Editorial Alaire

Memo (B.D.P.F.)
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Hoy, no me habléis de amor
de dinero o poder.

Mis ojos ven hoy la vida
como esa hermosa mujer,
que hoy te ofrece sus caricias
y te apuñala después.

Un amigo se debate
entre la vida y la muerte.

Y, me siento tan dolido
tan torpe, tan desvalido,
que llorando como un niño
cuando nadie alcanza a verme,
mi conciencia de revela
y la sangre se me enciende.

Y, quiero gritar... y no puedo
no puedo darle mi fuerza
ni transmitirle mi aliento,
quisiera darle mi sangre
transportarle a otro tiempo,
-cuando los dos, junto al mar-
nos contábamos los sueños.

Sé que estamos de paso
que esta vida, se acaba
más... no tengo consuelo
por que mi amigo, se apaga.

F. Marcos

¡ Qué dulce y qué fuerte este poema, plasmas ese estadio, ese paso con un tremendo dolor que alcanza.
Saludos mediterráneos.

Sentido grito de amistad y dolor.

Lo he sentido recientemente y es imposible de describir.

Buen escrito.

Un abrazo.

La vida te da, la vida te quita, amiga Concha. Y, el sentir tiene dos caras, hermosa y dolorosa. Disfrutemos de los buenos y cálidos momentos, que los malos (por desgracia) llegarán. Que tu bello Mediterráneo siga iluminando tu bella sonrisa. Un abrazo.

Vacíos nos deja la vida, difíciles de rellenar, amigo Alejandro. Y, tan solo nos queda, el seguir y recordar. Un gran abrazo, amigo.

Fernando es un poema que lleva toda la fuerza de la tristeza de hoy.
Pero es parte de la felicidad de entonces, como dijo C.S. Lewis. Es nuestro trato con la vida.
Hemos amado tanto que el dolor es inevitable.
Es un dolor en que nadie que ame está solo.
Ánimo y abrazos.

Tienes razón, amigo Ulises; tanto en el amor como en la tristeza, arropado por "tu gente", nuestro trato con la vida es más llevadero. Me quedo con tu "Hemos amado tanto, que el amor es inevitable". Y, yo digo, "que magia encierra el amor, que alivia el dolor, nuestras miserias y nuestros miedos". Un abrazo, poeta.

Siento, Fernando, que tu amigo esté tan mal y tú (y los demás allegados) también. Son momentos muy terribles donde sentimos impotencia.

El poema llega profundamente al corazón.

Un abrazo
Gracias por compartir
Ana

Te comento, amiga Ana: me resistía a entrar a verle, debido a su estado vegetativo. Tuve que reponerme (me costo) y, en las últimas semanas, todos los días, le afeitaba, haciéndole sentir que siempre estaría con el. Duele, pero nos dejo. El poema, lo escribí en el hospital, recordando esa canción de " algo se muere en el alma, cuando un amigo se va...". Gracias. Eres un cielo.

Siento mucho que ya se haya ido. Os ha dejado a los seres queridos (familia y amigos) huérfanos.

Cuando pasan estas cosas uno no hace más que pensar.

Te dejo un abrazo
Y mis condolencias por la partida de tu amigo
Ana

Siento la muerte de tu amigo. Plasmas muy bien el dolor y la amistad que os unía. Me gustó leerte.
Un abrazo grande

Gracias por tus condolencias, amiga Pilar. Mis mejores deseos para ti, familia y amigos. Un gran abrazo, poeta.

Gracias por compartir este poema. Tiene una hondura muy humana: ese desgarro silencioso de ver sufrir a alguien querido y sentirse impotente. Lo que dices del llanto “cuando nadie alcanza a verme” y de ese deseo imposible de darle la vida de uno mismo… está muy bien logrado. El contraste entre el recuerdo luminoso (“cuando los dos, junto al mar… nos contábamos los sueños”) y el presente lleno de dolor hace que el poema sea aún más vibrante.

Un abrazo.

Gracias por tu comentario, amigo F. Enrique. Momentos tiene la vida, que nos revela lo insignificantes que somos y, que estamos de paso.Un abrazo, campeón.

Bello e intenso el discurso de estos sentidos versos.
Un abrazo.
Pepa