Editorial Alaire

El misterio que no alcanzo a comprender,
las dudosas promesas de tu mirada.
La esperanza se me murió en los brazos.
A vueltas con mi querer y no tener
La chica del cochecito
Con el intermitente estropeado,
se equivocó de carril.
La deje pasar cordialmente
Me sonrió sin sospechar
Que la hubiese amado toda la noche…
Quizá pensando en ti.

Un precioso poema, amigo Antonio, que ha sido un placer leerte.
Aprovecho para darte la bienvenida, porque creo que aún no habíamos coincidido.
Un cordial saludo.

Me gustó tu poema
Un abrazo
Pilar

Me encanta el final, el necesitar un cuerpo para amar a otra, el consuelo de ambos quizas, follar, mientras pensais en otros cuerpos.

Breve pero intenso, muy grato leerte. Si ya se que grato es una palabra fea, cuando sea poeta veras que palabras mas hermosas dire, saludos Antonio.