Página 1 de 1
Dos rosas
Publicado: Sab, 05 Jul 2025 20:22
por Juan Cruz Bordoy
DOS ROSAS
Frente al mar brotó una rosa,
frente al ocaso de una voz.
Dos hermanos discutieron,
dos hermanos se quemaron
y con el fuego de su juego
los campos sembraron.
El horror del cielo opacó
la pupila fresca y viva
de los segadores. Corre
niña, corre, que ya vienen
los que siegan sin hoces,
sin arado y sin semillas.
Un pueblo nuevo le sonrió,
con otra bandera y otra voz.
Pero su alma seguía sentada
sobre la costa, buscando
con su mano una calidez,
un sol más allá del mar:
no alcanzaba a ver su casa,
sus amigos, su propio cielo.
El olvido no abraza
lo que el amor regala.
Cuando niño la veía,
rebelde contra lo imposible,
cargando el peso de añares
por voluntades y soledades,
por razones que ya no existen.
Su pelo ya nevado no opacó
el brillo de sus ojos.
En un jardín de macetas vacías
acabó cuidando una rosa.
Una rosa roja como la sangre,
nueva y fresca como la vida.
Hoy aun la riego, y cuido,
a esa otra rosa, mi abuela,
a su historia, mi historia.
Juan Cruz Bordoy
Re: Dos rosas
Publicado: Sab, 05 Jul 2025 23:28
por Javier Dicenzo
Gran trabajo literario, con un contenido excelente, afrontas la realidad de una forma muy personal.,
javier
Re: Dos rosas
Publicado: Dom, 06 Jul 2025 7:06
por Ana García
El olvido no abraza
Lo que el amor regala.
Muy buenos estos dos versos.
Entrañable poema dedicado a la historia de una abuela que intuyo fue muy especial.
Sigue regando esa rosa al igual que nos riegas y cuidas bellos poemas como este.
Te felicito.
Un saludo.
Re: Dos rosas
Publicado: Dom, 06 Jul 2025 13:17
por Ana Muela Sopeña
Belleza en tus versos dedicados a tu abuela:
Hay finura, elegancia y buen decir.
La historia se queda flotando en la memoria.
Felicidades
Un abrazo
Ana
Re: Dos rosas
Publicado: Dom, 06 Jul 2025 21:35
por Juan Cruz Bordoy
Gracias por tu lectura atenta, Javier. Las vidas se entrelazan y hacen dialogar las realidades de las personas cercanas. La poesía puede ayudarnos a tejer una mirada sobre ese, nuestro mundo.
Un abrazo,
Juan Cruz
Re: Dos rosas
Publicado: Dom, 06 Jul 2025 23:34
por Alejandro Costa
Una dedicatoria bien enlazada, con buenos versos y sobre todo con sentimiento.
Hay que llenar el mundo de poesía y de esos sentimientos, que, poco a poco, se van perdiendo.
Buen escrito.
Un abrazo.
Re: Dos rosas
Publicado: Sab, 12 Jul 2025 15:10
por Juan Cruz Bordoy
Gracias por tu lectura, estimada Ana. Sin duda, fue una de las personas cuyas huellas te transforman, cuyo valor enseña el tiempo. Ha sido grato recibir tus palabras.
Saludos,
Juan Cruz
Re: Dos rosas
Publicado: Sab, 12 Jul 2025 15:19
por Juan Cruz Bordoy
[quote="Ana Muela Sopeña" post_id=625932 time=1751804229 user_id=92]
Belleza en tus versos dedicados a tu abuela:
Hay finura, elegancia y buen decir.
La historia se queda flotando en la memoria.
Felicidades
Un abrazo
Ana
[/quote]
Querida Ana, mucho me alegra recibir tu comentario. Según entiendo, los versos son una forma de hilar las hebras sensibles de la memoria. Este poema surgió luego de reencontrarme con las tradiciones de esa abuela nacida en España.
Te envío otro abrazo,
Juan Cruz
Re: Dos rosas
Publicado: Sab, 12 Jul 2025 15:24
por Juan Cruz Bordoy
Gracias, estimado Alejandro. El deseo es compartido. En toda obra poética hay, al menos, un deseo de comprender, de palpar con el alma, de decir. En cambio, la guerra actúa como negación de ese universo sensible. Más allá de toda antítesis, entiendo que los versos nos acercan al mundo, nos predisponen a ver lo que la rutina del mundo ciega.
Un abrazo,
Juan Cruz
Re: Dos rosas
Publicado: Jue, 17 Jul 2025 17:32
por Hallie Hernández Alfaro
Juan Cruz Bordoy escribió: ↑Sab, 05 Jul 2025 20:22
DOS ROSAS
Frente al mar brotó una rosa,
frente al ocaso de una voz.
Dos hermanos discutieron,
dos hermanos se quemaron
y con el fuego de su juego
los campos sembraron.
El horror del cielo opacó
la pupila fresca y viva
de los segadores. Corre
niña, corre, que ya vienen
los que siegan sin hoces,
sin arado y sin semillas.
Un pueblo nuevo le sonrió,
con otra bandera y otra voz.
Pero su alma seguía sentada
sobre la costa, buscando
con su mano una calidez,
un sol más allá del mar:
no alcanzaba a ver su casa,
sus amigos, su propio cielo.
El olvido no abraza
lo que el amor regala.
Cuando niño la veía,
rebelde contra lo imposible,
cargando el peso de añares
por voluntades y soledades,
por razones que ya no existen.
Su pelo ya nevado no opacó
el brillo de sus ojos.
En un jardín de macetas vacías
acabó cuidando una rosa.
Una rosa roja como la sangre,
nueva y fresca como la vida.
Hoy aun la riego, y cuido,
a esa otra rosa, mi abuela,
a su historia, mi historia.
Juan Cruz Bordoy
Hermoso, cálido, lleno de un afecto y talento muy sólidos.
Beso grande, querido poeta.