Bruja ( A Julio Arroba)
Publicado: Sab, 15 Nov 2025 20:20
Por recordarte que siempre existe un barco hundido, una isla, un refugio, una aventura, un lugar en alguna parte al otro lado del mar, en la línea difusa que mezcla los sueños con el horizonte. La carta esférica, de Perez-Reverte.
En cualquier esquina me paro a imaginar
que las nubes comienzan a cerrarse,
a volverse amenazadoras
por encima de mis hombros.
¿Qué animal salvaje le habrá cedido ese alma que cautivo se encontraba bajo la tentadora mirada de la bruja!
Corriendo por las calles he tropezado, he caído,
he sangrado, he llorado, he maldecido,
pero al final lo he imaginado y yo sola
me he levantado del asfalto.
El loco de la esquina me miraba con gesto burlón,
—medio tenebroso—
sus actos hacían entrever la cordura,
la terrible cordura del loco.
¿Quién lo iba a imaginar?
Dejé que mi alma se creyera el viento por una noche, que mirando las estrellas se olvidara del mundo para vivir junto a tu nobleza.
Continúo imaginando infinidad de cosas
y todas me llevan a lo mismo, a ningún lugar.
Y todas me dicen lo mismo:
Imagina. Bruja, tú puedes:
Imagina,
me recorrí en la imagen
para zambullirme en el hechizo.
Me vertí en tus aguas
para nadarme en la corriente, y
nativa entre las algas
encontré tu alma.
Granos de coral me vistieron.
En el seno marino
me transformé en pez,
en sirena de barro,
en roca de conchas.
Vestida con los abrazos del silencio
para nacer bruja de nuevo.
Y aunque hoy soy la bruja, mañana seguiré leyendo en busca de nuevas aventuras, nuevos protagonistas. Mañana seguiré escuchando música y tratando de que ésta invada mi interior y me haga vibrar. Y mañana seguiré tratando de que nuevas imágenes hagan que afloren en mí sentimientos aletargados.
En cualquier esquina me paro a imaginar
que las nubes comienzan a cerrarse,
a volverse amenazadoras
por encima de mis hombros.
¿Qué animal salvaje le habrá cedido ese alma que cautivo se encontraba bajo la tentadora mirada de la bruja!
Corriendo por las calles he tropezado, he caído,
he sangrado, he llorado, he maldecido,
pero al final lo he imaginado y yo sola
me he levantado del asfalto.
El loco de la esquina me miraba con gesto burlón,
—medio tenebroso—
sus actos hacían entrever la cordura,
la terrible cordura del loco.
¿Quién lo iba a imaginar?
Dejé que mi alma se creyera el viento por una noche, que mirando las estrellas se olvidara del mundo para vivir junto a tu nobleza.
Continúo imaginando infinidad de cosas
y todas me llevan a lo mismo, a ningún lugar.
Y todas me dicen lo mismo:
Imagina. Bruja, tú puedes:
Imagina,
me recorrí en la imagen
para zambullirme en el hechizo.
Me vertí en tus aguas
para nadarme en la corriente, y
nativa entre las algas
encontré tu alma.
Granos de coral me vistieron.
En el seno marino
me transformé en pez,
en sirena de barro,
en roca de conchas.
Vestida con los abrazos del silencio
para nacer bruja de nuevo.
Y aunque hoy soy la bruja, mañana seguiré leyendo en busca de nuevas aventuras, nuevos protagonistas. Mañana seguiré escuchando música y tratando de que ésta invada mi interior y me haga vibrar. Y mañana seguiré tratando de que nuevas imágenes hagan que afloren en mí sentimientos aletargados.