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Carta a Juan Carlos sobre la poesía

Publicado: Dom, 25 May 2025 17:37
por F. Enrique
Creo, Juan Carlos, que la poesía puede ser más sencilla de lo que creemos aunque dura porque requiere un gran esfuerzo; escuchar muchas canciones, acertar con los autores que leemos y tener capacidad para discernir lo importante en su obra. No es cuestión de perseguir un unicornio, no es ahogar tu impulso en el canto de las sirenas. La poesía no es una diosa que nos pida que la adoremos, que la escribamos con mayúsculas, es simplemente tener ganas de acometerla asumiendo las dificultades de su ejecución, sabiendo que no siempre salen las cosas bien, aceptando un tiempo que puede parecernos estéril y que, con frustraciones dejando su reguero en el camino, nos va formando aunque no lo percibamos.

Tienes alma de poeta, esto no garantiza por sí mismo escribir una buena poesía, pero te dota de una sensibilidad precisa que te ayudará a saber cuándo la encuentras entre tus versos Los eclécticos tenemos la condena de que nos abrimos encrucijadas de direcciones, llevamos a la vez demasiados proyectos, solo nos concentramos en un único objetivo cuando viene dado por una exigencia externa, y casi nunca la tenemos.

Pensé que esta entrada la tenía en borradores y fue una sorpresa agradable cuando me encontré una respuesta, más aún cuando comprobé que era tuya, tengo fe en ti, el hombre siempre está por encima del poeta, no nos valen los preciosistas si no tienen apenas nada qué decir.

Brel decía que talento era tener ganas de hacer algo. A ti te sobran.

(12 de julio de 2018)

Es curioso, Francisco,como a través de otros autores se puede llegar a conocer la esencia de una artista y persona como Marilyn. Tu poema es un ejemplo de ello y un ejercicio nada facil de expresar en la manera en que lo has hecho. Nos llega esa persona que nunca de dejó de ser niña, ingenuamente bella, sin filtros. Lo más opuesto al esnobismo que se le exigía y se le siguen exigiendo a los artistas (sobre todo en aquellos años).

Otro autor que me llevó a ella fue Truman Capote en uno de sus relatos. Este poema me ha recordado mucho a la sensación que me dejó este último.

Siempre vista como un mero icono para muchos, el tópico de rubia estrella de cine y objeto de deseo (que por cierto, no era tan rubia). Se rompen aquí todos esos esquemas, se muestra aquí toda su sinceridad sin calcular y también su fragilidad.

(Juan Carlos - 24 de mayo de 2018)


Hablé con un amigo nuestro, Tara, de lo que significaba la poesía para algunos poetas y llegamos a la conclusión de que cualquiera distingue un poema y que, ni siquiera las cumbres más altas, saben definir de una forma convincente lo que es poesía.

Personalmente me acerco a lo que citas de Lorca ( La poesía no quiere adeptos, sino amantes) y, más aún, a lo que solía decir el historiador del arte, Ernst Gombrich, te lo resumo en lo que creo que es la esencia; La poesía no existe, existen los poetas. Por supuesto que no llegaré a ningún lugar como exegeta del poeta boloñés, pero he escrito cosas teniéndolo como referencia de las que me siento satisfecho y sé que si no interesa, por regla general, a los demás es porque en estos días la gente se ha quedado solo con la primera proposición de Gombrich y no quiere pasar a comprobar la segunda.

En lo personal están siendo días buenos a pesar de los problemas que es difícil que no aparezcan cuando se tiene una familia clánica. En lo de la poesía en vez de escribirla estoy analizando lo que he escrito por si puedo mejorarlo o expresar con mayor claridad lo que perseguía.

(13 de enero de 2018)

Intenté decir algo, Juan Carlos, me lo dijo mi mujer al despertarme una mañana y volví a buscar la entrada que certificaba que alguna vez estuve allí mientras evocaba la isla donde conoció a Marianne con total certeza, donde, probablemente, la perdió. Me hubiera gustado estar inspirado y encontrar las palabras que expresaran mi desconcierto en una oración que hablara de los hombres sin destino a los que cantaba. Sabía que ya no podría cruzar unas palabras con él ni preguntarle por Lorca mientras le leía “Alma ausente”, ni pedirle que cantara “Uno de los dos no puede estar equivocado” una última vez para mí como si fuera ese joven amigo que llena Fuencarral con su sonrisa a pesar de su grito de rabia contra la injusticia. Pero no me sentí tan triste, hacía años que había comprendido que nunca moriría, que ya había hecho suficientes méritos para burlarse con ternura del enfado permanente de la Parca, si hablaba tanto de la muerte es porque creía en la vida.

El tiempo pasa rápido, me acuerdo del concierto, cinco años y sé que estuve allí, en el Palacio de los Deportes que había cambiado de nombre, acompañado por mi mujer, que compartimos un buen tiempo con personas de quienes, acaso, no llegué a saber cómo se llamaban pero recuerdo que les brillaban los ojos cuando hablaban de él y volvían a edificar algunos de sus monumentos, que estuve en una nube y hubo momentos que no supe distinguir una canción de otra, ya sé que parecerá extraño, ya sabía que, según mi costumbre, iría recuperando toda la información según fuera pasando el tiempo y los recuerdos se convirtieran en leyenda. Era igual, estaba allí, a priori pensaba que setenta y ocho años eran demasiados para soportar el desgaste de las giras, apenas unos minutos y ya me había dado cuenta de que el hombre que alguna vez tuvo un ataque de pánico sobre el escenario había hecho un pacto secreto con él, que se desenvolvía con soltura entre la gente que había elegido que le acompañaran en la última etapa de su viaje, que iba de un lugar a otro dándole gracias a la vida.

