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Otra postal de invierno

Publicado: Jue, 24 Jul 2025 23:13
por Ramón Castro Méndez
Hicimos de la tarde otra postal de invierno,
cristal lacerado, oscura punta de flecha.

Como un último autobús o un clamor de perseidas
tú, duende, o voz en la radio vagabas
por la melancólica geografía de un jueves lluvioso,
pasabas bajo la sombra a solas de un volcán
dibujando pájaros sobre pentagramas,
escribiendo sobre flores muertas y noches sin dormir.

Soñando con espejos en el atardecer de libélulas,
con palabras como huellas, con menhires grabados
de golondrinas en relieve, con atlantes que llevan
en su espalda tatuados paisajes y nombres de brisas marinas.

Cuando venga a caer el sol sobre tus ojos, te coronará
un orfeón de espumas, brillarán con más luz las estrellas
del destierro, caerán sobre tus labios los besos del alba
como bosques de párpados mudos, se leerán los oráculos
hasta ahora ciegos, sonarán con alegría las campanas en los barcos.

Cuando me vaya. Si, cuando haya de irme llevaré conmigo
tu nombre y con él también el de los barcos.

Re: Otra postal de invierno

Publicado: Vie, 25 Jul 2025 1:10
por Alejandro Costa
Muy bueno, Ramón.

Me ha gustado todo el escrito, pero en especial, ese final tan limpio y a la vez tan misterioso.

Me gusta cómo lo haces.

Un abrazo, compañero.

Re: Otra postal de invierno

Publicado: Vie, 25 Jul 2025 8:19
por Pilar Morte
Muy lírico y hermoso poema. Para disfrutar poesía y deleitarse en ese logrado final. Felicidades.
Abrazos y salud

Re: Otra postal de invierno

Publicado: Vie, 25 Jul 2025 9:20
por José M. F. Febles
Ramón Castro Méndez escribió: Jue, 24 Jul 2025 23:13 Hicimos de la tarde otra postal de invierno,
cristal lacerado, oscura punta de flecha.

Como un último autobús o un clamor de perseidas
tú, duende, o voz en la radio vagabas
por la melancólica geografía de un jueves lluvioso,
pasabas bajo la sombra a solas de un volcán
dibujando pájaros sobre pentagramas,
escribiendo sobre flores muertas y noches sin dormir.

Soñando con espejos en el atardecer de libélulas,
con palabras como huellas, con menhires grabados
de golondrinas en relieve, con atlantes que llevan
en su espalda tatuados paisajes y nombres de brisas marinas.

Cuando venga a caer el sol sobre tus ojos, te coronará
un orfeón de espumas, brillarán con más luz las estrellas
del destierro, caerán sobre tus labios los besos del alba
como bosques de párpados mudos, se leerán los oráculos
hasta ahora ciegos, sonarán con alegría las campanas en los barcos.

Cuando me vaya. Si, cuando haya de irme llevaré conmigo
tu nombre y con él también el de los barcos.



Amigo, honras el Foro con la diversidad de temas poético que lo ilustran.
Un excelente poema que, aún con la baja visión, que padezco, he leído para satisfacer la ansiedad que, bajo el tema con que lo desarrilas, es extraordinario.

Recibe un abrazo. y mi sincera felicitación, desde la soledad de mi isla..

José Manuel Febles.

on

Re: Otra postal de invierno

Publicado: Vie, 25 Jul 2025 11:56
por Ana García
Vaya carga de bellas imágenes que lleva este poema.
Comienzas fuerte en los dos primeros versos con la original idea del cristal lacerado y la oscuridad de la flecha.
Qué bueno es el resto , con esas flores muertas sobre un pentagrama de lluvia.
Y sigue con tantas imágenes que me hacen soñar. Es pura música para mis ojos.
Te felicito y te doy las gracias con un fuerte abrazo.

Re: Otra postal de invierno

Publicado: Vie, 25 Jul 2025 15:16
por Armilo Brotón
Ramón Castro Méndez escribió: Jue, 24 Jul 2025 23:13 cristal lacerado, oscura punta de flecha.
Cuando me vaya. Si, cuando haya de irme llevaré conmigo
tu nombre y con él también el de los barcos.
Imagen
Otra postal de invierno, como otra lanza en el costado de la lírica, para supurar miel de brezo de Lapuela.
Estimado Frodimir, bro querido del alma, monje/recto de cianotipia Hegeliana, inspirador de los mejores cuánticos del Corumelo, luchador incansable en este frenopático que es el devenir histórico, conspirador en los bosques de Asturias desde donde nuestro admirado Pelayo deshizo el entuerto de la duda: sólo es posible la fe.
Leemos con mucho agrado, sobre todo elPrior, que hayas adoptado como modelo de vida a San Sebastián, uno de nuestros principales postulantes en el Corumelo. Nunca cejes en el intento, la mortificación de la carne es la sublimación del deseo carnal que nos aleja de Dios nuestro Señor. La dulzura de tus versos nos recuerda a la mística de san Juan que también ejerció de lego un tiempo en el Corumelo antes de hacerse devoto de la regla de Santa Teresa, la andadora.
Bueno, todo se andará por los caminos de Dios que llevan indefectiblemente a Roma. Ya el Papito León nos ha llamado para el próximo Concilio.
Abrazototote y bendiciones.

Re: Otra postal de invierno

Publicado: Vie, 25 Jul 2025 17:32
por Marisa Peral
Ramón Castro Méndez escribió: Jue, 24 Jul 2025 23:13 Hicimos de la tarde otra postal de invierno,
cristal lacerado, oscura punta de flecha.

Como un último autobús o un clamor de perseidas
tú, duende, o voz en la radio vagabas
por la melancólica geografía de un jueves lluvioso,
pasabas bajo la sombra a solas de un volcán
dibujando pájaros sobre pentagramas,
escribiendo sobre flores muertas y noches sin dormir.

Soñando con espejos en el atardecer de libélulas,
con palabras como huellas, con menhires grabados
de golondrinas en relieve, con atlantes que llevan
en su espalda tatuados paisajes y nombres de brisas marinas.

Cuando venga a caer el sol sobre tus ojos, te coronará
un orfeón de espumas, brillarán con más luz las estrellas
del destierro, caerán sobre tus labios los besos del alba
como bosques de párpados mudos, se leerán los oráculos
hasta ahora ciegos, sonarán con alegría las campanas en los barcos.

Cuando me vaya. Si, cuando haya de irme llevaré conmigo
tu nombre y con él también el de los barcos.
Otro poema que merece muchas lecturas, destaco en esta primera las dos últimas estrofas.
Me ha gustado mucho, Ramón.

Un abrazo muy fuerte.

Re: Otra postal de invierno

Publicado: Dom, 27 Jul 2025 18:57
por Hallie Hernández Alfaro
El congelado sentido de la intemperie, fija y salada, hunde sus brazos en la estación de los haberes asumidos.
La belleza campa a sus anchas por el postal trayecto; el poema evoca y trasciende, defiende y confiesa.

Gracias por estar, amigo.
Abrazos.