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MELANCOLÍA DE LA VIDA

Publicado: Sab, 27 Dic 2008 17:01
por Manuel Gonzalez Vales


MELANCOLIA DE LA VIDA


Lejos, el atardecer se escapa.

La lluvia castiga ahora ... y todo sigue como siempre, al menos eso

parece, en medio de la lluvia allí estamos, desamparados ...

Suspendidas quedan las palabras, arañando las paredes de esa

sórdida escenificación cotidiana, donde se arremolinan las hojas

cansadas y los lánguidos días ...

Solo queda el gesto en el vacío de no saber que hacer.

Volverá a llover y apenas seremos historia, tan solo un día más.

Si te asomas un poco, veras lo absurdo entre el ahora y lo que viene,

en esa región desnuda poblada de desencuentros, justificándonos ...

atados a nuestro frágil universo, amurados a un sueño cualquiera,

solos ...

tratando de anudar algún mañana, con algún pretexto para iniciar un

nuevo día, en esas pulidas calles desmemoriadas, en esos pubs de

olvidos ciertos divagando entre la piel agrietada.

Porque no atravesar ese lado que tememos, aunque apenas podamos

desgajar el amor sin que nos salpique el corazón, hay cosas en la vida

que solo se resuelven junto a un cuerpo que se ama.

Tenemos ... unas ganas locas de huir y no sabemos adonde ...

No es posible saber cuando todo enmudece y la vida se ha vuelto una

sórdida esquina, si nos fallo el presentimiento o será que el mercado

nos fue tragando en toda su algarabía, que no supimos vernos, ni

hablarnos entre anuncios de sopas luminosas, promesas, y altavoces

pregonando los últimos saldos de la felicidad.


Hay golpes en la vida, tan fuertes ...

Yo no sé ...

Será que llevaremos inevitablemente un lenguaje podrido que

amarga el paladar y te pone a escupir en mitad de la urgencia,

cuando toda la historia apenas si consiste en decirnos que si,

que nos queremos.

Si te das cuenta, de pronto, la vida es eso, se escurre ...

sus rasgos nos recorren en segundos la cosecha de todos estos

años con ese sabor soñoliento entre los labios.

Te das cuenta, ya no sentimos vergüenza de mirarnos, de bordearnos

con las manos, sentir como tiemblan cuando desenvolvemos sobre

la piel tanta nostalgia acantilada, sentir las estrías del tiempo dibujar

la adolescencia en el recuerdo, la belleza de imaginarse una tierra

cubierta de caricias, sin que se arruguen las fechas en la carne.

Me entristece saber, llegar a comprender ... que tan solo somos un

ápice dentro de la vorágine del tiempo.


Todos los parques tienen olor a espera, abren un respiro fingido,

adornado con árboles en poda, lluvias interminables por donde cada

corazón se tambalea y va dejando huellas de cigarrillos, pisadas sin

amor, restos de soledad sobre los bancos públicos que sin embargo

ofrecen reposo e intimidad, pero cuando nos sacudamos la lluvia, la

tristeza ... tanto polvo del camino y nos devuelvan el brillo de los ojos

que nos robaron, nos asomaremos a la vida.






No parapetados tras los cristales de tantos néctares divinos,

de tanta grandilocuencia ... que el amor se vive poco a poco,

detrás de lo cotidiano, del cepillo de dientes, del potaje en la mesa,

de esas noches placenteras y también de las facturas.

Ah ... se me olvidaba, cada día te quiero un poquito más.


Sabes bien que no podemos parar el cielo entre nuestros brazos,

ni arrancarle la piel a esta espera, si al menos tu lluvia hospitalaria

regase esta tierra de nadie, no es tan fácil amiga mía, abrirse de

piernas en estos espacios desnudos de ternura, sin apenas sentir el

latir sobre la piel, sin una mirada que nos busque, para desnudarnos

para entrar ... saber que existimos, que la ausencia no sea toda

nuestra.

Lo sabes muy bien, nadie se acordará de nosotros, ni siquiera de

estas palabras que siempre quise escribirte, lloviendo entre mis

dedos la tinta con que nos envuelve esta melancolía que sigue el

otoñal rumbo de las hojas,

sabes que es tarde para esperar un poco,

cuantas cosas quedan a medio hacer por el hecho de no perder un

poco más de tiempo,

hay tan pocos posibles en nuestras vidas.












De repente,

nos damos cuenta que los días son puntuales ...


Hoy,

como siempre nos asomamos vagamente a la espera.



NADA.

Publicado: Mié, 07 Ene 2009 17:45
por Sara Castelar Lorca
Me gusta mucho Manuel, en la dureza de la consciencia de tantas y tantas cosas hay una ternura que también se alimenta de nosotros, de todo cuanto perdemos y es en ella donde somos más humanos, más reales y sobre todo más nosotros.

Un abrazo

Sara

Publicado: Jue, 08 Ene 2009 2:43
por Manuel Gonzalez Vales
MELANCOLÍA DE LA VIDA,originalmente es bastante más extenso y es un poemario de 15 poemas que esta escrito en clave de dialogo hacia una amiga, teniamos una situación personal paralela, una separación, me comunicaba con ella a base de poemas en ldonde desgranaba un sentir común,casualidades,. me dio por hacer una narración corta de todo el poemario para presentar a un concurso literario el cual ganó y fue publicado.

re: MELANCOLÍA DE LA VIDA

Publicado: Jue, 08 Ene 2009 19:34
por Alonso de Molina

no podemos parar el cielo entre nuestros brazos,
ni arrancarle la piel a esta espera


de tu extenso poema destaco estos versos
que le leo con agrado


.