Editorial Alaire

¿Dónde buscaré la sentencia para decir mi verso?


Cuando la tormenta aprisionaba mi futura palpitación
Hice pedazos la llama de esa elegía demoníaca
Un día me desgarre el corazón
Usurpe las lejanías marinas a mi paz
Cuando todo fue pecado y levedad de parpados
Guarecí palomas blancas en el ocaso amanecido
¡Que flores aquellas primaverales flores de azul!
Glorifique al mundo entero en una musa celestial
Un día me desgarré el corazón
Mi sueño profundizó una pena que me delataba
Frente a la mar de abiertos confines de caracolas doradas
¡Que lechos marinos aquellos del mar que lechos puros!
¿En que sombra guardaré estos recuerdos?
¿Dónde cobijaré mi palabra y aroma de violetas?
Si hay un poeta y un poema del perfume enamorado
¡Que se levanten las damas rosas con sus cabellos eternos!
¿Dónde buscaré la sentencia para decir mi verso?

JAVIER DICENZO

Que un verso nunca muera, ni se lapide sentenciado Javi.... nunca. Mejor que viva, que viva enamorado, aún sin la presencia de quien se sueña. Te sigo bajito, pero te sigo.
Un gran beso Javi.

Alejandra: Alegre de que pases por mi poema. Te deseo feliz navidad.
javier