Editorial Alaire

Apolo se enamorá
de una ninfa muy hermosa,
por eso la persiguió
de una manera cuantiosa,
y cuando ya la alcanzó,
ella se hizo desdeñosa,
pues tenía un gran temor
de que la hiciera su esposa,
y aparte de todo eso
le quitara alguna cosa,
como su virginidad,
que era, pero muy honrosa.
Por ello se convirtió
en árbol sin ser sabrosa,
para que el dios Apolo
no tocara a la muy sosa.

jejeje, me ha gustado el tono que de humor que le has dado María José, ni que decir tiene que es meritorio hacer poesía jocosa de temas que parecen tan serios, como pueden ser los mitológicos. Un placer leerte.

Abrazos

Sara

Querida María José, he disfrutado de sus versos frescos y juguetones, gracias por compartirlos.
Bendiciones

Maricruz

Muchas gracias por los comentarios recibidos. Animan mucho. Abrazos.
María José