Editorial Alaire

Compraba
poniendo la mirada en anuncios sin brillo.
…Había perdido su centro.

Oh, dopamina, dueña de aceras luminosas,
de heridas del corazón.

Compraba por impulsos, y sus deseos
marcaban la distancia con ráfagas doradas.
Solo un pensamiento, y sus pasos
sentían alas sobre asfalto algodonado.

Oh, dopamina, princesa de segundos vacíos,

La mente vivenciaba el futuro en presente
coloreando en fuego la nada, y dejando
enseres inservibles en cajones cerrados al tiempo.

La dopamina reconocía su cuerpo,
el recorrido de cada arteria.
Daba luz, y se abrazaba a las células
como niño lactando en templados pechos.
Sus ojos lloraban lágrimas de placer, y su respiración inhalaba
fantasmas de recompensa.

Oh, triste materia, basura del pensamiento
donde lo feliz se hace eco del sinsentido más terco,
de ídolos que se reflejan en el rostro.


Un día, la realidad le obligó a vaciar cajones,
a doparse exhalando un mensaje de paz.
Solamente dejó lo servible. Despojó las paredes, armarios
y las luces falsas de su mente.
Se hizo dueña de sí, amanecer auténtico,
reflejo de su verdad.

Fue un año de terapia compartida, hasta regresar
a sus principios, a limpiar la mirada
donde el dolor había colocado velos
de las heridas abiertas.

Qué buen poema, Pilar:

Explicas con precisión quirúrgica la compulsión a las compras. La acumulación de objetos...

Puede ser un problema individual, pero también colectivo.

El final es un rayo de esperanza.

Felicitaciones
Un beso
Ana

Quién vive en la sociedad occidental, y no está o ha estado afectado de una manera u otra por los excesos dopaminérgicos que prometiéndonos el cielo nos envenenan la sangre, es que no ha llegado todavía ahí, pero llegará. Como el final del poema, también se puede salir. Me gustó la intención de tu poema.

A los todopoderosos gestores del sistema capitalista solo les mueve la tasa de ganacia, el máximo beneficio. En su afán depredador no importan los daños colaterales que generan con sus acciones como guerras de exterminio, cambio climático, pandemias y enfermedades físicas y mentales diversas como la que refleja este poema de una forma tan lírica, hermosa y sensible: un TOC muy extendido. provocado por la sociedad capitalista y deshumanizada en la que vivimos.
Un saludo, amiga Pilar, de uno nuevo.

Poetisa Pilar:

Has descrito con precision la sociedad moderna consumista por medio de un verso delicado y exacto. Vivemos en la era no solo de las compras compulsivas, sino también de la adicción a la dopamina. Se han escrito interesantes ensayos sobre ambas cosas, pero ya es hora de que la poesía también las aborde porque son signos de nuestra época. Celebro la composición de este poema.

Un gusto leer poemas que son espejos. Saludos afectuosos.

Amiga Pilar, un placer leerte. Me ha encantado el uso de la dopamina como metáfora de la adición consumista y el placer efímero. Nos sentimos vacíos y queremos llenarlo con el consumo compulsivo, la cárcel de nuestra existencia. En este viaje a través de tus versos nos conduces por ese infierno hasta el despertar de la conciencia y el descubrimiento de lo verdaderamente auténtico. La sociedad -no de ahora, sino de siempre- nos empuja a la búsqueda de la gratificación inmediata y sin esfuerzo, olvidando los valores de la sencillez y la autenticidad para encontrar nuestro equilibrio y la paz.
Un abrazo navideño- Salud.

Ana Muela Sopeña escribió: ↑Lun, 08 Dic 2025 11:59 Qué buen poema, Pilar:

Explicas con precisión quirúrgica la compulsión a las compras. La acumulación de objetos...

Puede ser un problema individual, pero también colectivo.

El final es un rayo de esperanza.

Felicitaciones
Un beso
Ana

Muchas gracias, querida amiga, por dejar tus acertadas palabras. Realmente puede ser un problema general .
Abrazos y salud

El poema es una crítica muy lúcida al consumismo voraz, ese que al final, como enfermedad que es, consume nuestras vidas. La parte final es esperanzadora porque para cualquier problema puede haber salida si recibimos la ayuda necesaria. Me parece un excelente trabajo, te felicito por él y me alegra verte publicando de nuevo. Un fuerte abrazo.

José Manuel Palomares escribió: ↑Lun, 08 Dic 2025 12:32 Quién vive en la sociedad occidental, y no está o ha estado afectado de una manera u otra por los excesos dopaminérgicos que prometiéndonos el cielo nos envenenan la sangre, es que no ha llegado todavía ahí, pero llegará. Como el final del poema, también se puede salir. Me gustó la intención de tu poema.

Tus palabras confirman la intención del poema. Gracias por estar

Horacio O'Clock escribió: ↑Lun, 08 Dic 2025 19:31 A los todopoderosos gestores del sistema capitalista solo les mueve la tasa de ganacia, el máximo beneficio. En su afán depredador no importan los daños colaterales que generan con sus acciones como guerras de exterminio, cambio climático, pandemias y enfermedades físicas y mentales diversas como la que refleja este poema de una forma tan lírica, hermosa y sensible: un TOC muy extendido. provocado por la sociedad capitalista y deshumanizada en la que vivimos.
Un saludo, amiga Pilar, de uno nuevo.

Te agradezco el análisis acertado del fondo del poema.
Un abrazo para ti y salud

La locura del consumismo muy bien destripada, llena de realidad.

Me ha gustado

Un beso, Pilar.

Un poema muy oportuno, querida amiga, en esta temporada de Navidad, cada vez más temprano en su histeria comercial, falsa e innecesaria, un fiel reflejo de la sociedad en la que vivimos.

Todo un placer de lectura.

Un bico grande, y un fuerte abrazo para Luis.