Editorial Alaire

Dolidos por la ausencia, cogemos aire marcando el paso;
por el bosque sombrío, crujen las hojas y ruge el viento
llevando las heridas como estandarte. No hacemos caso;
aunque duela enterrar a los amigos, sin argumento
que alivie el corazón roto, suicida del negro ocaso,
seguimos nuestra marcha con más coraje, por cumplimiento
con el deber profundo de toda vida, por ser acaso
honroso el sacrificio, fuente sublime del sentimiento
que al ascender se entrega, sin contemplar nunca el fracaso.

Celebramos la misa, mientras vivimos, somos memento.

Poeta Raúl:

Debo decir que este poema me dejó por unos minutos ensimismado. Acudieron a mi mente personas que ahora son ausencia, pero que en su momento eran presencia sólida. Vaya manera de hacernos reflexionar, poeta, el sentimiento que manifiestan estos versos lo compartimos quienes debemos "seguir la marcha con coraje".

Un gusto leerte, recibe una abrazo fraterno.

Una elegía muy sentida para todos los que se fueron. Sí, duele enterrar a los amigos. No solo por perderlos sino por tener que lidiar con nuestra propia finitud.

El poema es muy bueno, Raul.

Mi felicitación y...
Un abrazo
Ana