Editorial Alaire

Quedan en el recuerdo
hermosas melodías
que acariciaban las noches
mientras dormían los días.

Se fue, nadie sabe dónde,
aquel que acariciaba el teclado
en éxtasis de creación,
no tocaba, él era canción.

En su ausencia, en su presencia,
sigue, copa en mano,
esperando que el piano
le abrace con su encanto.

Mientras, la rosa marchita,
posada en su teclado, espera
recobrar viejas emociones,
espera, broten de nuevo,
bellas canciones.

Se fue, aquel que tejía
una nota, era melodía de la vida;

en el silencio espera
tocar de nuevo la alegría,
ahora marchita.

Quebrada está la rama
de su alma;

sigue, copa en mano,
bebiendo la nostalgia.

Muy nostálgico te veo esta noche..........
Yo, en cambio, estoy dolida, muy dolida............cosa rara en mí, que siempre le doy la vuelta a las cosas para ver el lado bueno...........
Creo que escribiré algo que se llamará "sobreviviré".
Buenas noches,

claudieta cabanyal escribió:Muy nostálgico te veo esta noche..........
Yo, en cambio, estoy dolida, muy dolida............cosa rara en mí, que siempre le doy la vuelta a las cosas para ver el lado bueno...........
Creo que escribiré algo que se llamará "sobreviviré".
Buenas noches,

Este poema lo escribí hace tiempo, pero el sentimiento cuando aquí lo publiqué era el mismo....qué casualidad mi estimada amiga....cuando leí tu comentario tenía en mente escribir un poema con el tíulo sobre-vivir....que por cierto no he hecho...la inspiración brilla por su ausencia....un abrazo Claudieta en esta noche dominical desde Guadalajara...

javi.

Ciertamente a veces también nos toca tocar los dedos de
la alegría... espesa o no!
Un gusto recorrer tu espacio de versos
-angel

Angel Valles escribió:Ciertamente a veces también nos toca tocar los dedos de
la alegría... espesa o no!
Un gusto recorrer tu espacio de versos
-angel

Gracias Ángel por leerme y dejar tu huella en ellos...saludos desde mi refugio.

javi.