Antes de la montaña

[pedro arguedas ibáñez]

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[Raúl Pozo Madrid]

Dios de los doseles
de las federadas costumbres que hacen palanca en la boca del hombre hasta desdentarle la palabra
con una fea mueca que retorcerá la frente del espejo y será la verdadera frente.
Dios de los cúmulos donde el cielo descansa sus codos desgastados por la fe
por los paisajes arrojados a la tierra en el momento exacto en que la tierra gira y mana la herrumbre
de los polos inmóviles
de las ciudades troqueladas por el subterráneo cincel de los ángeles venideros
ya sin llamas
sin reflejos
como la faz de una bahía donde quedó amarrado un grito
y fue sellada la barca
y arañado el pairo de una carne no manifestada.
Dios del amor que guarda el amor para una búsqueda
dios eco del dios que cierra los halos sobre formas de vaho
sobre alargados ámbitos que pueden recorrerse sin haberlo querido y sólo hoy
que su trazado expone la prolongación de un cráneo hasta una médula exterior
extemporánea
son círculos
o nanas verticales para dormir con vértigo en los miembros extendidos
y al raso de la frecuencia plana y vegetal del código aun antes de ser verde
y página y beso y mano promisoria en la piel de un más allá que sabe a ahora
que ya no rezo
y sólo maldigo.
Dios que me lame el ataúd bien salivado y transparente
como toda palabra que se precie
en contra del lenguaje que pervierte
la letra de lo sido y del no ser.
Dios alcohol y alcoba y florero de flores maniqueas
que van perfumando la conciencia mientras mato
el cuchillo y la flor y la odisea
se pierde agonizando en las orillas de los claustros
donde persona a persona se va colmando el viento de olas y de trigos.
Dios
que vives en los zurrones de los rebaños
y en los ojos desvaídos de la certeza que el rayo esparce y edifica.
Dios
pequeña aldaba para la gran puerta manchada de siglos
yo te digo mi nombre y la verdad del soplo que dio aliento a tu molino
yo
te muestro a la mujer que te negó tres veces antes
de que todas la montañas tuvieran constancia de su materia chata
y más allá de ti.

Es un poema con mucho contenido, Pedro, al que le vendrían bien unas cuantas comas para hacer un poco más tranquila la respiración.
Tiene versos de autentica belleza y está bien elaborado.

Un placer entrar.

[Viví Flores Massares]

Incomparable, sabes, eso es, Mío, lo que yo encuentro aquí. Por eso digo Pollock o Dalí, y no cualquier trazo de tinta que ande por el mundo. Y te amo, ya sabes cómo, pero no por eso, o también, que es Todo, Szev.

NaN

[pedro arguedas ibáñez]

Gracias, Raúl, por tu lectura y por tus palabras. Sí, es una tara grande lo de la puntuación, lo sé, y pido perdón. Sólo espero que nadie salga perjudicado de la lectura ( una apnea o algo así ). Un placer que entraras, abrazos.

[pedro arguedas ibáñez]

Je, joder, cómo te amo, Mía. Besos, preciosa.