Vos estás
Publicado: Lun, 15 Dic 2008 15:29
Tras los barrotes de lo cierto,
ensimismado,
se acostumbra mal
el hábito pendiente
de olvidarte.
Se convence de esperar
la escuálida esperanza
del retorno de esa noche,
sorpresiva,
como todas las noches
que evitamos.
Vos estás
en el instante blando
que conmueve la memoria,
estás
con la tierna vigilia
que se quedaba dormida
por intentar quedarse despierta,
con tu balcón con sol de tarde
y con tu junio y julio sin invierno,
con ese beso insostenible
que se esconde en el silencio
y el silencio después del beso
donde el corazón se despilfarra.
Vos estás
en la realidad más cruda
del segundo interminable
que respira impaciencia,
en el ruido casi perpetuo
de un tren que pasa,
en el viaje del párpado
desde la luz hasta la sombra,
y en la sombra de esta celda
que se acostumbra mal
al hábito pendiente
de olvidarte.
ensimismado,
se acostumbra mal
el hábito pendiente
de olvidarte.
Se convence de esperar
la escuálida esperanza
del retorno de esa noche,
sorpresiva,
como todas las noches
que evitamos.
Vos estás
en el instante blando
que conmueve la memoria,
estás
con la tierna vigilia
que se quedaba dormida
por intentar quedarse despierta,
con tu balcón con sol de tarde
y con tu junio y julio sin invierno,
con ese beso insostenible
que se esconde en el silencio
y el silencio después del beso
donde el corazón se despilfarra.
Vos estás
en la realidad más cruda
del segundo interminable
que respira impaciencia,
en el ruido casi perpetuo
de un tren que pasa,
en el viaje del párpado
desde la luz hasta la sombra,
y en la sombra de esta celda
que se acostumbra mal
al hábito pendiente
de olvidarte.