Aún tenía muchas cosas que contar y lo hizo, aunque tuvo alguna mala racha, se mantuvo siempre con un nivel de creatividad alto cuando no excelso. Hay quien habla con orgullo de sus últimas canciones, un epílogo digno de uno de los mejores poetas de nuestro tiempo.

Me costó mucho escribir esta reseña, Juan Carlos, no sabría darte una razón convincente; no tenía nada claro lo que quería que decir y eso, estando el Brel de sus últimos días en mi mente, me resultaba molesto y, casi, desdeñoso.

No tengo esta canción entre mis preferidas (Orly, he cambiado de opinión a fuerza de mirarla a los ojos) pero siempre me ha dado la impresión de que para su autor era muy importante, no sé si ese amor que se desgarra y presiente la cercanía de la fosa representaba su propia vida en ese momento que era consciente de que se apagaba.

Debe ser un calvario escribir mientras todo se va perdiendo y falta el aliento, concentrarse en la música mientras se le está yendo la vida. Pero, quizás, como pilotar aviones, barcos y soñar que los Mares del Sur seguían siendo los mismos que de niño imaginara, le ayudara a paliar el dolor que lo estaba destruyendo.

(16 de noviembre de 2017)

Aquí estamos, Juan Carlos, en cuestiones importantes, esas que percibimos pero apenas se pueden explicar. Me alegro, no sabes cuánto, de que disfrutes en tu relación con la poesía, además tienes campos abiertos para derramar en ellos tu cultura, tienes la música para marcarte el ritmo y el buen gusto para saber qué referencias tienen las huellas más profundas para saber que camino seguir.

Sería pretencioso de mi parte que te dijera que tienes que trabajar más, todos tenemos que hacerlo, y ya sabes que por ahí van diciendo que a los andaluces no nos gusta el trabajo. Será por ello que abundan los poetas en nuestra tierra. A veces un poema que se ha escrito en menos de un minuto va precedido de horas de meditaciones que, aparentemente, tenían poco que ver con él.

Me resulta interesante que, como yo, empezaras a escribir poemas con quince años, una coincidencia más, no tan importante como la de nuestra devoción por la música.

Sin tener una definición clara de la poesía, te diría que en estos momentos la veo como el arte de transmitir un mensaje con el menor número de palabras posible. Creo que el poeta es capaz de hacerse reconocer en tres o cuatro poemas por los que los alumnos de Bachillerato lo odiarían ya que ocuparían no menos de quince folios en un comentario de texto.

(11 de noviembre de 2017)

No es la reseña de la que esté más satisfecho pero se queda cerca de ello, Soledad. En un disco tardío y memorable, de entre todas me quedé con esta canción (Ver a un amigo llorar), sé qué en su interior pude desarrollar un tema que me rondaba desde el dolor de la adolescencia, sobre cartas que van menguando de tamaño o que llegan a desaparecer inundadas por el desapego o la distancia.

No quedé satisfecho de mis aproximaciones a Cohen en verso, quiero pensar que no se enfadaría conmigo por estas interpretaciones de exegeta desorientado. Aquí la distancia no la marcaría el idioma sino la experiencia con respecto a las cartas de cada uno.

(11 de noviembre de 2017)
La cuerda cortada puede volver a anudarse,
vuelve a aguantar, pero
está cortada.

Quizá volvamos a tropezar, pero allí
donde me abandonaste
no volverás a encontrarme.

(Bertolt Brecht)

Quizás sea una situación que ilustre lo que ahora asiento, Fanny, quizás Brecht hable de amor cuando yo hablo de amistad. No hay ninguna duda en este caso de que fui yo el que rompió la cuerda, el que no supo resolver un problema creado por mi imprudencia.

Difícilmente las cosas volverán a ser como antes, ella podrá estar allí, pero difícilmente yo podré alcanzar el lugar que el destino hizo que profanara.

De igual forma yo perdonaría pero me seguiría doliendo que alguien empezara a recordar que me amó una noche fría, pensaría lo terrible que es que hubiera habido un tiempo que me hubiera borrado de su memoria.

(7 de noviembre de 2017)
Es un problema que se da con cierta frecuencia, Tara, tú y yo, rigurosamente, aferrándonos a la tierra, somos africanos pero nadie podrá negar que espiritualmente somos tan europeos como alguien que ha nacido en Madrid o en Roma.

Ceuta y Melilla llevan vidas paralelas, recuperadas en el siglo XV, tienen un número de habitantes similar y una composición de la población parecida. Estamos atrapados en una encrucijada perversa, sobre todo ahora que la corrección política se impone sobre la verdad, y ésta es que la idea de Europa está siendo desplazada, que nuestros jóvenes no vuelven de la universidad a la primera oportunidad que tienen, que las cruces que nos oprimieron con la idea obsesiva del Infierno cada vez tienen que subir una cuesta más empinada, que el musulmán ceutí ha perdido en los últimos años una marca razonable de Occidente, acuciado y atemorizado moralmente por un sesgo conservador de los que han llegado de Marruecos imponiendo los velos y los pañuelos como si fuera algo inherente a su religión.

Comprenderás que una persona que hable el castellano a duras penas y sea indiferente a la Cuestión catalana, cuando tiene carnet tenga los mismos derechos que nosotros pero no piensa en los mismos mitos que nos sustentan; puede votar, recibir subvenciones, moverse por toda la anchura de Europa, pero aunque sea buena persona no es nuestro compatriota ya que no conoce ni quiere conocer nuestra identidad aunque pueda elegir a nuestros representantes, aquellos que un día no muy lejano nos llevará hacia la muerte.

