Editorial Alaire

Vivía pegada a los labios de la tierra
sobre el surco donde brota la fatiga,
la frente descuajada mirando siempre adentro
y en sus manos,
en sus manos el brillo del llanto de una espiga
con olor al pan trasvasado de sus penas.
Sólo tenía cincuenta limoneros
y un racimo de sudores en su cuello polvoriento,
de su boca jamás salió una queja
y en sus ojos,
en sus ojos se leían las sufridas pisadas del desprecio.
El látigo del hombre hurtó su pobre hacienda
amasada con la sangre de sus llagas,
puso vómitos de hiel en su camino
pero ella,sin ánimos de guerra,
lanzó un valiente grito desde su matriz callada
poniendo caro precio a la injusticia.
Su inmenso sacrificio no fue estéril:
Otros hombres,llenos de vergüenza,enmendaron el error,
y ella volvió a beber del zumo parido por la tierra.
*Andros

Pues me quedo con esta bella historia donde 50 limoneros lo son todo, sobre todo en cuanto a amor y dignidad.
Salud.

Precioso poema José Luís.
cautivador y encantador.

Mis felicitaciones y un abrazo

Joan

Gracias Julio por tu paso.

Me alegro que te gustase.

Salud.

José Luis Preciados Galán,

Su llamativo título me hizo entrar, y sí una hermosa pieza poética es la respuesta que me encuentro.
Bellisimas imágenes nos regalas en estos cincuenta limoneros. Me voy con el buen sabor poética y una caricia en el alma.
MIs felicitaciones por tan bella obra poética.
Ligia

Un placer tu visita Trystani.

Me alegro que te te gustara el poema.

Gracias.Un abrazo.

Hola Ligia.Encantado que el aroma que desprenden los versos del poema

acariciara tu alma.

Gracias por pasar por mis letras.

Un beso.

Editorial Alaire

Cincuenta limoneros

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