Estoy Cansada
Publicado: Jue, 03 Jul 2025 19:03
Estoy cansada del ruido de las voces
que nunca dicen nada,
y siguen hablando,
envejeciendo los oídos
y aburriendo al aire.
Estoy cansada, urbe,
de andar por tus calles de gris metálico,
insípido asfalto.
Estoy cansada de cruzar miradas sin mensaje,
ojos de cristal inmóvil,
lentillas de sabor polar,
como dictan los autómatas de la buena moda.
Estoy cansada de inventarte para poder seguir viviendo
en esta caja de acero.
Tengo claustrofobia de la vida,
de los teclados,
de los ascensos
y se me hiela la boca.
Estoy cansada de hablar
porque se me derrumban los vínculos que extiendo
con palabras de sol.
Prefiero escuchar el ruido ronco de las voces
que nunca dicen nada.
¡Que sigan hablando!
que nunca dicen nada,
y siguen hablando,
envejeciendo los oídos
y aburriendo al aire.
Estoy cansada, urbe,
de andar por tus calles de gris metálico,
insípido asfalto.
Estoy cansada de cruzar miradas sin mensaje,
ojos de cristal inmóvil,
lentillas de sabor polar,
como dictan los autómatas de la buena moda.
Estoy cansada de inventarte para poder seguir viviendo
en esta caja de acero.
Tengo claustrofobia de la vida,
de los teclados,
de los ascensos
y se me hiela la boca.
Estoy cansada de hablar
porque se me derrumban los vínculos que extiendo
con palabras de sol.
Prefiero escuchar el ruido ronco de las voces
que nunca dicen nada.
¡Que sigan hablando!
La cobra tiene abiertas sus venas al aire. Y las enseña como quien muestra su bandera. Ella no tiene miedo a secar su sangre: la naturaleza bombea la sangre de su cuerpo, fresca y cristalina. Ofrece sus costados como apoyo a quien recorre su enorme cuerpo, ofrece sus manos, ofrece su risa. Y, en el recodo de su cámara, el agua juguetea salpicando a quien se acerca.