Editorial Alaire

Arriba
la memoria luce nácar en sedas transparentes,
abajo
la soledad arrastra el llanto nebuloso de los ojos
hasta la cuna helada de las manos.
Se escapan suspiros en caída libre
sobre los hondos silencios de la tarde,
mientras tímidos ladridos de cuernos afilados
estallan sobre el puente de las sienes
para despertar la pena que latía en el olvido.
Qué angustia se desborda cuando silba la noche,
cuando rueda por la frente el sabor de la derrota,
parece que la sangre discurre en un glaciar
arañando con su lengua el cauce de las venas.
Y aunque un miedo felino clave sus zarpas en el pecho,
las ansias de volar jamás podrán frenarse:
siempre habrá un beso que cuelgue de los labios
como bálsamo de amor donde sanen las heridas.
Arriba y abajo,
memoria y soledad en fraternal connivencia
danzando locamente sobre el tapiz donde se desangran los silencios.
*Andros

Me ha gustado 'De arriba a abajo', hay versos realmente bellos, muy afortunados, y estrofas cuyo ritmo hace de la lectura un placer, José Luis, especialmente la parte final:

Qué angustia se desborda cuando silba la noche,
cuando rueda por la frente el sabor de la derrota,
parece que la sangre discurre en un glaciar
arañando con su lengua el cauce de las venas.
Y aunque un miedo felino clave sus zarpas en el pecho,
las ansias de volar jamás podrán frenarse:
siempre habrá un beso que cuelgue de los labios

Blanca

José Luis Preciados Galán escribió:

Arriba
la memoria luce nácar en sedas transparentes,
abajo
la soledad arrastra el llanto nebuloso de los ojos
hasta la cuna helada de las manos.
Se escapan suspiros en caída libre
sobre los hondos silencios de la tarde,
mientras tímidos ladridos de cuernos afilados
estallan sobre el puente de las sienes
para despertar la pena que latía en el olvido.
Qué angustia se desborda cuando silba la noche,
cuando rueda por la frente el sabor de la derrota,
parece que la sangre discurre en un glaciar
arañando con su lengua el cauce de las venas.
Y aunque un miedo felino clave sus zarpas en el pecho,
las ansias de volar jamás podrán frenarse:
siempre habrá un beso que cuelgue de los labios
como bálsamo de amor donde sanen las heridas.
Arriba y abajo,
memoria y soledad en fraternal connivencia
danzando locamente sobre el tapiz donde se desangran los silencios.
*Andros

Yo, por mi parte, me quedo con esos cinco primeros versos, de una gran calidad poética. Arriba queda la memoria y abajo la soledad. Compusiste muy buenas imágenes, tristes, pero muy bellas.

Saludos, José Luis.

Precioso poema para disfrutar. Un placer
Un abrazo
Pilar

Hola Blanca.

Gracias por tu comentario favorable.

Me alegro que te gustase el poema.

Un beso guajín.

Gracias Oscar por tu generoso comentario.

Salud y un abrazo.

Pilar eres muy amable en tu comentario a este poema.

Me alegra que disfrutases con su lectura.

Eso conforta y anima a profundizar cada vez más en los escritos.

Un abrazo cordial.