Editorial Alaire

Recuerdos en Sepia

En un lugar, con vista al Mediterráneo, cruzando las barreras que separan dos continentes,
se afincó un náufrago, dueño de mis recuerdos sepia… A ti.

La impecable dicción, suave y pausada,
de aquella onírica voz de su mirada.

El silencio absoluto de tus dulces palabras,
que tanto transmitían cuando apenas callaban.
El susurro indiscreto del vaho entre mis labios,
que traspasa distancias despeñándose al mar.

Conocerme en tu cuerpo,
saciar mi apetito en tus dos rebordes sobrepuestos
y deshacerme del alma penitente,
en pasiones aprendidas de tu nuevo viejo continente.

Empaparme de amor,
de un amor que se agolpe en las caricias.
de un amor infinito, y cristalino
de un amor que sepa a mar…

Cuánto te extraño…

Si bien, antes, para llegar a ti
clamaba por cruzar la acuosa calle azul
nadando entre mis lágrimas;
Ahora, que no estás, o que ya no me amas,
sólo cruzar la calle azul del firmamento,
y ofrecerte el asiento reservado
en este órgano sobrehumanamente visceral
que invariablemente has ocupado.

Disculpa si logro agobiar tu recuerdo,
recordando el agobio,
pero el lápiz insiste en masturbarse
en la libreta neurálgica donde escribo mi tiempo.

Disculpa.

La hierática dicción, hoy agostada,
de una afónica voz, resbala en mi mirada…

Hay partes brillantes, aunque para mi gusto le sobre rima, es culpa mía es obvio, un placer leerte, un abrazo.

MI querida Tristitia, al amor no se le puede atar, hacer nudos y decirle... hasta aquí.
El persigue lograrse, no le gusta morir, porque es vida.
Me he sentido identificada en sus letras poeta, Dios bendiag su corazón

Maricruz

Buen deshaogo , es lo que tiene el amor no se puede pesar en la bascula de la verdad, al menos te queda vida para escribir poesias.

Abrazos fuertes.

Tristitia Marisol escribió:Recuerdos en Sepia

En un lugar, con vista al Mediterráneo, cruzando las barreras que separan dos continentes,
se afincó un náufrago, dueño de mis recuerdos sepia… A ti.

La impecable dicción, suave y pausada,
de aquella onírica voz de su mirada.

El silencio absoluto de tus dulces palabras,
que tanto transmitían cuando apenas callaban.
El susurro indiscreto del vaho entre mis labios,
que traspasa distancias despeñándose al mar.

Conocerme en tu cuerpo,
saciar mi apetito en tus dos rebordes sobrepuestos
y deshacerme del alma penitente,
en pasiones aprendidas de tu nuevo viejo continente.

Empaparme de amor,
de un amor que se aGOLPE en las caricias.
de un amor infinito, y cristalino
de un amor que sepa A MAR…

Cuánto te extraño…

Si bien, antes, para llegar a ti
clamaba por cruzar la acuosa calle azul
nadando entre mis lágrimas;
Ahora, que no estás, o que ya no me amas,
sólo cruzar la calle azul del firmamento,
y ofrecerte el asiento reservado
en este órgano sobrehumanamente visceral
que invariablemente has ocupado.

Disculpa si logro agobiar tu recuerdo,
recordando el agobio,
pero el lápiz insiste en masturbarse
en la libreta neurálgica donde escribo mi tiempo.

Disculpa.

La hierática dicción, hoy agostada,
de una afónica voz, resbala en mi mirada…

Creo que es la primera vez que te leo un poema expresamente dedicado, porque es obvio que todos los poemas de amor o de desamor tienen un destinatario.

En líneas generales, este poema me ha gustado mucho, empezando por la primera estrofa, donde hay una sinestesia implícita en esa locuaz mirada. La segunda estrofa abunda en este sentido, añadiendo el oxímoron de las palabras silenciosas, que hablan más cuando callan.

El oxímoron vuelve a aparecer en la tercera estrofa ("nuevo viejo continente"), aunque es el primer verso el que más me gusta. Conocerse en el cuerpo del ser amado es una idea muy romántica.

Tu poesía se ha enriquecido de figuras retóricas, y prueba de ello es la cuarta estrofa, donde te recreas con dos calambures. El segundo está más logrado e integrado en el contexto del verso y del poema. En cuanto al estilo, yo no usaría las mayúsculas. Es demasiado basto. Un calambur no debe llamar la atención de esa manera, porque es una figura sutil que está para que el lector avisado se dé cuenta.

