Editorial Alaire

El miedo es una hormiga que arrastra con la boca los restos del dolor,
y el poder un gusano que se envuelve
con la seda brillante de sus ácaros.

Un ciempiés se desplaza suavemente
sobre una “franja” extrañamente roja.

Transparente es el cuerpo de los niños luciérnaga
y es opaca la piel de las mentiras
que tejen telarañas sobre el mundo.

Más ruido de metal entre la carne,
más silencio,
más locura consciente,
más escombros…

Hay un Dios tartamudo que gotea
sobre el insecto palo de la muerte.



Luis Oroz.

"Transparente es el cuerpo de los niños luciérnaga"

Impresionante verso, Luis. Y gran poema.

Blanca

Transparente es el cuerpo de los niños luciérnaga
y es opaca la piel de las mentiras
que tejen telarañas sobre el mundo.

Más ruido de metal entre la carne,
más silencio,
más locura consciente,
más escombros…

Luis Oroz.[/quote]

Luis Oroz,

Extraodinario poema... la originalidad
gana



Un abrazo fuerte, maestro

Leo tu poema, Luis, leo la cercanía y lo humano, lo cotidiano de nuestro interno, hay mucho más allá de lo alegórico de las palabras. Tu poema, a mi entender, logra transmitir a través, justamente, de esta suerte de alegoría, y del tratamiento que haces de la imagen y de lo sensible y oscuro de nuestra esencia. El ritmo del poema, en general, me parece que logra estar a la altura de lo que indicas, creando una simbiosis entre fondo y forma. La carga semántica, en todo el poema me parece súper coherente, y uno casi puede oírte y sentirse parte de lo que indicas. A mi entender es un gran poema. Quizás, el primer verso no me logra convencer tanto en la disposición que tiene ahora, que no es la misma que cuando lo dejaste en su momento, y tengo la suerte de haber leído el poema en tu blog, además. Digo lo anterior, porque creo que la rima hormiga - miga, es algo notoria y recarga el primer verso; a mi modo de ver, quizás un sustantivo como "grano" o algún otro, sonaría más rítmico y mantendría su nivel semántico. De todas maneras, pese a lo que te digo, subrayo todo lo que el poema envuelve, conmueve y se hace, no sólo cercano, sino esencial. Un gusto leerte. Felicitaciones.

Un abrazo fraterno, Benjamín.

Luis Oroz escribió:




El miedo es una hormiga que arrastra con la boca las migas del dolor
y el poder un gusano que se envuelve
con la seda brillante de sus ácaros.

Un ciempiés se desplaza suavemente
sobre una “franja” extrañamente roja.

Transparente es el cuerpo de los niños luciérnaga
y es opaca la piel de las mentiras
que tejen telarañas sobre el mundo.

Más ruido de metal entre la carne,
más silencio,
más locura consciente,
más escombros…
Hay un Dios tartamudo que gotea
sobre el insecto palo de la muerte.



Luis Oroz.

Miedo, poder, destrucción, mentiras, muerte... Deus omnia cernit. Estoy enredado en estos versos que parecen escocer sobre la naturaleza humana en las imágenes de los insectos y los dioses equivocados. Me parece un poema demoledor, con una carga crítica sin concesiones en la voz alta, segura y dolida del poeta, del ser humano, que ve -entre otras crueles realidades- cómo las bombas y los tanques arrasan Gaza, cómo arde Bagdad, cómo nos viene la muerte de tan antiguo.
Salud.

Permitidme que responda primero a Benjamín, puesto que voy a editar el primer verso del poema.

Tienes razón, Benjamín, antes el citado verso eran dos, como bien sabes, y al unificarlo la carga fónica se resiente de manera notoria.
Con lo que hago un pequeño cambio que no afecta ni a ritmo, ni a sentido.

Mil gracias por tu honda y sentida respuesta, compañero.
Un placer compartir ese dolor que también reconozco en tu escritura.

Mi abrazo.

"Transparente es el cuerpo de los niños luciérnaga"

Impresionante verso, Luis. Y gran poema.

Blanca

Muchas gracias Blanca.
Ya sabemos que la palabra es blanda, que no está hecha para detener balas...pero la mente es débil y soñar tal vez sea el primer paso hacia la realidad.

Un abrazo gordo, amiga.
Luis Oroz.

"Soñar tal vez sea el primer paso hacia la realidad", pues sí, o tal vez no, pero lo importante es que no te lo callas, y en algún sitio deberá escucharse, quiero creer que de existir y ser omnipotente, querrá escuchar, al menos.

Y ya te lo han dicho todo, así que yo el abrazo y el gusto enorme que ya sabes, querido Luis.

Viví

Hermoso trabajo, querido amigo Luis. Me ha gustado la vocación de condensar, de esencializar en una estética bien argumentada: la alegoría.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Un fuerte abrazo.

Un poema de compromiso, que va más allá de la simple denuncia. La forma de enfocarlo, novedosa, le da un valor añadido, sin contar con la belleza y lo armónico del conjunto, que a mi modo de ver, lo convierte en un trabajo de una calidad lírica fuera de toda duda.

Destaco el final, que me ha gustado especialmente.

"Hay un Dios tartamudo que gotea
sobre el insecto palo de la muerte"

Un placer leerte, un abrazo.

Sara

Un gran gusto leerte Luis. Saludos cordiales.

Luis Oroz escribió:





El miedo es una hormiga que arrastra con la boca los restos del dolor
y el poder un gusano que se envuelve
con la seda brillante de sus ácaros.

Un ciempiés se desplaza suavemente
sobre una “franja” extrañamente roja.

Transparente es el cuerpo de los niños luciérnaga
y es opaca la piel de las mentiras
que tejen telarañas sobre el mundo.

Más ruido de metal entre la carne,
más silencio,
más locura consciente,
más escombros…

Hay un Dios tartamudo que gotea
sobre el insecto palo de la muerte.



Luis Oroz.

"El miedo es una hormiga que arrastra con la boca los restos del dolor". Tremendo. Como tremenda es la locura del hombre.

Un poema excelente, Luis.

Un abrazo.

el final lo has bordado,
es destacable, oportuno y destado todo el poema


aplausos y un fuerte abrazo para ti

.

Excelente. No se te quedó nada en el tintero.
Como ya te lo han dicho todo, me resta sumarme a la admiración.
Saludos cordiales.

Hacía tiempo que no te leía, Luis. Ya no me acordaba de lo excelente poeta que eres. Ya no me acordaba de cuando, en Pura, te dije un día: "cuánto me alegro de poder ser tu amigo" o algo así. Y es que gozar de la amistad de personas de tu capacidad creativa es, para los que pretendemos ser poetas, un privilegio.
Hoy tu poema ha llenado mi pecho de emoción, de esa emoción estética, sutil, noble, etérea. Gracias, Luis.

Un abrazo.