me ha encantado el título.

Ahora mismo voy a prosa poética para comentar tu texto.

Bienllegada seas!

Hallie