(6 de noviembre de 2017)

Recuerdo la segunda vez que vi "Matar a un ruiseñor". Estaba rodeado por mis tres hijos y dos de mis sobrinos. Recuerdo que nos emocionamos, que tuve sensaciones como si no la hubiera visto antes, que los pobres blancos tenían necesidad de maltratar a los negros para sentirse alguien mientras le seguían el juego a los ricos. La Depresión hizo que se alcanzaran cotas de racismo inimaginables.

Mathew es como es y deseo que siga siendo así, juega en la playa donde son iguales todos los niños del mundo. Como dijo Brel; el problema se crea cuando dejamos de ser niños.

(4 de noviembre de 2017)
No habléis de amor.
Ya conozco esta palabra,
está durmiendo en mi memoria,
y no quiero turbar el sueño
de los sentimientos que han muerto.
Los sonidos del silencio es, quizás, el álbum más comprometido del dúo neoyorquino y, sin duda, el peor tratado por la crítica. A ello contribuyó la precipitación para aprovechar el tirón de los sonidos del silencio, alimentarse de un trabajo artesanal que Paul había grabado en Inglaterra y, sobre todo, la crítica de rebeldía juvenil que dinamitaba sin contemplación la falta de entrañas de la gran ciudad respecto a las relaciones humanas.

I am a rock es una canción soberbia en la que no podemos obviar ni un solo verso, uno de los grandes poemas de Paul, una de sus antológicas frustraciones que se hace literatura con un gran peso específico, creo que no da un respiro, canta la muerte de la comunicación, es una apología al aislamiento. Una canción olvidada porque nadie ha querido mirarla a la cara.

(4 de noviembre de 2017)

Los consejos están, Juan Carlos, para, casi nunca escucharlos y nunca seguirlos, con alguna excepción. Creo que tú estás en ello y estás en plena lucha con tu hambre de eclecticismo. He vivido en una isla y, ya se sabe, que las islas son proclives a facilitar las mutaciones, se puede acertar al seguir unos pasos y también justamente al no seguirlos. Lo fundamental es saber cuando se debe hacer una u otra cosa. El tiempo está de tu lado, también tus ansias de saber; la poesía es un juego muy peligroso e importante, una ruleta rusa en cada verso, hay que pensar un poco antes de disparar.

(29 de octubre de 2017)

Otro ladrillo en el muro

Me preocupa la situación catalana aunque la independencia se vea cada vez más lejos. El adoctrinamiento en las escuelas ha tenido y tiene tintes fascistoides, exclusivistas y. Xenófobos, para ellos España es una perra que ya no tiene amo, el resto de españoles somos de una raza inferior, como diría Unamuno "serán vencidos pero no convencidos", son el huevo de la serpiente de Bergman.

Es escalofriante pensar que más del cuarenta por ciento de los catalanes piense así.

(26 de octubre de 2017)

Me gustan Hombres G aunque los rockeros me gruñan. Desparpajo, juegos conceptuales, referencias coetáneas que siguen siendo actualidad, un toque naïf que refresca como la lluvia de verano y, por encima de todo, el llanto sin lágrimas del muchacho herido, hasta Carlos Gardel se hubiera asombrado del partido artístico que se le puede sacar a unos cuernos.

(26 de octubre de 2017)

Me contaron, Simón, que las muchachas gritaban en estado de trance, quizás ninguna gritó tanto como mi prima Pepa, era tan espontánea y buscaba en los conciertos la alegría que le negaba su situación económica en su vida cotidiana. Me dijeron, entonces no lo consideré una exageración, que las muchachas le tiraban los lazos que llevaban en el pelo como si fueran flores.

Simón ha comentado "Camilo Sesto - Piel de ángel - Yo soy así."
21 oct 2017
Yo hablo en general, de acuerdo a tu respuesta. No te hago cargo de la cuestión. Hablo de la generalidad, aunque personalice. Y hablo así por lo que veo escrito, nada más. Comento lo que leo, en la forma en que lo interpreto, que quizás no es justamente lo que el autor tiene en su mente, pero no podemos dejar de lado que yo soy el lector.

Es eso, nada más. Una conversación. Un poco de pensamiento, que me niego a llamar filosofía, porque todavía me queda comentarte lo de Saint-Exupery y mi propia visión de eso.

Así que "hago palabra o hago diálogo o hago pensamiento", nunca "filosofía, cuestión o ideología".

Francisco Enrique León ha comentado "Camilo Sesto - Piel de ángel - Yo soy así."

21 oct 2017
Bueno, Simón, yo solo tenía 14 años y la entrada valía, creo recordar, 400 pesetas, un precio alto para la época, y mi madre no me habría dado el dinero y, además era a una hora que no hacía aconsejable que un muchacho de mi edad volviera solo a casa, mis hermanas mayores y mi prima no lo harían hasta unas horas después de que hubiera acabado el concierto.

Simón ha comentado "Camilo Sesto - Piel de ángel - Yo soy así."
21 oct 2017
Yo creo que todas las cosas tienen su tiempo, Francisco.
Quizás en aquel momento no estabas espiritualmente preparado para adaptar tu razón a determinadas músicas.
A veces hay cosas que solamente los años explican, amigo querido.
Un abrazo grande!!

