Editorial Alaire

XVIII Aniversario de la Academia de Poesía Alaire

Poema colectivo - Cadáver exquisito

Queridos amigos:
Con motivo del XVIII aniversario de la Academia de Poesía Alaire, invitamos a todos los foristas que lo deseen a participar en la creación de un poema colectivo, concebido como un cadáver exquisito, entendido aquí como un espacio de encuentro, juego, afecto y escritura compartida.
Este poema quiere ser un reflejo de lo que somos: una comunidad de voces diversas que dialogan, se escuchan y se acompañan a través de la palabra.

Normas de participación:

-Inicio del poema
El poema será iniciado por Rafel Calle con una estrofa de cuatro versos.

-Cómo participar
Cada forista podrá continuar el poema añadiendo una estrofa de cuatro versos.

-Versificación
Los versos son totalmente libres, sin ataduras métricas ni de rima.

-Turnos de participación
Un forista que ya haya participado podrá volver a hacerlo, pero deberá esperar a que intervengan al menos cinco compañeros después de su participación anterior.

-Tema del poema
El eje del poema será el afecto, la camaradería y las relaciones humanas entre poetas: la amistad, el diálogo, la complicidad, el respeto y la emoción compartida.

-Extensión y cierre
El número total de versos no está limitado.
El poema se dará por concluido cuando la participación decaiga de forma natural o cuando la junta directiva de la Academia considere que es hora de cerrarlo.

Deciros que es una gran satisfacción para los miembros de la Academia de Poesía Alaire que este poema sea un lugar de encuentro, un gesto colectivo, una celebración de la palabra compartida.

Muchas gracias, queridos compañeros, por vuestra participación, hagamos lo posible para que sigamos escribiendo juntos, como llevamos dieciocho años haciéndolo: con libertad, con respeto y con emoción.
Un fuerte abrazo

Comienza un nosotros abierto a las palabras,
una voz que a otra voz reclama
un poema presto a morar en sintonía
para que nadie escriba solo lo que dice.

Y siguen los versos su rumbo de amistad
trazando líneas que vuelan juntas
hasta que al final se llegue
con nuestras voces a coro.

Son versos libres, sinceros
cómplices de confidencias,
unidos por la amistad
y abiertos a compartir…

Y canta el ruiseñor
un himno, junto a las voces
de profunda verdad,
donde el pleno gozo es la lira.

El canto del poeta
parece un ruiseñor que busca compañía.
En su rama nevada aguarda el tiempo
de la complicidad sin artificios.

Acabo de llegar con el empeño
alegre aunque formal, sin ser poeta,
de versos no juntar sin una meta,
porque la poesía es un gran sueño.

Así como para el cielo no existen fronteras
nuestro canto desconoce tapias o vallados:
en verso escribimos sin ponerle marcas de agua
ni colores que impongan una visión.

Vuelan las palabras sin ataduras
y el viento las mece en su reino,
no hay sombras que las aplaque
porque el corazón no tiene fallas.