comentario
Publicado: Mié, 02 Jul 2025 17:32
COMENTARIOI
Conectado al vértigo del recuerdo
y a la clara memoria,
he visto morir la vida que me ofrecía
un dialecto despierto de palabras,
infartadas, a las diez de la noche.
Clavo las horas como un viento malquerido,
como un volcánico explotar
sobre la escarcha roja de su fuego.
Ante todo fue la sombra y el vendaval
de la lejana luz crucificada sin más,
para vivir de la esencia de la espera,
y encontrar tu mirada sin levantar los ojos.
Desuncido el momento de dádivas,
qué ebriedad quedó en el extravió
de la desdicha convocando al olvido.
Oscureció la noche, y el dialecto desnudo
de la palabra
no tuvo flores en los labios.
Hoy, ya perdidas las lluvias,
caen cada mañana dejando
la sombra moribunda de la vida.
Conectado al vértigo del recuerdo
y a la clara memoria,
he visto morir la vida que me ofrecía
un dialecto despierto de palabras,
infartadas, a las diez de la noche.
Clavo las horas como un viento malquerido,
como un volcánico explotar
sobre la escarcha roja de su fuego.
Ante todo fue la sombra y el vendaval
de la lejana luz crucificada sin más,
para vivir de la esencia de la espera,
y encontrar tu mirada sin levantar los ojos.
Desuncido el momento de dádivas,
qué ebriedad quedó en el extravió
de la desdicha convocando al olvido.
Oscureció la noche, y el dialecto desnudo
de la palabra
no tuvo flores en los labios.
Hoy, ya perdidas las lluvias,
caen cada mañana dejando
la sombra moribunda de la vida.