Francisco Enrique León ha comentado "Camilo Sesto - Piel de ángel - Yo soy así."
21 oct 2017
Fui tan ingrato, Simón, que un día empecé a reír con los chistes sin gracia que hacían hablar a alguien que no quería bajo la amenaza de hacerle escuchar sin pausa una canción de Camilo Sesto. Ya ves, tengo a "Solo un hombre" como uno de los discos más importantes de mi vida, tengo el vacío de no haber aprovechado la única oportunidad de haber visto al cantante de Alcoy cuando estaba en todo su esplendor; Memorias, Getsemaní, Llueve sobre mojado, Ayudadme son canciones que escucharé siempre.
Después de haber tocado con la mano
la democracia de la nueva frontera,
abre su bolso
y no busca el pintalabios
para impregnar sus besos en los espejos
de los bazares
del Paseo de las Palmeras
donde se exhiben las conchas de los Mares del Sur
y los gatos se visten de verde cuando el viento
acaricia el norte de la bahía,
sino para dibujar en las paredes
el aullido recitado en las calles
cuando los derechos civiles no habían regresado
con los santos que se fueron de paseo,
para dejar su huella de carmín en las aguas
poco profundas
del atracadero de las horas muertas
donde duermen los viejos marineros que no volverán
a cruzar el foso,
donde sueñan los niños desde las barandillas
cuando hacen robona[5] y juegan a las cartas
con mujeres desnudas.

Yo sé qué Marilyn se siente confundida en este puente,
como esa mirada triste y miope que escruta
las facturas dolorosas que siempre se pagan,
como esa voz sin destino que se ahoga en un vaso de ginebra,
como esas manos temblorosas
que ya no escriben poemas de amor y esperanza
entre las flores que huelen a silencio
cuando se depositan en una lápida sin nombre,
sino anotaciones en las hojas
de la novela que Camus no pudo terminar mientras la leía.
(2012)

Re: Carta a Juan Carlos sobre la poesía

Publicado: Dom, 25 May 2025 22:58
por F. Enrique
F. Enrique escribió: Dom, 25 May 2025 17:37 Creo, Juan Carlos, que la poesía puede ser más sencilla de lo que creemos aunque dura porque requiere un gran esfuerzo; escuchar muchas canciones, acertar con los autores que leemos y tener capacidad para discernir lo importante en su obra. No es cuestión de perseguir un unicornio, no es ahogar tu impulso en el canto de las sirenas. La poesía no es una diosa que nos pida que la adoremos, que la escribamos con mayúsculas, es simplemente tener ganas de acometerla asumiendo las dificultades de su ejecución, sabiendo que no siempre salen las cosas bien, aceptando un tiempo que puede parecernos estéril y que, con frustraciones dejando su reguero en el camino, nos va formando aunque no lo percibamos.

Tienes alma de poeta, esto no garantiza por sí mismo escribir una buena poesía, pero te dota de una sensibilidad precisa que te ayudará a saber cuándo la encuentras entre tus versos Los eclécticos tenemos la condena de que nos abrimos encrucijadas de direcciones, llevamos a la vez demasiados proyectos, solo nos concentramos en un único objetivo cuando viene dado por una exigencia externa, y casi nunca la tenemos.

Pensé que esta entrada la tenía en borradores y fue una sorpresa agradable cuando me encontré una respuesta, más aún cuando comprobé que era tuya, tengo fe en ti, el hombre siempre está por encima del poeta, no nos valen los preciosistas si no tienen apenas nada qué decir.

Brel decía que talento era tener ganas de hacer algo. A ti te sobran.

(12 de julio de 2018)

Es curioso, Francisco,como a través de otros autores se puede llegar a conocer la esencia de una artista y persona como Marilyn. Tu poema es un ejemplo de ello y un ejercicio nada facil de expresar en la manera en que lo has hecho. Nos llega esa persona que nunca de dejó de ser niña, ingenuamente bella, sin filtros. Lo más opuesto al esnobismo que se le exigía y se le siguen exigiendo a los artistas (sobre todo en aquellos años).

Otro autor que me llevó a ella fue Truman Capote en uno de sus relatos. Este poema me ha recordado mucho a la sensación que me dejó este último.

Siempre vista como un mero icono para muchos, el tópico de rubia estrella de cine y objeto de deseo (que por cierto, no era tan rubia). Se rompen aquí todos esos esquemas, se muestra aquí toda su sinceridad sin calcular y también su fragilidad.

(Juan Carlos - 24 de mayo de 2018)


Hablé con un amigo nuestro, Tara, de lo que significaba la poesía para algunos poetas y llegamos a la conclusión de que cualquiera distingue un poema y que, ni siquiera las cumbres más altas, saben definir de una forma convincente lo que es poesía.

Personalmente me acerco a lo que citas de Lorca ( La poesía no quiere adeptos, sino amantes) y, más aún, a lo que solía decir el historiador del arte, Ernst Gombrich, te lo resumo en lo que creo que es la esencia; La poesía no existe, existen los poetas. Por supuesto que no llegaré a ningún lugar como exegeta del poeta boloñés, pero he escrito cosas teniéndolo como referencia de las que me siento satisfecho y sé que si no interesa, por regla general, a los demás es porque en estos días la gente se ha quedado solo con la primera proposición de Gombrich y no quiere pasar a comprobar la segunda.

En lo personal están siendo días buenos a pesar de los problemas que es difícil que no aparezcan cuando se tiene una familia clánica. En lo de la poesía en vez de escribirla estoy analizando lo que he escrito por si puedo mejorarlo o expresar con mayor claridad lo que perseguía.

