5:18 a. m.
Publicado: Sab, 27 Dic 2025 10:47
Mientras que una mariposa
no es más que una mancha negra que se agita
contra el soporífero horizonte,
en un espejo imposible se refleja un relámpago,
que tratando de intimidar a la laguna
la baña de luz y ella con destellos lo salpica.
Mientras la lluvia y la brisa producen un lamento,
muy parecido al de las olas cuando tocan la arena
y en lo profundo se convierten
en el canto de las ballenas mudas,
en alguna parte el tiempo cobra sentido,
porque el dolor remueve lo abstracto
y cada segundo se escucha, se siente, se teme,
cuando la sangre que no debió derramarse, cae,
y mientras cae, crece,
y cuando crece, mata.
Mientras un corazón descubre que respirar no es vivir,
y que el miedo necesita oxígeno,
un árbol atestigua que el fuego no sabe crear en silencio,
y llena de colores lo invisible
mientras va dejando tras de sí
los recuerdos esculpidos en ceniza.
El fuego cruje, explota, silba, se lamenta
y grita.
Parece un grupo de estrofas
salpicando espacios, robando tiempo,
agrediendo la belleza obligatoria de un verso
con un soliloquio trasnochado y perdido.
Parece.
no es más que una mancha negra que se agita
contra el soporífero horizonte,
en un espejo imposible se refleja un relámpago,
que tratando de intimidar a la laguna
la baña de luz y ella con destellos lo salpica.
Mientras la lluvia y la brisa producen un lamento,
muy parecido al de las olas cuando tocan la arena
y en lo profundo se convierten
en el canto de las ballenas mudas,
en alguna parte el tiempo cobra sentido,
porque el dolor remueve lo abstracto
y cada segundo se escucha, se siente, se teme,
cuando la sangre que no debió derramarse, cae,
y mientras cae, crece,
y cuando crece, mata.
Mientras un corazón descubre que respirar no es vivir,
y que el miedo necesita oxígeno,
un árbol atestigua que el fuego no sabe crear en silencio,
y llena de colores lo invisible
mientras va dejando tras de sí
los recuerdos esculpidos en ceniza.
El fuego cruje, explota, silba, se lamenta
y grita.
Parece un grupo de estrofas
salpicando espacios, robando tiempo,
agrediendo la belleza obligatoria de un verso
con un soliloquio trasnochado y perdido.
Parece.