De ahí al final predominan las metáforas, y una de ellas me parece soberbia, exquisita: "pero el lápiz insiste en masturbarse en la libreta neurálgica donde escribo mi tiempo".

La última estrofa cierra el círculo con el sabor de la nostalgia.

No me cabe duda de que estamos ante uno de tus mejores poemas. Enhorabuena, Marisol. Saludos faetónicos.

Mejora con las nuevas entregas. Aplausos
Un abrazo
Pilar

Ernesto perez escribió:Hay partes brillantes, aunque para mi gusto le sobre rima, es culpa mía es obvio, un placer leerte, un abrazo.

Tienes razón, Ernesto. A mí tampoco me gustan mucho -uno de los defectos de mis escritos, que estoy dejando paulatinamente-.
Gracias por pasar.

Un sentido y nostálgico poema, Tristitia, de una belleza dolorosa. Siempre, un gusto leerte y recorrer tus figuras y sentires.
Un abrazo.

Un poema de amor, añoranza y renuncia...me ha encantado leerte. Saludos.

Tristitia Marisol,

Me da gusto conocer tu poesía, amiga



Un abrazo fuerte

Tristitia Marisol escribió:Recuerdos en Sepia

En un lugar, con vista al Mediterráneo, cruzando las barreras que separan dos continentes,
se afincó un náufrago, dueño de mis recuerdos sepia… A ti.

La impecable dicción, suave y pausada,
de aquella onírica voz de su mirada.

El silencio absoluto de tus dulces palabras,
que tanto transmitían cuando apenas callaban.
El susurro indiscreto del vaho entre mis labios,
que traspasa distancias despeñándose al mar.

Conocerme en tu cuerpo,
saciar mi apetito en tus dos rebordes sobrepuestos
y deshacerme del alma penitente,
en pasiones aprendidas de tu nuevo viejo continente.

Empaparme de amor,
de un amor que se agolpe en las caricias.
de un amor infinito, y cristalino
de un amor que sepa a mar…

Cuánto te extraño…

Si bien, antes, para llegar a ti
clamaba por cruzar la acuosa calle azul
nadando entre mis lágrimas;
Ahora, que no estás, o que ya no me amas,
sólo cruzar la calle azul del firmamento,
y ofrecerte el asiento reservado
en este órgano sobrehumanamente visceral
que invariablemente has ocupado.

Disculpa si logro agobiar tu recuerdo,
recordando el agobio,
pero el lápiz insiste en masturbarse
en la libreta neurálgica donde escribo mi tiempo.

Disculpa.

La hierática dicción, hoy agostada,
de una afónica voz, resbala en mi mirada…

Hermoso, Marisol!
Me gusta la forma en que jugás con opuestos logrando unas metáforas bellísimas.
Siempre es lindo leerte.

Un beso enorme para vos.

Normalmente suelo separar poema y autor; en este caso, la dedicatoria hace presuponer que hay más en común, de lo que suele ser costumbre, entre lo escrito y quien lo escribe. Si es así, felicidades, vives, has vivido una bella historia, no todo el mundo puede decir lo mismo. Si no lo es, felicidades, lo cuentas bien, tanto, que hasta parece real.

Leo en tu respuesta a Ernesto que te estás quitando de las rimas : ), a veces son una adicción, así que... ánimo, o bien vuélvelas a tu favor: intenta ya que tienes facilidad para ellas, escribir, por ejemplo, un soneto.

Un placer.

Blanca

Empaparme de amor,
de un amor que se agolpe en las caricias.
de un amor infinito, y cristalino
de un amor que sepa a mar…

Cuánto te extraño…

María de la Cruz Díaz escribió:MI querida Tristitia, al amor no se le puede atar, hacer nudos y decirle... hasta aquí.
El persigue lograrse, no le gusta morir, porque es vida.
Me he sentido identificada en sus letras poeta, Dios bendiag su corazón

Maricruz

Gracias María de la Cruz por identificarte, creo que a todos nos ha pasado que algún amor imposible se resiste a ser asesinado, aún en la distancia.
Un abrazo.

Joan Port escribió:Buen deshaogo , es lo que tiene el amor no se puede pesar en la bascula de la verdad, al menos te queda vida para escribir poesias.

Abrazos fuertes.

El amor nos lleva a idealizar tantas cosas, que terminamos por creernos sus mentiras. Es lo bonito de él, que logra hacernos creer que existe algo perfecto -aunque no lo sea- en nuestra imperfección.
Gracias por estar, abrazos.