(13 de enero de 2018)

Intenté decir algo, Juan Carlos, me lo dijo mi mujer al despertarme una mañana y volví a buscar la entrada que certificaba que alguna vez estuve allí mientras evocaba la isla donde conoció a Marianne con total certeza, donde, probablemente, la perdió. Me hubiera gustado estar inspirado y encontrar las palabras que expresaran mi desconcierto en una oración que hablara de los hombres sin destino a los que cantaba. Sabía que ya no podría cruzar unas palabras con él ni preguntarle por Lorca mientras le leía “Alma ausente”, ni pedirle que cantara “Uno de los dos no puede estar equivocado” una última vez para mí como si fuera ese joven amigo que llena Fuencarral con su sonrisa a pesar de su grito de rabia contra la injusticia. Pero no me sentí tan triste, hacía años que había comprendido que nunca moriría, que ya había hecho suficientes méritos para burlarse con ternura del enfado permanente de la Parca, si hablaba tanto de la muerte es porque creía en la vida.

El tiempo pasa rápido, me acuerdo del concierto, cinco años y sé que estuve allí, en el Palacio de los Deportes que había cambiado de nombre, acompañado por mi mujer, que compartimos un buen tiempo con personas de quienes, acaso, no llegué a saber cómo se llamaban pero recuerdo que les brillaban los ojos cuando hablaban de él y volvían a edificar algunos de sus monumentos, que estuve en una nube y hubo momentos que no supe distinguir una canción de otra, ya sé que parecerá extraño, ya sabía que, según mi costumbre, iría recuperando toda la información según fuera pasando el tiempo y los recuerdos se convirtieran en leyenda. Era igual, estaba allí, a priori pensaba que setenta y ocho años eran demasiados para soportar el desgaste de las giras, apenas unos minutos y ya me había dado cuenta de que el hombre que alguna vez tuvo un ataque de pánico sobre el escenario había hecho un pacto secreto con él, que se desenvolvía con soltura entre la gente que había elegido que le acompañaran en la última etapa de su viaje, que iba de un lugar a otro dándole gracias a la vida.

Aún tenía muchas cosas que contar y lo hizo, aunque tuvo alguna mala racha, se mantuvo siempre con un nivel de creatividad alto cuando no excelso. Hay quien habla con orgullo de sus últimas canciones, un epílogo digno de uno de los mejores poetas de nuestro tiempo.

Me costó mucho escribir esta reseña, Juan Carlos, no sabría darte una razón convincente; no tenía nada claro lo que quería que decir y eso, estando el Brel de sus últimos días en mi mente, me resultaba molesto y, casi, desdeñoso.

No tengo esta canción entre mis preferidas (Orly, he cambiado de opinión a fuerza de mirarla a los ojos) pero siempre me ha dado la impresión de que para su autor era muy importante, no sé si ese amor que se desgarra y presiente la cercanía de la fosa representaba su propia vida en ese momento que era consciente de que se apagaba.

Debe ser un calvario escribir mientras todo se va perdiendo y falta el aliento, concentrarse en la música mientras se le está yendo la vida. Pero, quizás, como pilotar aviones, barcos y soñar que los Mares del Sur seguían siendo los mismos que de niño imaginara, le ayudara a paliar el dolor que lo estaba destruyendo.

(16 de noviembre de 2017)

Aquí estamos, Juan Carlos, en cuestiones importantes, esas que percibimos pero apenas se pueden explicar. Me alegro, no sabes cuánto, de que disfrutes en tu relación con la poesía, además tienes campos abiertos para derramar en ellos tu cultura, tienes la música para marcarte el ritmo y el buen gusto para saber qué referencias tienen las huellas más profundas para saber que camino seguir.

Sería pretencioso de mi parte que te dijera que tienes que trabajar más, todos tenemos que hacerlo, y ya sabes que por ahí van diciendo que a los andaluces no nos gusta el trabajo. Será por ello que abundan los poetas en nuestra tierra. A veces un poema que se ha escrito en menos de un minuto va precedido de horas de meditaciones que, aparentemente, tenían poco que ver con él.

Me resulta interesante que, como yo, empezaras a escribir poemas con quince años, una coincidencia más, no tan importante como la de nuestra devoción por la música.

Sin tener una definición clara de la poesía, te diría que en estos momentos la veo como el arte de transmitir un mensaje con el menor número de palabras posible. Creo que el poeta es capaz de hacerse reconocer en tres o cuatro poemas por los que los alumnos de Bachillerato lo odiarían ya que ocuparían no menos de quince folios en un comentario de texto.

(11 de noviembre de 2017)

No es la reseña de la que esté más satisfecho pero se queda cerca de ello, Soledad. En un disco tardío y memorable, de entre todas me quedé con esta canción (Ver a un amigo llorar), sé qué en su interior pude desarrollar un tema que me rondaba desde el dolor de la adolescencia, sobre cartas que van menguando de tamaño o que llegan a desaparecer inundadas por el desapego o la distancia.

No quedé satisfecho de mis aproximaciones a Cohen en verso, quiero pensar que no se enfadaría conmigo por estas interpretaciones de exegeta desorientado. Aquí la distancia no la marcaría el idioma sino la experiencia con respecto a las cartas de cada uno.

(11 de noviembre de 2017)
La cuerda cortada puede volver a anudarse,
vuelve a aguantar, pero
está cortada.

Quizá volvamos a tropezar, pero allí
donde me abandonaste
no volverás a encontrarme.

(Bertolt Brecht)

Quizás sea una situación que ilustre lo que ahora asiento, Fanny, quizás Brecht hable de amor cuando yo hablo de amistad. No hay ninguna duda en este caso de que fui yo el que rompió la cuerda, el que no supo resolver un problema creado por mi imprudencia.

Difícilmente las cosas volverán a ser como antes, ella podrá estar allí, pero difícilmente yo podré alcanzar el lugar que el destino hizo que profanara.

De igual forma yo perdonaría pero me seguiría doliendo que alguien empezara a recordar que me amó una noche fría, pensaría lo terrible que es que hubiera habido un tiempo que me hubiera borrado de su memoria.

