Editorial Alaire

...

Avanzaba la bruma y con ella el amor
desconocido. Ramas, ríos y praderas.

Claro está, no era mi ciudad de diario,
tampoco Yellowstone.

Tal vez soñaba, no lo sé ni me importa,
por qué podría.

Sin embargo, estuve allí, donde fuera;
lugar sereno, oportunamente distinto.
Alejado de los reyes,
alejado de los dioses.

...

Qué gustazo de poema!

Es como desdoblarse en la noche y una parte de ti se va a un lugar maravilloso en plena naturaleza,
sin molestias de ningún tipo, sin necesidades incluso, ni siquiera las fisiológicas o las primarias, ni comer ni beber.
Nada.
Siento incluso que es como volver al origen de los tiempos, involucionar hasta volver al primate.

Convertirse en Jane Goodall en medio de la selva, o incluso en el mismo simio. O en oso.
Volver a la selva y recuperar ese abrazo genuino y primitivo.
Encontrarse con uno mismo y quizás con el amor, con el amor propio.

Un abrazo.

Qué suerte hallar ese refugio ante tanto bullicio que nos rodea. Me gustó leerte.
Un abrazo grande

Qué sensación de Paz transmite tu “sueño” Ignacio.
Tal vez no empeñamos en conseguir esta vida soñada sin darnos cuenta de que la que tenemos es la buena y ¿por qué no?
Los reyes y los dioses también sueñan.
Me ha gustado leerte, gracias y felicidades.

Un abrazo.

He leído este poema y me he quedado pensando.

¿Es, tal vez, el prospecto de una medicina?

Y sí, lo es. Es un calmante que te llena de paz y te nutre de belleza y sosiego.

¡Ojalá supiera dónde está ese lugar!

Muy buenos versos.

Un abrazo.

Buen poema Ignacio, tal como siempre era tu costumbre.

Un abrazo.

Es un poema genial ¡Me encantó! Gracias por compartirlo

Un abrazo

"Sin embargo, estuve allí, donde fuera;
lugar sereno, oportunamente distinto.
Alejado de los reyes,
alejado de los dioses"

Muy bueno, Ignacio. Siempre buscando lugares nuevos para el hecho poético.
La bruma o la imaginaría del amor desconocido, aceptando esa incertidumbre como condición de crecimiento.

La última estrofa nos remarca ese escenario como un lugar de una experiencia íntima y transformadora.

Todo un placer de lectura.

Un fuerte abrazo.

Ignacio Mincholed escribió: ↑Jue, 09 Oct 2025 12:22 ...

Avanzaba la bruma y con ella el amor
desconocido. Ramas, ríos y praderas.

Claro está, no era mi ciudad de diario,
tampoco Yellowstone.

Tal vez soñaba, no lo sé ni me importa,
por qué podría.

Sin embargo, estuve allí, donde fuera;
lugar sereno, oportunamente distinto.
Alejado de los reyes,
alejado de los dioses.

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Antonia, me agrada mucho esta visión que expresas sobre el poema.
Sí, es cierto que el sentido con el que lo hice tiene mucho de primitivo en tanto que quería referirme a sensaciones puras, esas que se viven sin necesidad de que intervenga el pensamiento elaborado; a la percepción de la generosidad, del amor desinteresado cuando entras en la bruma de la confusión y la naturaleza de las personas te ampara, te orienta y te reconoces. El abrazo genuino, como dices.

Gracias por la nota y tus atentas lecturas.

Un abrazo.
Ignacio

Pilar Morte escribió: ↑Jue, 09 Oct 2025 15:42 Qué suerte hallar ese refugio ante tanto bullicio que nos rodea. Me gustó leerte.
Un abrazo grande

Sí, Pilar, siempre algo nos queda para estar.

Gracias, por la nota. Un abrazo.
Ignacio

Un poema breve muy bueno, Ignacio:

Da paz al leerlo. Encontrar esos lugares donde hallas el sosiego y la tranquilidad es una gozada.

Felicidades
Un abrazo
Ana