Editorial Alaire

Una ausencia que no cesa

Desde el primer momento, observaba con angustia la mancha producida por tu ausencia que crecía y crecía, se
expandía a lo largo de mi ser. Mi pregunta era: ¿Y ahora quien va a cuidar de mi?
Cuando observo la descomposición de las leyes naturales sigo la retórica de hacerme preguntas sin respuestas,
entre todas hay una sobresaliente, ¿y ahora qué?

Es como navegar en un dique seco y buscar entre las nubes cargadas de oscuridad e insatisfacción. Igual
también te busco en cualquiera de los muchos lugares inhóspitos.
A veces me, entre muchas, he encontrado t mirada, pero tu mirada me decía: ¿Tú que haces aquí?
Te quería tanto que buscaba tu presencia siguiéndote por doquier.

Allí donde ibas mi deseo era abrigarte pero tu odiabas el calor.
Intentando dar forma a la fotografía siempre con tu sonrisa amable y mirada cariñosa dependiendo del momento.
Toda versión es estática y acumula el polvo que después limpiarán mis lágrimas con su riego diario.
Mi deseo de cuidarte y quererte, no puede materializarse y, en su disolución se ha llevado mi perpetua
pregunta irresoluble.
¿Y ahora quien cuidará de nosotros?

Qué triste es el poema pero qué hermoso es el amor que muestran sus sentidos versos. Me gustó mucho.
Un abrazo grande, querida Carmen.

Bellísimos versos donde el amor es un sufrimiento constante y sangra a cada golpe de ausencia.

Es muy elegante, Carmen.

Me ha gustado mucho.

Un beso.

Hola Pilar
Gracias por tu comentario. Un abrazo

Hola Alejandro
Me ha encantado leer que te ha gustado mucho.
Gracias

Un poema sobre la ausencia delicado, elegante, de corte confesional, Carmen:

El vacío de la ausencia ya no puede ser llenado por la persona que se fue. Únicamente puede ser llenado por otras personas. Aunque no es lo mismo, por supuesto.

¿Y qué solución hay a la ausencia? Yo no lo sé, solo la vida tiene, quizás, alguna respuesta escondida en su insondable misterio.

Un beso grande
Ana

Un gusto leer este poema que reflexiona sobre la ausencia del ser querido y el desasosiego que produce su pérdida. Un abrazo, Carmen.

La ausencia convertida en pregunta que no cesa, que no puede callar, pregunta por una vida entera, no puede responderse, ni deja instrucciones de uso, pregunta que no cesa pero no puede, ni quiere olvidar.

"Cuando observo la descomposición de las leyes naturales sigo la retórica de hacerme preguntas sin respuestas,
entre todas hay una sobresaliente, ¿y ahora qué?"

Muy bueno el poema.

Me ha gustado tu escrito, Carmen, tiene interesantes reflexiones.

Un abrazo.

Hola Ana
Me ha encantado tu comentario hecho con tanto ca
riño.
Gracias y un abrazo muy fuerte

Hola Ramón
Gracias por tu comentario y tu referencia al desasosiego. Es tan real!!!

Hola José Manuel
Gracias por estar comentario y la referencia certera
de las preguntas que aunque sepamos sin respuesta no podemos ni queremos obviar.
Un abrazo

Hola F Enrique
Es agradable.que descubras reflexiones, supongo wue interesantes en el.
Un abrazo