Editorial Alaire

Amor es fuerte, fiel y persistente,
sentido tiene su profundo alcance
en esa ansia y angustia permanente
que conlleva su presencia y su lance.

De sus caricias y su brisa suave
deja huellas eternas en el alma,
arrebata y absorbe cuanto cabe,
es contradicción, turbulancia y calma.

Verdadero amor trasciende la existencia,
prosigue al otro lado de esta vida
en un mundo de sueños inmortales.

Más allá va de la débil esencia,
después del momento de la partida
queda en el polvo de los restos mortales.

Hola María José.

Te presentas con un soneto que nos cuenta esa eternidad que sujeta su nombre.
El poema tiene varios versos erróneos en cuanto a medida, la acentuación hace que suene algo forzado, pero creo que son asuntos fáciles de solucionar.

Todo esto lo digo por que el soneto tiene aspecto de querer cuidar esos detalles.

Te doy la bienvenida.
Si quieres que puntualice, en privado o aquí, el tema de acentos y de métrica, no tienes más que pedírmelo, será un placer.
Un saludo, amiga.

Luis Oroz.

No voy a abundar en lo que, acertadamente, te sugiere Luís Oroz. Te diré que me agrada que cada vez haya más gente dispuesta a trabajar la métrica e intente trabajos como este soneto, de idea hermosa y algunos versos muy acertados, como los tres primeros de cada cuarteto, con versos sáficos en el 2º y 4º, lo que le da un ritmo especial y brillante. Lo demás, es corregible -pienso- sin traicionar el espíritu y comprensión del poema. Felicidades, M.José.
Salud.

Estoy de acuerdo con Luis y Julio. Felicidades, María José.


Blanca