Carta abierta a un hombre que fue poseído por una IA
Publicado: Mar, 19 Ago 2025 18:42
...
Afectuosamente:
Recuerda que eres del pueblo de tus padres,
no provienes de una mina de silicio ni Silicon Valley te pilla cerca,
recuerda que hiciste la primera comunión vestido de almirante,
pero no lo eres y el frikismo se contagia;
recuerda que no eres geek ni sabes cómo funciona un transistor,
recuerda, recuerda que no estudiaste en Stanford
ni Villaviciosa es un lugar plagado de vicios.
Recuerda que Minglanillas no es Houston ni Tony Leblanc pisó la Luna.
Ten paciencia, recuerda que el padre Karras se jubiló y ya no practica exorcismos,
pero hay métodos sencillos para sacar de tu mente la obsesión:
pasea temprano después de amanecer,
haz flexiones,
juega a la pelota vasca,
al dómino o al julepe,
lee El Quijote o a Marcial Lafuente Estefanía;
pero no a Marcial, excitará tus neuronas tempranas y querrás emular a HAL 9000.
Recuerda tu nombre, repítelo en voz alta mirando a la pared,
no te llamas Géminis 4, ni Alpha Pi, ni Nexus GT Rally 2000.
No te expongas a estímulos luminosos intensos
ni a música electrónica estridente,
procura mantenerte en absoluto silencio hablado y, sobre todo, escrito.
Recuerda a Susana Estrada, te dará una dimensión de la realidad humana,
pero no mires a señoritas plastificadas tripulantes de naves espaciales.
Recuerda que Víctor Mature era un hombre de carne y hueso
que tiraba columnas de cartón, pero no por eso se creía Sansón.
Mantente hidratado,
aléjate de vitrocerámicas de inducción y subestaciones eléctricas.
Aléjate de internet,
y dile a un amigo íntimo que te cambie las contraseñas de los dispositivos,
que no te las diga, que solo te las entregue cuando aprecie claramente
una mejoría sustancial de tu obsesión.
Se lo agradecerás con el tiempo, aunque lo odies temporalmente.
Así, poco a poco, podrás volver a pensar, a escribir y reconocerte.
Estas recomendaciones las leí en el manual interactivo: No nos confundamos,
de la «Asociación Mundial de IIAA para la Salvaguarda del Pensamiento Humano».
Ten paciencia, tienen que funcionar con toda seguridad.
En último extremo, si ves que no se te pasa en unos meses, haz como Sabina,
evita el humo de los clubs, reduce la velocidad, ve a la farmacia y pregunta:
señorita, por favor, ¿tienen pastillas para no soñar?
A la espera de tu mejoría, recibe un cordial saludo de C-3PO.
…
Afectuosamente:
Recuerda que eres del pueblo de tus padres,
no provienes de una mina de silicio ni Silicon Valley te pilla cerca,
recuerda que hiciste la primera comunión vestido de almirante,
pero no lo eres y el frikismo se contagia;
recuerda que no eres geek ni sabes cómo funciona un transistor,
recuerda, recuerda que no estudiaste en Stanford
ni Villaviciosa es un lugar plagado de vicios.
Recuerda que Minglanillas no es Houston ni Tony Leblanc pisó la Luna.
Ten paciencia, recuerda que el padre Karras se jubiló y ya no practica exorcismos,
pero hay métodos sencillos para sacar de tu mente la obsesión:
pasea temprano después de amanecer,
haz flexiones,
juega a la pelota vasca,
al dómino o al julepe,
lee El Quijote o a Marcial Lafuente Estefanía;
pero no a Marcial, excitará tus neuronas tempranas y querrás emular a HAL 9000.
Recuerda tu nombre, repítelo en voz alta mirando a la pared,
no te llamas Géminis 4, ni Alpha Pi, ni Nexus GT Rally 2000.
No te expongas a estímulos luminosos intensos
ni a música electrónica estridente,
procura mantenerte en absoluto silencio hablado y, sobre todo, escrito.
Recuerda a Susana Estrada, te dará una dimensión de la realidad humana,
pero no mires a señoritas plastificadas tripulantes de naves espaciales.
Recuerda que Víctor Mature era un hombre de carne y hueso
que tiraba columnas de cartón, pero no por eso se creía Sansón.
Mantente hidratado,
aléjate de vitrocerámicas de inducción y subestaciones eléctricas.
Aléjate de internet,
y dile a un amigo íntimo que te cambie las contraseñas de los dispositivos,
que no te las diga, que solo te las entregue cuando aprecie claramente
una mejoría sustancial de tu obsesión.
Se lo agradecerás con el tiempo, aunque lo odies temporalmente.
Así, poco a poco, podrás volver a pensar, a escribir y reconocerte.
Estas recomendaciones las leí en el manual interactivo: No nos confundamos,
de la «Asociación Mundial de IIAA para la Salvaguarda del Pensamiento Humano».
Ten paciencia, tienen que funcionar con toda seguridad.
En último extremo, si ves que no se te pasa en unos meses, haz como Sabina,
evita el humo de los clubs, reduce la velocidad, ve a la farmacia y pregunta:
señorita, por favor, ¿tienen pastillas para no soñar?
A la espera de tu mejoría, recibe un cordial saludo de C-3PO.
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