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Muerte soñada
Publicado: Dom, 07 Sep 2025 23:39
por Alejandro Costa
Ese misterio soy, y se siente viejo,
que en ramas calla el tiempo en un espejo;
soy ese sentir que añora aquel invierno
cuando no entiende algún discurso eterno.
Las sombras solo duermen el reflejo,
las locuras de un alma lento y añejo
y el envés de la vida es puro infierno
cuando el sufrir es llama, fuego interno.
Son dolores del alma que no moran,
epítetos que amagan cuando lloran,
saber lo que ellos sienten en penumbra,
sin jamás entender que nada alumbra.
El mal es genocidio ante los que oran,
es el culto de amar sin bien que añoran,
la refulgente flor que no relumbra,
y el insaciable vicio que deslumbra.
Son de misterio piel fría y dormida,
el dolor interior de la partida,
no existe cielo, no que se acobarde
al morir esa piel que amó el cobarde.
Yo no soy aquel a quien siempre imaginas,
yo no soy fuego, brasa ni ceniza,
solo soy de la hoguera, polvo en ruinas,
que este mundo cruel hiere y esclaviza.
Ha muerto toda vida y hasta el deseo,
el amor y la paz tan ultrajada,
no tengo nada y nada yo poseo,
que me llene de paz, muerte soñada.
Re: Muerte soñada
Publicado: Lun, 08 Sep 2025 11:19
por Marisa Peral
Alejandro Costa escribió: ↑Dom, 07 Sep 2025 23:39
Ese misterio soy, y se siente viejo,
que en ramas calla el tiempo en un espejo;
soy ese sentir que añora aquel invierno
cuando no entiende algún discurso eterno.
Las sombras solo duermen el reflejo,
las locuras de un alma lento y añejo
y el envés de la vida es puro infierno
cuando el sufrir es llama, fuego interno.
Son dolores del alma que no moran,
epítetos que amagan cuando lloran,
saber lo que ellos sienten en penumbra,
sin jamás entender que nada alumbra.
El mal es genocidio ante los que oran,
es el culto de amar sin bien que añoran,
la refulgente flor que no relumbra,
y el insaciable vicio que deslumbra.
Son de misterio piel fría y dormida,
el dolor interior de la partida,
no existe cielo, no que se acobarde
al morir esa piel que amó el cobarde.
Yo no soy aquel a quien siempre imaginas,
yo no soy fuego, brasa ni ceniza,
solo soy de la hoguera, polvo en ruinas,
que este mundo cruel hiere y esclaviza.
Ha muerto toda vida y hasta el deseo,
el amor y la paz tan ultrajada,
no tengo nada y nada yo poseo,
que me llene de paz, muerte soñada.
Querido Alejandro, sabes que la métrica está reñida conmigo pero hoy, me llevo el cero de estos endecasílabos, tristes, dolientes y atormentados que dejan a la luz tu buen hacer poético.
Te envío mi felicitación con un abrazo enorme y, también, un beso.
Re: Muerte soñada
Publicado: Lun, 08 Sep 2025 16:28
por Pilar Morte
Pienso que es una forma muy tuya de escribir, no cómo estás. Eres muy positivo e intentas buscar el camino de la resurrección. No obstante, el poema es bueno. Y tiene imágenes que llegan al corazón.
Me gustaron tus versos.
Un abrazo grande y salud
Re: Muerte soñada
Publicado: Lun, 08 Sep 2025 18:26
por Ramón Carballal
Buenos versos existenciales y trascendentes. Siempre dejas alta la bandera de la calidad. Felicidades y un abrazo.
Re: Muerte soñada
Publicado: Lun, 08 Sep 2025 19:50
por Ramón Castro Méndez
Un doliente poema, donde los tonos grises tienen luz propia. Me ha gustado. Enhorabuena.
Un fuerte abrazo.
Re: Muerte soñada
Publicado: Lun, 08 Sep 2025 20:07
por Rafael Elias Huerta
Un poema muy pulcro y doliente, que nos hace ver que aún en la zozobra, cuando se tiene el Don de las letras, se suaviza el dilema y la tristeza con la belleza de las mismas.
Excelente poema
Que tengas una feliz tarde
Un abrazo
Siempre, Rafael.
Re: Muerte soñada
Publicado: Vie, 12 Sep 2025 13:38
por Alejandro Costa
Marisa Peral escribió: ↑Lun, 08 Sep 2025 11:19
Alejandro Costa escribió: ↑Dom, 07 Sep 2025 23:39
Ese misterio soy, y se siente viejo,
que en ramas calla el tiempo en un espejo;
soy ese sentir que añora aquel invierno
cuando no entiende algún discurso eterno.
Las sombras solo duermen el reflejo,
las locuras de un alma lento y añejo
y el envés de la vida es puro infierno
cuando el sufrir es llama, fuego interno.
Son dolores del alma que no moran,
epítetos que amagan cuando lloran,
saber lo que ellos sienten en penumbra,
sin jamás entender que nada alumbra.
El mal es genocidio ante los que oran,
es el culto de amar sin bien que añoran,
la refulgente flor que no relumbra,
y el insaciable vicio que deslumbra.
Son de misterio piel fría y dormida,
el dolor interior de la partida,
no existe cielo, no que se acobarde
al morir esa piel que amó el cobarde.
Yo no soy aquel a quien siempre imaginas,
yo no soy fuego, brasa ni ceniza,
solo soy de la hoguera, polvo en ruinas,
que este mundo cruel hiere y esclaviza.
Ha muerto toda vida y hasta el deseo,
el amor y la paz tan ultrajada,
no tengo nada y nada yo poseo,
que me llene de paz, muerte soñada.
Querido Alejandro, sabes que la métrica está reñida conmigo pero hoy, me llevo el cero de estos endecasílabos, tristes, dolientes y atormentados que dejan a la luz tu buen hacer poético.
Te envío mi felicitación con un abrazo enorme y, también, un beso.
La métrica es muy dificil, querida Marisa.
No sé si estarán bien o si tendrán defectos, seguro que sí, pues a mi también me cuestan.
Pero siempre me ha gustado experimentar, y ahora, que la vejez en modo de jubilación me lo permite, me he abierto a muchas cosas que siempre me han gustado, pero que antes no las podía hacer por carecer de tiempo.
Al margen de ello, te agradezco las cariñosas palabras que siempre me dedicas.
Un beso.