Una ventana a la vida
Publicado: Vie, 19 Sep 2025 10:31
Una ventana a la vida
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Una hoja de papel en blanco, sobre una desvencijada mesa de ordenador, me observa. La miro, me mira, me espera y... se desespera.
¡Vamos, empieza ya!
-Coge el bolígrafo de una vez, y empieza a escribir (si recuerdas como se usa, que tiene tinta y no se teclea, ¡he!).
-Vamos, se buen chico y, acaba con mi blanco inmaculado, que ya estoy harta de ser "virgen"; estrújate el coco y asómbrame con tu verborrea de andar por casa-.
Llegado a este punto, quisiera exponer y comentar a los lectores que así lo deseen, que la vida para mí es un compendio de momentos, situaciones y ocasiones, que pueden cambiar tu forma de sentir y disfrutar, recordando en el tiempo esas pequeñas anécdota, simples y sencillas que recordaras siempre, con mucho cariño, como os describo a continuación:
Corría el año 1958 (ya, ha llovido) cuando, con mis quince primaveras, recién estrenadas, y con el desparpajo y sabiduría de la vida de un chaval de seis años (de los de ahora), hacía un recorrido habitual por mi barrio, regresando con mucha prisa a mi casa, a la hora de la comida; cuando, de improviso y de forma totalmente fortuita, al doblar la esquina de la calle, coincidí bruscamente (de frente) con una joven, dando lugar a una situación bastante llamativa (no puedo decir incómoda, ya que para mí, fue maravillosa), dado que me encontré (instintivamente) asido a sus inolvidables pechos, con la única explicación por porte de ambos de, un ¡Ha! y un ¡Ho! respectivamente, con el consiguiente rubor al mirarnos a los ojos, y seguir nuestros caminos si osar mirar hacia tras (al menos por mi parte, ella, no lo sé).
He de confesar que, esos pocos segundos de mi primera experiencia y contacto, con una mujer (aun cuando fuera fortuito) me dejó marcado, agradecido y, enamorado de por vida, de todas y cada una de las Musas que pueblan la tierra.
"Querida amiga desconocida, sin proponértelo, abriste para mí, una ventana a la vida, a los sueños y... al amor. Espero y deseo que, sea muy feliz. Gracias."
F. Marcos
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Una hoja de papel en blanco, sobre una desvencijada mesa de ordenador, me observa. La miro, me mira, me espera y... se desespera.
¡Vamos, empieza ya!
-Coge el bolígrafo de una vez, y empieza a escribir (si recuerdas como se usa, que tiene tinta y no se teclea, ¡he!).
-Vamos, se buen chico y, acaba con mi blanco inmaculado, que ya estoy harta de ser "virgen"; estrújate el coco y asómbrame con tu verborrea de andar por casa-.
Llegado a este punto, quisiera exponer y comentar a los lectores que así lo deseen, que la vida para mí es un compendio de momentos, situaciones y ocasiones, que pueden cambiar tu forma de sentir y disfrutar, recordando en el tiempo esas pequeñas anécdota, simples y sencillas que recordaras siempre, con mucho cariño, como os describo a continuación:
Corría el año 1958 (ya, ha llovido) cuando, con mis quince primaveras, recién estrenadas, y con el desparpajo y sabiduría de la vida de un chaval de seis años (de los de ahora), hacía un recorrido habitual por mi barrio, regresando con mucha prisa a mi casa, a la hora de la comida; cuando, de improviso y de forma totalmente fortuita, al doblar la esquina de la calle, coincidí bruscamente (de frente) con una joven, dando lugar a una situación bastante llamativa (no puedo decir incómoda, ya que para mí, fue maravillosa), dado que me encontré (instintivamente) asido a sus inolvidables pechos, con la única explicación por porte de ambos de, un ¡Ha! y un ¡Ho! respectivamente, con el consiguiente rubor al mirarnos a los ojos, y seguir nuestros caminos si osar mirar hacia tras (al menos por mi parte, ella, no lo sé).
He de confesar que, esos pocos segundos de mi primera experiencia y contacto, con una mujer (aun cuando fuera fortuito) me dejó marcado, agradecido y, enamorado de por vida, de todas y cada una de las Musas que pueblan la tierra.
"Querida amiga desconocida, sin proponértelo, abriste para mí, una ventana a la vida, a los sueños y... al amor. Espero y deseo que, sea muy feliz. Gracias."
F. Marcos