Editorial Alaire

Bendita seas, tapa misteriosa,
pues con solo un bocado ya has comido,
deleitando del gourmet el buen sentido,
mas no al hambre que apremia rigurosa.
¡Platillos de Madrid, gilda gloriosa!
Podrás con el palillo repulido
hurgar entre los dientes convencido
de haber quedado allí prendida cosa!
Y el pincho de Bilbao ya es un milagro,
pues cuesta lo que el oro una minucia
aunque no tenga estrella el plato magro.
No sé si eres cocina o solo argucia,
mas pidiendo otra más ya me avinagro,
que los euros se van y el hambre acucia.

¡Buenísimo, Pacual!
Grande y muy graciosa verdad sobre una cosa tan pequeña.
Una sola vez, hace como quince años, comí unas tapas, y ni me acuerdo cómo eran, pero sí, me acuerdo, que no saciaban a una hormiga; y al pincho aquel ni lo conozco pero asumo que será la misma "argucia".
Como siempre, se le pega a uno la musicalidad de tus versos.
Mi fraterno abrazo.

Lisandro

PD: Sacame, por favor, de mi ignorancia de argentino. ¿Qué es una gilda?

Muy original y divertido este soneto que nos dejas.

Y encima está lleno de verdades.

Me ha gustado.

Un abrazo.

Muchas gracias, a mis colegas y amigos del foro, Lisandro y Alejandro.
Lisandro, la gilda es un sencillo pincho o banderilla española, que se puede encontrar en cualquier bar, y que nació en el siglo XX en los años de la famosa película protagonizada por la bella y genial Rita Hayworth. Consiste en una o dos aceitunas, una guindilla o piparra encurtida y anchoa en aceite ensartados por un palillo. Últimamente, se ha pretendido modernizar por algunos chefs y cocineros.