(7 de noviembre de 2017)
Es un problema que se da con cierta frecuencia, Tara, tú y yo, rigurosamente, aferrándonos a la tierra, somos africanos pero nadie podrá negar que espiritualmente somos tan europeos como alguien que ha nacido en Madrid o en Roma.

Ceuta y Melilla llevan vidas paralelas, recuperadas en el siglo XV, tienen un número de habitantes similar y una composición de la población parecida. Estamos atrapados en una encrucijada perversa, sobre todo ahora que la corrección política se impone sobre la verdad, y ésta es que la idea de Europa está siendo desplazada, que nuestros jóvenes no vuelven de la universidad a la primera oportunidad que tienen, que las cruces que nos oprimieron con la idea obsesiva del Infierno cada vez tienen que subir una cuesta más empinada, que el musulmán ceutí ha perdido en los últimos años una marca razonable de Occidente, acuciado y atemorizado moralmente por un sesgo conservador de los que han llegado de Marruecos imponiendo los velos y los pañuelos como si fuera algo inherente a su religión.

Comprenderás que una persona que hable el castellano a duras penas y sea indiferente a la Cuestión catalana, cuando tiene carnet tenga los mismos derechos que nosotros pero no piensa en los mismos mitos que nos sustentan; puede votar, recibir subvenciones, moverse por toda la anchura de Europa, pero aunque sea buena persona no es nuestro compatriota ya que no conoce ni quiere conocer nuestra identidad aunque pueda elegir a nuestros representantes, aquellos que un día no muy lejano nos llevará hacia la muerte.

(6 de noviembre de 2017)

Recuerdo la segunda vez que vi "Matar a un ruiseñor". Estaba rodeado por mis tres hijos y dos de mis sobrinos. Recuerdo que nos emocionamos, que tuve sensaciones como si no la hubiera visto antes, que los pobres blancos tenían necesidad de maltratar a los negros para sentirse alguien mientras le seguían el juego a los ricos. La Depresión hizo que se alcanzaran cotas de racismo inimaginables.

Mathew es como es y deseo que siga siendo así, juega en la playa donde son iguales todos los niños del mundo. Como dijo Brel; el problema se crea cuando dejamos de ser niños.

(4 de noviembre de 2017)
No habléis de amor.
Ya conozco esta palabra,
está durmiendo en mi memoria,
y no quiero turbar el sueño
de los sentimientos que han muerto.
Los sonidos del silencio es, quizás, el álbum más comprometido del dúo neoyorquino y, sin duda, el peor tratado por la crítica. A ello contribuyó la precipitación para aprovechar el tirón de los sonidos del silencio, alimentarse de un trabajo artesanal que Paul había grabado en Inglaterra y, sobre todo, la crítica de rebeldía juvenil que dinamitaba sin contemplación la falta de entrañas de la gran ciudad respecto a las relaciones humanas.

I am a rock es una canción soberbia en la que no podemos obviar ni un solo verso, uno de los grandes poemas de Paul, una de sus antológicas frustraciones que se hace literatura con un gran peso específico, creo que no da un respiro, canta la muerte de la comunicación, es una apología al aislamiento. Una canción olvidada porque nadie ha querido mirarla a la cara.

(4 de noviembre de 2017)

Los consejos están, Juan Carlos, para, casi nunca escucharlos y nunca seguirlos, con alguna excepción. Creo que tú estás en ello y estás en plena lucha con tu hambre de eclecticismo. He vivido en una isla y, ya se sabe, que las islas son proclives a facilitar las mutaciones, se puede acertar al seguir unos pasos y también justamente al no seguirlos. Lo fundamental es saber cuando se debe hacer una u otra cosa. El tiempo está de tu lado, también tus ansias de saber; la poesía es un juego muy peligroso e importante, una ruleta rusa en cada verso, hay que pensar un poco antes de disparar.

(29 de octubre de 2017)

Otro ladrillo en el muro

Me preocupa la situación catalana aunque la independencia se vea cada vez más lejos. El adoctrinamiento en las escuelas ha tenido y tiene tintes fascistoides, exclusivistas y. Xenófobos, para ellos España es una perra que ya no tiene amo, el resto de españoles somos de una raza inferior, como diría Unamuno "serán vencidos pero no convencidos", son el huevo de la serpiente de Bergman.

Es escalofriante pensar que más del cuarenta por ciento de los catalanes piense así.

(26 de octubre de 2017)

Me gustan Hombres G aunque los rockeros me gruñan. Desparpajo, juegos conceptuales, referencias coetáneas que siguen siendo actualidad, un toque naïf que refresca como la lluvia de verano y, por encima de todo, el llanto sin lágrimas del muchacho herido, hasta Carlos Gardel se hubiera asombrado del partido artístico que se le puede sacar a unos cuernos.

(26 de octubre de 2017)

Me contaron, Simón, que las muchachas gritaban en estado de trance, quizás ninguna gritó tanto como mi prima Pepa, era tan espontánea y buscaba en los conciertos la alegría que le negaba su situación económica en su vida cotidiana. Me dijeron, entonces no lo consideré una exageración, que las muchachas le tiraban los lazos que llevaban en el pelo como si fueran flores.

Simón ha comentado "Camilo Sesto - Piel de ángel - Yo soy así."
21 oct 2017
Yo hablo en general, de acuerdo a tu respuesta. No te hago cargo de la cuestión. Hablo de la generalidad, aunque personalice. Y hablo así por lo que veo escrito, nada más. Comento lo que leo, en la forma en que lo interpreto, que quizás no es justamente lo que el autor tiene en su mente, pero no podemos dejar de lado que yo soy el lector.

