Editorial Alaire

Despojado de mí, sin ambiciones, vivo
la bienaventuranza de amar esta pobreza
que sopla el aire fresco de los días felices
por donde van mis pasos hacia el sol que ilumina.

Completamente absorto, amo las madrugadas
que vienen a mi encuentro; agudizo la mente,
viviendo aquí y ahora, me entrego al porvenir,
llevo en mi corazón la risa contagiosa.

Contemplando el vacío, desecho los embustes
que nublan la razón; despierto a lo real
abriéndome al espacio de la dicha absoluta.

Reinventando caminos, así puedo saber
que mi vida es la infancia más allá de los tiempos,
porque al fin la verdad resplandece en mi rostro.

Reinventando caminos, así puedo saber
que mi vida es la infancia más allá de los tiempos,
porque al fin la verdad resplandece en mi rostro.

Buen escrito, con esta estrofa final que me ha encantado.

Y está llena de verdad.

Un abrazo.

Un poema bien armado y escrito con mesura y pulcritud. Todos llegamos, al fin, a la patria de la infancia. Abrazo y salud.

Muy amable, Alejandro. Gracias por venir.

Abrazos.

Raul Muñoz escribió: ↑Dom, 30 Nov 2025 15:16 Despojado de mí, sin ambiciones, vivo
la bienaventuranza de amar esta pobreza
que sopla el aire fresco de los días felices
por donde van mis pasos hacia el sol que ilumina.

Completamente absorto, amo las madrugadas
que vienen a mi encuentro; agudizo la mente,
viviendo aquí y ahora, me entrego al porvenir,
llevo en mi corazón la risa contagiosa.

Contemplando el vacío, desecho los embustes
que nublan la razón; despierto a lo real
abriéndome al espacio de la dicha absoluta.

Reinventando caminos, así puedo saber
que mi vida es la infancia más allá de los tiempos,
porque al fin la verdad resplandece en mi rostro.

Poeta Raul:

Es imposible no conmoverse con tus sentidos versos. Cada uno de ellos transmite paz, sosiego, como si, en efecto, estuviésemos recibiendo la primera luz y el primer aire de la mañana. Este poema debería leerse cuando las presiones de la vida diaria son tantas que es necesario darse un respiro.

Por otra parte, tu poema me recordó estas maravillosas estrofas de Vida Retirada:

A mí una pobrecilla
mesa, de amable paz bien abastada
me baste; y la vajilla
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme airada.

Y mientras miserable-
mente se están los otros abrasando
con sed insacïable
del no durable mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.

A la sombra tendido,
de yedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.



Creo que cuando un poema moderno tiene la capacidad de traer el recuerdo de versos consagrados, es porque el poeta ha bebido en las fuentes de la mejor poesía creada y, evidentemente, ese es tu caso, poeta Raúl.

Un placer leer tus magníficos sonetos y encontrar coincidencias.

Qué bonito, Raul:

Es un poema precioso. El regreso a la infancia nos permite vivir y contemplar la vida con alegría.

Enhorabuena
Un beso grande
Ana

"Completamente absorto, amo las madrugadas
que vienen a mi encuentro; agudizo la mente,
viviendo aquí y ahora, me entrego al porvenir,
llevo en mi corazón la risa contagiosa"

Me ha gustado mucho, amigo Raúl, esta actitud poética, sabia y valiente ante la vida.

Una grata noticia tenerte de nuevo por aquí.

Un fuerte abrazo.

Añorando la infancia amigo Raul. Preciosos verso. Un abrazo, compañero.

Es un poema tan acertado que nos acoge a todos con esa sonrisa y la ternura de la infancia.
Precioso cierre.
Felicidades y un abrazo, Raúl.

Precioso poema que desemboca en la infancia de la que todos bebimos. Un placer leerte.
Abrazos y salud

Gracias, Julio. Muy amable.

Abrazos

Muy amable, Alberto. Me alegra coincidir, y que dejes aquí estas liras tan bellas de Fray Luis de León.

Toda una alegría.

Abrazos

Gracias, Ana. Muy amable por tu sentida expresión.

Abrazos

Gracias, amigo Ferreiro. Me alegro de encontrarte y compartir de nuevo en el foro. Recuerdos también para tu familia.

Abrazos