Editorial Alaire

Me ha gustado muchísimo este trabajo! El equilibrio de las imágenes que viajan y trasmiten un sinfín de bondades poéticas; el final y la idea de la octava maravilla me han cautivado.

Bienvenido seas!

Saludos con navidad.

Hallie

Sensual y profundo poema amigo,geniales imagenes, saludos de un tal sioux

en libertad escribiendo poesia, abrazos amigo.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Me ha gustado muchísimo este trabajo! El equilibrio de las imágenes que viajan y trasmiten un sinfín de bondades poéticas; el final y la idea de la octava maravilla me han cautivado.

Bienvenido seas!

Saludos con navidad.

Hallie

Gracias Hallie, es un honor el recibirte en mi rincón, Te dejo un besote y abarzos desde mi Tierra argéntica.

Sube de la Sala de Espera.

Te doy la bienvenida con este maravilloso poema lleno de elegante sensualidad
Un abrazo
Pilar

Gracias por este viaje por el mundo que nos regalas con este fantástico poema.
Es realmente una gozada recrearme en estos versos.
y tambien lo es reencontrarme contigo aquí.

Un fuerte abrazo

Joan

Pilar Morte escribió:Te doy la bienvenida con este maravilloso poema lleno de elegante sensualidad
Un abrazo
Pilar

Gracias Pilar, un honor tenerte por acá en mis humildes letras.
besos

Carlos Dormisch,
El poema me ha gustado, con ese mapa mundi del cuerpo que despliegas imbuido de un prístino romanticismo (terminar con la octava maravilla es muy apropiado), pero no acabo de ver nítida la sinestesia, más que como una exacerbación de los sentidos o una suerte de síndrome de Stendhal.

Saludos, Carlos.

Carlos Dormisch escribió:Sinestésico


Era subirme de un salto a los Pirineos

jugando a las escondidas
en los jardines colgantes de tus aros

planeando arrancarte las torres de la boca
y las pirámides de los dedos,
así cruzaba la muralla interminable
que me planteaban tus senos,

nadando en la garganta del diablo
entre tu cuello y tu pecho,

prestidigitándote los huesos,

desmoronándote los Everest.

Me levantaba eterno
en el Teide cremoso de tu pelo,
y los andes ciegos
saltaban la rayuela del viento.

Venías con chocolate cubriéndote los dedos

para dejarme comer las delicias
en directo,
desde tus manos de hierro;

y tus brazos de imantita
se me pegaban a la boca,
como se le pega a Cuyo el Pampero.

Era subirme de un salto al encierro
en el faro de Alejandría,
hundido en la Petra de tu ceño,

era imaginarme que te veía,

que existías
como efímera fiebre del hielo,

en arrebatos de silencio,

para así
poder mis letras convertirte
(a pesar de mis gestos)
en la octava maravilla,

indudablemente del transcurrir del tiempo,


con alma

y

sin dueño.

Me gusta mucho este poema. Mucho mucho mucho!!!
Aplaudo tu talento.
Te dije que me gustó mucho, no?

Besos.

Tristany Joan Gaspar escribió:Gracias por este viaje por el mundo que nos regalas con este fantástico poema.
Es realmente una gozada recrearme en estos versos.
y tambien lo es reencontrarme contigo aquí.

Un fuerte abrazo

Joan

Queridisimo Joan, gracias y disculpas por la lentitud al responder, la verdad es que me pone muy contento tenerte cerca por acá amigo!

Saludos

Bienvenido, amigo Carlos, es un placer tenerte entre nosotros.
Veremos de intercambiar poesía, compañero.
Un cordial saludo.