Editorial Alaire

La nieve cae con un dulce
blancor de cuento de hadas,
el día ya se oscurece
y queda una gran nevada.
La nieve nos mira, pálida
a través de la ventana
y al ver nuestras tristes caras
pone una cara asombrada.
en el cristal se refleja
su blancor de cuento de hadas
y sobre los tenues rostros,
su linda y tenue mirada.
Cuando una niña se asoma
al envés de la ventana
la nieve refleja en ella
su tierna estampa nevada.
Quieren jugar siempre juntas
la niña y la nieve alada
y pronto se encuentran ya
en el país de las hadas
donde la nieve le enseña
su fría y triste morada. Marisé

Estimada amiga María José:
Hemos subido el presente poema de la Sala de Espera. El poema ''Pena'' lo subiremos mañana , puesto que ahora tienes dos trabajos recién publicados.
Sé bienvenida, compañera.
Un cordial saludo.

Es un poema mágico. Las descripciones de la nieve y el blancor del cuento de hadas me han cautivado.
De sonido melodioso, que se logra gracias a las rimas asonantes que pueblan casi todo el poema.
El verso final que funge de elemento sorpresa le da un giro brillante. Un placer visitarte.

María José Prieto Vázquez,
Es indudable que el poema tiene agilidad, gracias a la rima, pero no sé hasta qué punto esa repetición de palabras y de sintagmas ("blancor de cuento de hadas", "tenue", etc.) le beneficia o si, por el contrario, lo hace redundante. No obstante, doy por hecho que has buscado crear ese efecto. Lo que también me ha gustado es el candor infantil de tu historia versada.

Saludos, María.

Bienvenida, Marisé. Un sonido, muy 'cuajado', a romance, incluso, también, me ha recordado el de alguna canción infantil, que tanto me gustan.

Ha sido un placer leer tu Tarde de nieve. Gracias por compartirla.


Blanca