Editorial Alaire

A todos los buscadores del almizcle galáctico y a las huérfanas de la Luna.

Sus labios buscadores
del almizcle galáctico
eran como los huérfanos de Urano.

La piel de sueño híbrida de Luna
aterrizaba en puntos cóncavos
donde todo lo sabio y mineral
caía en el abismo de lo ardiente.

Un temblor de asteroides
se posó en los cráteres
de nuestro satélite rebelde.

De pronto una mirada en nebulosa
disfrutó de las nanas de la infancia
con el arrullo cósmico del beso.

Jadeos en un cuásar de lascivia
y pulsos cadenciosos
en el ritmo expansivo de las grutas.

La belleza de un tiempo inexplicable
atrapada en cristales
con lluvia de los cúmulos abiertos.

Saliva nunca antes degustada
en la melodía de los astros.

En un monte de Venus
la soledad de todos los humanos
cabalgando a través de los milenios,
en espejos de hembras congeladas.

Con el árbol del mundo
el aislamiento estéril
de los hombres secuestrados por costumbres
fuera de la empatía y de lo cálido.

Y de pronto Neptuno con Saturno despertando el oráculo de luz
de las mitocondrias silenciosas.

Unas pupilas dentro del secreto
escondido en el alma
del vientre de la sombra y de la herida.

Las constelaciones de la noche
respirando sin límite,
para arropar raíces de la especie.
Con ritmo de balada el Homo Sapiens
en una rueda eterna, sin fisuras.

La escisión de los átomos diversos
a través de la historia contenida
en el cortejo alegre
del varón sumergido en la tormenta.

Y una bebida dulce, la ambrosía,
de las mujeres Lilith
mezcladas con las Evas,
arrasando en el fuego del amor.


Ana Muela Sopeña

El aliento cósmico y en cierto modo fantástico de estos versos parece anticipar el destino futuro de la humanidad. Me ha parecido un poema de gran fuerza alegórica con un hábil manejo del léxico poético entrecruzando referencias mitológicas con otras astronómicas. Un saludo.

Gracias, Ramón, por tus palabras:

Un abrazo grande
Ana

Buenos días, Ana.

Tu poema es como una sublevación de la mujer.

Aunque ciertamente llevamos sublevándonos desde que existe el mundo.
Desde esas mujeres lilit que mencionas, esos seres demoníacos tan solo por mostrar su feminidad.
Unos labios rojos son el pecado. Y una manzana.

A través de los milenios y aquí seguimos, luchando contra las imposiciones.
Este sábado escuché una canción en directo que no conocía, un concierto de la canción gallega femenina: A gatiña mansa.

Casa, miña nena, casa,
se non has quedar baleira.

Eu casar casaría,
se tuvera sete vidas
sería Gatiña mansa.


"Con ritmo de balada al homo Sapiens".
Qué bueno!

El otro dia nos cruzamos con un Homo Sapiens que le dijo a mi hija de 18 años que si no se casaba ya, que tiene edad.
No le preguntó qué estaba estudiando.

Un abrazo.

Un poema con tintes fantásticos, donde, a mí manera de entender, utilizas versos cósmicos dando repaso a una humanidad, fulera e incomprensible, donde precisamente lo que más le falta es humanidad.

Preciosa alegoría y muy buenos versos, donde, otra vez más, demuestras tu calidad.

Un beso.

Y a mí que me parece que estás celebrando la nueva conjunción de Saturno con Neptuno que se producirá ahora en julio. Y se va a producir en mi signo: Aries.
Veremos a ver si podemos conjugar la realidad práctica con lo sueños.
Puede que me haya ido por los cerros de Úbeda pero creo que es un canto a los cambios deseados que pueden traernos las estrellas.
Me ha gustado mucho Ana.
Un fuerte abrazo.

Efectivamente, Antonia, el poema entraña una sublevación de la mujer, también del hombre. De ambos. Y la esperanza de una libertad renovada.

Homo Sapiens no me he referido al varón sino a cualquier ser humano de nuestra especie.

Muy bonita la letra en gallego de esa
cancion...

Muchas gracias por venir y leerme
Un beso
Ana

Mil gracias, Alejandro:

Sí... creo que debemos recuperar la humanidad y bajarnos del pedestal del orgullo.

Y creo que vamos mejorando como especie. Hay mucha corrupción política y económica. Pero el ciudadano de a pie es cada vez mejor. Tiene más consciencia, es más resiliente, es capaz de aprender... al menos en una parte del mundo. En otras partes del mundo la civilización, las leyes y las costumbres siguen en la Edad Media.

Un beso
Ana

Vaya por ti, Ana, escribes muy bien y arriesgas como la gente que se cita con la transgresión.

Un abrazo.

Ana Muela Sopeña escribió: ↑Mié, 04 Jun 2025 16:00 Efectivamente, Antonia, el poema entraña una sublevación de la mujer, también del hombre. De ambos. Y la esperanza de una libertad renovada.

Homo Sapiens no me he referido al varón sino a cualquier ser humano de nuestra especie.

Muy bonita la letra en gallego de esa
cancion...

Muchas gracias por venir y leerme
Un beso
Ana

Pues así mucho mejor, hombres y mujeres.
De hecho cuando te conté la anécdota del señor que le dijo a mi hija que tenía que casarse, puse en un inicio una Homo Sapiens que también hay claro, para nuestra desgracia.
Lo llevamos en las venas, quedan muchas actitudes y pensamientos por cambiar.
Gracias por la aclaración.
Sublevémonos.
Un abrazo.

Unas pupilas dentro del secreto
escondido en el alma
del vientre de la sombra y de la herida...

Un poema difícil de aprehender y de escribir, un viaje cósmico y humano que no deja indiferente. Abrazos.

Otro de tus poemas cósmicos que tan bien controlas y disfruto.
Me gusta esa defensa irrenunciable, tanto de la mujer como del hombre y lo transmites muy bien.

Felicidades, Ana.
Un beso.

P.D. Llevo unos días muy liada de trabajo y mi ojo, que está algo mejor, me limita si paso mucho tiempo de pantallas.

Todos los mundo están en este mundo, y tú nos los vas revelando más allá de donde alcanza nuestra mirada. Un abrazo, Ana. Salud.

Un festival de brillante imaginación poética puesta al servicio de una revolución cósmica, planetaria, donde Homo sapiens se rebela en su parte más femenina.

Todo un placer de lectura, amiga Ana.

Un bico

Gracias, Ana, en efecto, la conjunción de Neptuno con Saturno también cuenta.

Un beso
Ana