Editorial Alaire

Horacio O'Clock escribió: ↑Lun, 08 Dic 2025 21:32 Un sueño afilado perfora la vigilia.

La vigilia, retratada por Piranesi
como una escalera, sube y baja
a ninguna parte al mismo tiempo.

El tiempo pasa veloz dejando la estela
de un tren que, inexorable, se dirige
a las fauces de un glotón horizonte.

Al horizonte le desconcierta
que por su asfalto circule un universo
habitado por centauros.

Los centauros esparcen su dantesco semen
por las paredes de las Casas Blancas.

Las Casas Blancas son las puertas de entrada
a las tinieblas que apestan a cada paso
al descender por los nueve círculos
del infierno, que impondrán todos los tiempos
y todos los universos en la tierra.

La tierra está habitada por una amalgama
de apretadas, hormigueantes y exprimidas almas
que cuando respiran, por sus pulmones
desciende la muerte tan callando.

La callada muerte está bordando
su infame lienzo final de incendio,
veneno y puñal, de escorpión, buitre
y serpiente, de bestia rampante
y monstruo chillón, que de buen grado
hará de la tierra un despojo. -¡Cuánta rabia!,
que de llanto se cargan mis ojos.

Mis ojos - envidio a los seres invisibles -
son dos velas encendidas soñando
mordeduras y patíbulos, mas también besos.

Julio Gonzalez Alonso escribió: ↑Lun, 08 Dic 2025 22:54 Poema de fuertes imágenes surrealistas que se van sucediendo de manera encadenada en cada verso conduciéndonos, como un río, hacia el desencanto de un final marcado por la crisis; se percibe la angustia y la desolación y lo trágico e irremediable de la realidad. En lo más profundo de esta caída llega a adivinarse el anhelo por alcanzar a conectar con lo humano de las personas de esta sociedad, pero el tono general es bastante pesimista. El vocabulario es culterano y denso, muy adecuado al tema de esta reflexión compleja y oscura.
Mis felicitaciones. Salud.

Ana Muela Sopeña escribió: ↑Mar, 09 Dic 2025 0:26 Bienvenido al foro, Horacio:

Tu poema es dantesco y apocalíptico. Nos presentas unas visiones de futuro que dan miedo, pero al final hay también algo de esperanza.

Es un buen poema.

Felicidades
Saludos
Ana

Alberto León escribió: ↑Mar, 09 Dic 2025 0:49

Horacio O'Clock escribió: ↑Lun, 08 Dic 2025 21:32 Un sueño afilado perfora la vigilia.

La vigilia, retratada por Piranesi
como una escalera, sube y baja
a ninguna parte al mismo tiempo.

El tiempo pasa veloz dejando la estela
de un tren que, inexorable, se dirige
a las fauces de un glotón horizonte.

Al horizonte le desconcierta
que por su asfalto circule un universo
habitado por centauros.

Los centauros esparcen su dantesco semen
por las paredes de las Casas Blancas.

Las Casas Blancas son las puertas de entrada
a las tinieblas que apestan a cada paso
al descender por los nueve círculos
del infierno, que impondrán todos los tiempos
y todos los universos en la tierra.

La tierra está habitada por una amalgama
de apretadas, hormigueantes y exprimidas almas
que cuando respiran, por sus pulmones
desciende la muerte tan callando.

La callada muerte está bordando
su infame lienzo final de incendio,
veneno y puñal, de escorpión, buitre
y serpiente, de bestia rampante
y monstruo chillón, que de buen grado
hará de la tierra un despojo. -¡Cuánta rabia!,
que de llanto se cargan mis ojos.

Mis ojos - envidio a los seres invisibles -
son dos velas encendidas soñando
mordeduras y patíbulos, mas también besos.

Poeta Horacio:

9 son los círculos del infierno dantesco, y nueve son las estrofas que nos entregas para ir descendiendo... no, ascendiendo, hasta los ojos donde empieza todo de nuevo. La composición de este poema no debió ser fácil, son muchas las imágenes que debieron irse construyendo, muchos los significados que debieron irse hilando. Tanto el número de estrofas del poema, así como el uso de la gradación, contribuyen a dar la sensación de ascenso (o descenso, como quiera verse) que nos envuelve a lo largo de la lectura. Por otra parte, me parece muy interesante que el poema este imbuido de espíritu italiano desde la primera línea. Asi como interesante y encomiable el guiño a Manrique que con su inmortal verso "tan callando", evidenció la principal manera en que llega la muerte. En este poema coinciden dos naciones (Espana e Italia) que en cuestión de poesía siempre han estado hermanadas, no creo que esa coincidencia sea producto de un mero accidente.

Sin duda, este es un poema hecho con una estructura bien meditada. Un gusto conocerte, poeta.

Saludos afectuosos desde Tijuana, Mexico.

Javier Dicenzo escribió: ↑Mar, 09 Dic 2025 1:11 un gusto pasar por tu magno poema, interesantes imàgenes.
javier

Horacio O'Clock escribió: ↑Lun, 08 Dic 2025 21:32 Un sueño afilado perfora la vigilia.

La vigilia, retratada por Piranesi
como una escalera, sube y baja
a ninguna parte al mismo tiempo.

El tiempo pasa veloz dejando la estela
de un tren que, inexorable, se dirige
a las fauces de un glotón horizonte.

Al horizonte le desconcierta
que por su asfalto circule un universo
habitado por centauros.

Los centauros esparcen su dantesco semen
por las paredes de las Casas Blancas.

Las Casas Blancas son las puertas de entrada
a las tinieblas que apestan a cada paso
al descender por los nueve círculos
del infierno, que impondrán todos los tiempos
y todos los universos en la tierra.

La tierra está habitada por una amalgama
de apretadas, hormigueantes y exprimidas almas
que cuando respiran, por sus pulmones
desciende la muerte tan callando.

La callada muerte está bordando
su infame lienzo final de incendio,
veneno y puñal, de escorpión, buitre
y serpiente, de bestia rampante
y monstruo chillón, que de buen grado
hará de la tierra un despojo. -¡Cuánta rabia!,
que de llanto se cargan mis ojos.

Mis ojos - envidio a los seres invisibles -
son dos velas encendidas soñando
mordeduras y patíbulos, mas también besos.