Editorial Alaire

Hay silencios que penden de la cama
como cuelgan podridos o resecos
los frutos de traición, mientras sus ecos
apagan del amor menguada llama.

Hay mentiras que el miedo no proclama
porque teme perderse en recovecos
de adúltero dolor y que sus flecos
alejen para siempre a quien se ama.

Hay certezas que penden como espadas
de afilada inquietud sobre razones
que no hacen del orgullo su medida,

y prefieren verdades ensartadas
a sufrir la abstinencia de emociones
de una sinceridad entrometida.






Mario.

Ya te echaba de menos, Mario. Aplausos. Muchos.

Mi admiración.

Blanca

Mario Martínez escribió: Hay silencios que penden de la cama
como cuelgan podridos o resecos
los frutos de traición, mientras sus ecos
apagan del amor menguada llama.

Hay mentiras que el miedo no proclama
porque teme perderse en recovecos
de adúltero dolor y que sus flecos
alejen para siempre a quien se ama.

Hay certezas que penden como espadas
de afilada inquietud sobre razones
que no hacen del orgullo su medida,

y prefieren verdades ensartadas
a sufrir la abstinencia de emociones
de una sinceridad entrometida.

Mario.

Llego a estos catorce versos de medida y acentuación impecables para constatar que el silencio, la mentira y la certeza ignorada forman parte de muchas vidas en circunstancias diversas donde la sinceridad no es el ejercicio más practicado, lo que nos puede hacer pensar en diferentes causas, pero que todas ponen en entredicho la honestidad y, sobre todo, hacen -a la postre- que la vida no sea una ocasión feliz. Si se trata de la vida en pareja, peor que peor, me temo.
Salud.

Hermoso soneto, querido amigo Mario.
Tu habilidad con el soneto está fuera de toda duda, como demuestras en este durísimo alegato. Verdades como puños para acercarnos la belleza de los poemas clásicos.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Un fuerte abrazo.

Hola Blanca

Ya te echaba de menos, Mario.


Gracias, amiga mía, a veces no se puede llegar a todos los sitios,¡qué más quisiera...!
Me alegra que el soneto te haya gustado. Un abrazo.
Mario.

Hola Julio.

para constatar que el silencio, la mentira y la certeza ignorada forman parte de muchas vidas en circunstancias diversas donde la sinceridad no es el ejercicio más practicado,


Hay quien prefiere vivir en la "ignorancia" antes de perder la tranquilidad que proporciona el no saber según que cosas, amigo mío.
Me alegra mucho que te haya gustado. Un fuerte abrazo.
Mario.

Mario Martínez escribió: Hay silencios que penden de la cama
como cuelgan podridos o resecos
los frutos de traición, mientras sus ecos
apagan del amor menguada llama.

Hay mentiras que el miedo no proclama
porque teme perderse en recovecos
de adúltero dolor y que sus flecos
alejen para siempre a quien se ama.

Hay certezas que penden como espadas
de afilada inquietud sobre razones
que no hacen del orgullo su medida,

y prefieren verdades ensartadas
a sufrir la abstinencia de emociones
de una sinceridad entrometida.






Mario.

...Mario, tú eres medio sabio o sabio entero, por tanto dices cosas en tu buen soneto que son ciertas como puertas cerradas a cal y canto y sin embargo pasamos a través de ellas; somos dioses, Mario, dioses pequeños, muy pequeños; pero tú has compuesto un soneto de primera, compañero; un fuerte abrazo, Orión

Gracias, Rafael.
Soy un cásico sin remedio, amigo mío, ¡qué le vamos a hacer!
Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
Mario.

Un hermoso soneto el que nos ofreces. Un placer pasar por tus letras
Un abrazo
Pilar

Los humanos somos unos bichos cobardes, caballero. Por eso justamente, elegimos siempre el autoengaño.
Las relaciones sentimientales son bastantes difíciles, pero, al parecer no estamos hechos para estar solos. Lamentablemente, a veces esa necesidad la poenmos por encima de la paz y la felicidad (por quimérico que suene), porque -y sobre todo las mujeres- prefieren sostener una relación que tácitamente ya no existe, con tal de verse bien frente al resto. No se bien por qué, pero su poema me recordó eso de alguna manera.
Saludos.
.:Tati:.

Mario Martínez escribió: Hay silencios que penden de la cama
como cuelgan podridos o resecos
los frutos de traición, mientras sus ecos
apagan del amor menguada llama.

Hay mentiras que el miedo no proclama
porque teme perderse en recovecos
de adúltero dolor y que sus flecos
alejen para siempre a quien se ama.

Hay certezas que penden como espadas
de afilada inquietud sobre razones
que no hacen del orgullo su medida,

y prefieren verdades ensartadas
a sufrir la abstinencia de emociones
de una sinceridad entrometida.






Mario.

Estupendo soneto, Mario.

He disfrutado con esta lectura. Un saludo.

Hola Antonio (Orión)
Me suena mucho el nombre puesto entre paréntesis, pero ya disculparás mi despiste si no te ubico, amigo mío.
De todas maneras sí que agradezco tu halagador comentario y me alegra mucho que el soneto te gustara. Un abrazo, compañero.
Mario.

Hola Pilar
Gracias por tu halagador comentario. Un abrazo.
Mario.

Hola Maika

No se bien por qué, pero su poema me recordó eso de alguna manera.


Totalmente de acuerdo, amiga mía, me alegra que te gustase. Un abrazo.
mario.

Gracias, Raúl, me alegra mucho que el soneto te gustara. Un abrazo.
Mario.