Figuras
Publicado: Jue, 11 Dic 2008 0:47
Retuerce la compasión,
alma sin fin,
vuelve a dar en la vereda
frente a su patio
(encerado)
en la boca de la traición
de la mutua algarabía
por endiablar el amor.
Cuatro pasos anegados,
una mañana incapaz,
las manzanas de la víspera
-pudiste ser héroe menor-
hechizadas las excusas
de unos labios sin sazón,
que en tus manos se estrecharon
por sembrar la alevosía
para tu muerte en mis zapatos,
que tanto tenías razón.
Vuelta el capítulo atrás,
cuatro rayos descruzados
eras suyo,
yo, era suya,
éramos nuestros:
los días, los miedos.
Intérprete del dolor,
como serían las caras
que aventuradas bregaron
por emular la vendimia
de unos besos mal peinados
de unas cuentas más que caras
que se saldarán después.
Fuera la buena expresión,
vos,
vos,
vos,
crucificame en tus faltas
y alterá la grieta menor.
Eras suyo,
yo era suya,
pecado alterno,
gruesa perfidia.
Frente a su patio embrujado,
unas motas de dolor,
sus ojos de mayo,
sus pestañas crudas.
Era él, era yo.
Alguna vez fuimos uno. Para Mariano
alma sin fin,
vuelve a dar en la vereda
frente a su patio
(encerado)
en la boca de la traición
de la mutua algarabía
por endiablar el amor.
Cuatro pasos anegados,
una mañana incapaz,
las manzanas de la víspera
-pudiste ser héroe menor-
hechizadas las excusas
de unos labios sin sazón,
que en tus manos se estrecharon
por sembrar la alevosía
para tu muerte en mis zapatos,
que tanto tenías razón.
Vuelta el capítulo atrás,
cuatro rayos descruzados
eras suyo,
yo, era suya,
éramos nuestros:
los días, los miedos.
Intérprete del dolor,
como serían las caras
que aventuradas bregaron
por emular la vendimia
de unos besos mal peinados
de unas cuentas más que caras
que se saldarán después.
Fuera la buena expresión,
vos,
vos,
vos,
crucificame en tus faltas
y alterá la grieta menor.
Eras suyo,
yo era suya,
pecado alterno,
gruesa perfidia.
Frente a su patio embrujado,
unas motas de dolor,
sus ojos de mayo,
sus pestañas crudas.
Era él, era yo.
Alguna vez fuimos uno. Para Mariano