Klein's blues
Publicado: Vie, 19 Sep 2025 15:02
"Oh, horas felices, disparadme de nuevo:"
(Siri Hutsvedt)
El caballo desciende por la avenida ancha,
vierte el sudor, galopa, vacía el celo
que lo empuja más allá. La ciudad es un uadi
que los hombres quieren y la ley sirve.
Todo lo oculta el ojo que se ha cerrado
pero podría, abierto, ver en lo real,
si lo real no fuera ese artificio al que advenimos
entre dolores de parto: son los días suaves
con los seres ciegos. Decimos, el equino
corre, se excita, goza; pero un yo
desea, aunque se corrompa a menudo al cabo.
Ved esa virgen ahí, desnudo el pecho
para que el nacido viva: en la penumbra
que toda claridad oculta babean las bocas lúbricas,
los ojos supurantes de los que espían a Susana
siempre, Pasa el bruto. ¿Cual? En el silencio,
la virgen pregunta si debía de haber nacido bruto
para que la dejaran gozar y correr y aspirar
cuanto aire quisiera, en vez de ser sólo
el junco que ha de doblegarse al feroz poseer ajeno,
incluso si se inviste, éste, del azul de Klein.
.
(Siri Hutsvedt)
El caballo desciende por la avenida ancha,
vierte el sudor, galopa, vacía el celo
que lo empuja más allá. La ciudad es un uadi
que los hombres quieren y la ley sirve.
Todo lo oculta el ojo que se ha cerrado
pero podría, abierto, ver en lo real,
si lo real no fuera ese artificio al que advenimos
entre dolores de parto: son los días suaves
con los seres ciegos. Decimos, el equino
corre, se excita, goza; pero un yo
desea, aunque se corrompa a menudo al cabo.
Ved esa virgen ahí, desnudo el pecho
para que el nacido viva: en la penumbra
que toda claridad oculta babean las bocas lúbricas,
los ojos supurantes de los que espían a Susana
siempre, Pasa el bruto. ¿Cual? En el silencio,
la virgen pregunta si debía de haber nacido bruto
para que la dejaran gozar y correr y aspirar
cuanto aire quisiera, en vez de ser sólo
el junco que ha de doblegarse al feroz poseer ajeno,
incluso si se inviste, éste, del azul de Klein.
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