Es eso, nada más. Una conversación. Un poco de pensamiento, que me niego a llamar filosofía, porque todavía me queda comentarte lo de Saint-Exupery y mi propia visión de eso.

Así que "hago palabra o hago diálogo o hago pensamiento", nunca "filosofía, cuestión o ideología".

Francisco Enrique León ha comentado "Camilo Sesto - Piel de ángel - Yo soy así."

21 oct 2017
Bueno, Simón, yo solo tenía 14 años y la entrada valía, creo recordar, 400 pesetas, un precio alto para la época, y mi madre no me habría dado el dinero y, además era a una hora que no hacía aconsejable que un muchacho de mi edad volviera solo a casa, mis hermanas mayores y mi prima no lo harían hasta unas horas después de que hubiera acabado el concierto.

Francisco Enrique León ha comentado "Camilo Sesto - Piel de ángel - Yo soy así."
21 oct 2017
Fui tan ingrato, Simón, que un día empecé a reír con los chistes sin gracia que hacían hablar a alguien que no quería bajo la amenaza de hacerle escuchar sin pausa una canción de Camilo Sesto. Ya ves, tengo a "Solo un hombre" como uno de los discos más importantes de mi vida, tengo el vacío de no haber aprovechado la única oportunidad de haber visto al cantante de Alcoy cuando estaba en todo su esplendor; Memorias, Getsemaní, Llueve sobre mojado, Ayudadme son canciones que escucharé siempre.
Francisco Enrique León ha comentado "No hablaré de poesía"
29 oct 2017
Los consejos están, Juan Carlos, para, casi nunca escucharlos y nunca seguirlos, con alguna excepción. Creo que tú estás en ello y estás en plena lucha con tu hambre de eclecticismo. He vivido en una isla y, ya se sabe, que las islas son proclives a facilitar las mutaciones, se puede acertar al seguir unos pasos y también justamente al no seguirlos. Lo fundamental es saber cuando se debe hacer una u otra cosa. El tiempo está de tu lado, también tus ansias de saber; la poesía es un juego muy peligroso e importante, una ruleta rusa en cada verso, hay que pensar un poco antes de disparar.
En respuesta a un comentario de Juan Carlos González Caballero

Juan Carlos González Caballero ha comentado "No hablaré de poesía"
29 oct 2017
La poesía es implacable como una vez me intentaste explicar y que muy poco a poco voy entendiendo. Sobre todo para los que nos hemos querido hacer dueños de ella, para los que como yo, hemos pensado que rimar versos pensando en algo ya era magnífica. Además con el agravante de haber leído muy poca, casi nada, y que por haber leído muchas novelas e insertar mucha prosa y vivencias nuestras en ella volvemos a caer en convertirla en un arte simple y cada vez más mediocre. Es un camino que no he visto nunca pero me seduce y me hace daño a la vez. Una lección que me dio Juana Muñoz Molina pero éramos demasiado niños para comprender. Ahora gracias a ti Francisco la tengo presente en mi corazón porque hay mucho que aprender, vivir y leer. Y darle el sitio que se merece en estos tiempos en los que parece que cualquier verso ya es poesía. Me queda mucho, pero mucho que no tengo de ella. Gracias Francisco.

Francisco Enrique León ha comentado "Pink Floyd - Otro ladrillo en el muro"
26 oct 2017
Me preocupa la situación catalana aunque la independencia se vea cada vez más lejos. El adoctrinamiento en las escuelas ha tenido y tiene tintes fascistoides, exclusivistas y. Xenófobos, para ellos España es una perra que ya no tiene amo, el resto de españoles somos de una raza inferior, como diría Unamuno "serán vencidos pero no convencidos", son el huevo de la serpiente de Bergman.

Es escalofriante pensar que más del cuarenta por ciento de los catalanes piense así.

Francisco Enrique León ha comentado "Hombres G - Hace un año"
26 oct 2017
Me gustan Hombres G aunque los rockeros me gruñan. Desparpajo, juegos conceptuales, referencias coetáneas que siguen siendo actualidad, un toque naïf que refresca como la lluvia de verano y, por encima de todo, el llanto sin lágrimas del muchacho herido, hasta Carlos Gardel se hubiera asombrado del partido artístico que se le puede sacar a unos cuernos.
En respuesta a un comentario de Juan Carlos González Caballero

Francisco Enrique León ha comentado "Bunbury - Canto y Enganchado a ti."
25 oct 2017
Para mí, el mejor grupo en castellano, la conexión hispano-Argentina, la incontinencia creativa de Calamaro en los 90, lograron temas de obligada audición. Me quedo, aparte de algunas que has citado con "Para no olvidar", "La milonga del marinero y el capitán" y " Mi enfermedad".
En respuesta a un comentario de Juan Carlos González Caballero

Juan Carlos González Caballero ha comentado "Hombres G - Hace un año"
24 oct 2017
Supongo que ese griterío debió ser, a pequeña escala, como el que el sufrieron los Beatles en el Sea Stadium.
Juan Carlos González Caballero ha comentado "Bunbury - Canto y Enganchado a ti."
24 oct 2017
Oh Los Rodríguez. Este grupo es el que estaba ahí en radio, televisión...pero que todavía no estaba yo preparado para prestarles atención hasta que tiempo después apareció un triste "Hasta luego" demasiado tarde para darme cuenta de que la banda se había separado. Me quedo con "sin documentos" "enganchate conmigo" "copa rota" "aquí no podemos hacerlo" y alguna más que me dejo seguro.
Me dejó de piedra la interpretación de hizo Calamaro de "estadio azteca" en un directo que sacó mucho después.


