Editorial Alaire

Crece la noche, caen tantas manos,
el sordo inmaterial de las guitarras
entre la valentía
y las voces.
Hay sílabas que sangran,
himnos como pequeños huérfanos
vagando en la miseria.
Hay un cordel gritando la desdicha,
zumbidos de palomas,
úlceras que desangran al país
y el largo desalojo de tu nombre.
Lloro tu rastro como a Víctor.
Duele en mi corazón
la infancia de tus ojos,
el suelo paternal de los carruajes
y el silencio, Fernando, clavando sus astillas.

España abre su vértebra y el pulso,
el último lugar para la sombra.

Como siempre, tus poemas llenos de buenas imágenes. Saludos cordiales.

Entre la nostalgia y la tristeza transita este poema escrito con gran maestría. Siempre interesante tu poesía, Benjamín. Un abrazo.

Como si de una despedida se tratara. Quizá un poquín más criptico que otros poemas tuyos, pero como siempre, bello.

Blanca

Benjamín, un poema tan visual y lleno de recuerdos. Que desde el Paraná donde estoy ahora me a hecho viajar hasta allí.
Un abrazo
Clarisa

Benjamín León escribió:
Crece la noche, caen tantas manos,
el sordo inmaterial de las guitarras
entre la valentía
y las voces.
Hay sílabas que sangran,
himnos como pequeños huérfanos
vagando en la miseria.
Hay un cordel gritando la desdicha,
zumbidos de palomas,
úlceras que desangran al país
y el largo desalojo de tu nombre.
Lloro tu rastro como a Víctor.
Duele en mi corazón
la infancia de tus ojos,
el suelo paternal de los carruajes
y el silencio, Fernando, clavando sus astillas.

España abre su vértebra y el pulso,
el último lugar para la sombra.

Creo intuir en tus versos la vision de un país entre las voces de los cantos y el sonido de guitarras que en otro país y otras voces fueron grito silenciado, tortura y muerte, como antes aquí, en la España de guerras civiles y dictaduras. No sé, tal vez la alusión a Víctor (¿Victor Jara?) y el eco del cante en tus palabras. Pero a lo mejor nada de lo que he creído entender responde a tu intención... Espero tu aclaración; de cualquier modo, esas han sido las imágenes y las sensaciones que en mí han despertado tus preciosos y armoniosos versos, de decir pausado, pero firme y seguro como una reivindicación.
Salud.

Benjamín León escribió:
Crece la noche, caen tantas manos,
el sordo inmaterial de las guitarras
entre la valentía
y las voces.
Hay sílabas que sangran,
himnos como pequeños huérfanos
vagando en la miseria.
Hay un cordel gritando la desdicha,
zumbidos de palomas,
úlceras que desangran al país
y el largo desalojo de tu nombre.
Lloro tu rastro como a Víctor.
Duele en mi corazón
la infancia de tus ojos,
el suelo paternal de los carruajes
y el silencio, Fernando, clavando sus astillas.

España abre su vértebra y el pulso,
el último lugar para la sombra.

Cuánta fuerza expandida en líneas de belleza! Me ha conmovido tantísimo.

"Lloro tu rostro como a Victor" tiene una significancia impostregable para mí.

El final es un diamante que obsequias al principio de la eternidad!


Felicitaciones y un abrazo grande,

Hallie

Bello y conmovedor. me gustó mucho
Un abrazo
Pilar

Es un homenaje precioso, supongo que cada vez que alguien es recordado o se nombra de alguna forma, es una forma de darle vida, de revivir una parte esencial del ser humano que nunca acaba de irse del todo.
Te leo y me emociono contigo, aunque tú siempre me emocionas...debe ser que te amo.

Un besito

Cé

Interesante poema y comprometido, emotivo.
saludos
javier

Gracias, amigo Rolando, por tu lectura, por venir a estas letras de vida.

Un abrazo fraterno, Benjamín.

Gracias, Ramón, por tu lectura, por acompañarme en este poema.

Un abrazo fraterno, Benjamín.

Gracias, querida Blanca, por acercarte a mi poema. Un gusto tu presencia.

Un abrazo fraterno, Benjamín.

llegan tus letras como denuncia social, homenaje a mártires (víctor Jara? guitarra, manos caíadas..) y una vista puesta en la esperanza

letras que estremecen


un fuerte abrazo y mallorca cerquita (con permiso de los pasajes)

.

Muchas gracias, Clarisa, por tu palabra y por acercarte a mi poema. Un gusto tu visita.

Un abrazo fraterno, Benjamín.