Tara ha comentado "Joaquín Sabina - Como un dolor de muelas"
21 oct 2017
Cuentan que escribir, componer… es un acto privado e intransferible. Me desconcierta un poco este ¿encargo? Del subcomandante Marcos a Sabina. No se la parte de la letra de uno y de otro, aunque hay una simbiosis singular hasta el punto de ver en Sabina otro Sabina, como capas superpuestas perfectamente encajables. Es verdad lo que afirmas, el mejor de “los disparos a bocajarro”. Una canción gesto con su voz tan devaluada que emociona de puro desgaste. ¿Cómo quedarse impasible ante esto?

Como si llegaran a buen puerto mis ansias,
como si hubiera donde hacerse fuerte,
como si hubiera por fin destino para mis pasos,
como si encontrara mi verdad primera,
como un suspiro profundo y quedo,
como un dolor de muelas aliviado
,
Francisco, eres poeta hasta haciendo críticas tan asertivas y acertadas como esta que nos ofreces, sobre todo en su tramo final.

Nota.- Anoche, antes de irme a la cama me pareció leer algo distinto en esta entrada, no se si era que estaba destemplada por culpa de la gripe o qué.

Francisco Enrique León ha comentado "Camilo Sesto - Piel de ángel - Yo soy así."
21 oct 2017
Me contaron, Simón, que las muchachas gritaban en estado de trance, quizás ninguna gritó tanto como mi prima Pepa, era tan espontánea y buscaba en los conciertos la alegría que le negaba su situación económica en su vida cotidiana. Me dijeron, entonces no lo consideré una exageración, que las muchachas le tiraban los lazos que llevaban en el pelo como si fueran flores.


Simón ha comentado "Camilo Sesto - Piel de ángel - Yo soy así."
21 oct 2017
Yo hablo en general, de acuerdo a tu respuesta. No te hago cargo de la cuestión. Hablo de la generalidad, aunque personalice. Y hablo así por lo que veo escrito, nada más. Comento lo que leo, en la forma en que lo interpreto, que quizás no es justamente lo que el autor tiene en su mente, pero no podemos dejar de lado que yo soy el lector.
Es eso, nada más. Una conversación. Un poco de pensamiento, que me niego a llamar filosofía, porque todavía me queda comentarte lo de Saint-Exupery y mi propia visión de eso.
Así que "hago palabra o hago diálogo o hago pensamiento", nunca "filosofía, cuestión o ideología".

Francisco Enrique León ha comentado "Camilo Sesto - Piel de ángel - Yo soy así."
21 oct 2017
Bueno, Simón, yo solo tenía 14 años y la entrada valía, creo recordar, 400 pesetas, un precio alto para la época, y mi madre no me habría dado el dinero y, además era a una hora que no hacía aconsejable que un muchacho de mi edad volviera solo a casa, mis hermanas mayores y mi prima no lo harían hasta unas horas después de que hubiera acabado el concierto.

Francisco Enrique León ha comentado "Camilo Sesto - Piel de ángel - Yo soy así."
21 oct 2017
Fui tan ingrato, Simón, que un día empecé a reír con los chistes sin gracia que hacían hablar a alguien que no quería bajo la amenaza de hacerle escuchar sin pausa una canción de Camilo Sesto. Ya ves, tengo a "Solo un hombre" como uno de los discos más importantes de mi vida, tengo el vacío de no haber aprovechado la única oportunidad de haber visto al cantante de Alcoy cuando estaba en todo su esplendor; Memorias, Getsemaní, Llueve sobre mojado, Ayudadme son canciones que escucharé siempre.

Un abrazo.

Simón ha comentado "Camilo Sesto - Piel de ángel - Yo soy así."
21 oct 2017
Camilo Sesto (o Blanes) era uno de los cantantes preferidos de mi vieja, porque representaba su adolescencia. Como verás, ella una romántica y mi viejo un libertario (ya te conté muchas veces los temas que le gustaban a él). Ambos coincidían en Serrat.
Abrazos.


Francisco Enrique León ha comentado "Hombres G - Hace un año"
19 oct 2017
Quizás me equivoque, Juan Carlos, en algo de lo que te diga, quise ponerme al día en el panorama musical español y acudí a mis dos hermanos, más jóvenes que yo, y uno de ellos me dejó el segundo disco y puso un énfasis especial en que escuchara "Dos imanes" y me convenció. Era la primera vez que admiraba a unos músicos más jóvenes que yo. Después su novia que era una fan histérica de ellos me dejó el disco de su debut y, en conjunto, me gustó aún más, no sabía si reír o llorar con "Vuelve a mí" y entraba en un rollo que no comprendía pero me resultaba gratificante con "Devuélveme a mi chica" o "Venezia". Quizás me sentía un poco pasado, miserias subjetiva de la juventud. Pero sigo escuchando y reivindicando a este grupo.

Los vi en la explanada del Instituto "Siete Colinas" aquel mismo año, no pude distinguir una canción de otra por los gritos, sobre todo, de las niñas.

Francisco Enrique León ha comentado "Bunbury - Canto y Enganchado a ti."
19 oct 2017
Tengo en casa varias antologías de grandes poetas, Juan Carlos y, sinceramente, de algunas de ellas no se salvaría ni una cuarta parte, creo que todos lo saben y nadie se atreve a decirlo. El arte es muy complicado, un fenómeno como el de Los Beatles es muy difícil que ocurra, un poemario como "Campos de Castila" no suele aparecer en varias generaciones. Creo que ya te dije que no suelo ser de cantantes o poetas sino de poemas y de canciones. En la pintura pienso que la gente admira el oficio, por eso Velázquez, Leonardo o Jan Vermeer están tan bien considerados; pintaron poco, se conserva menos aún y los dos primeros pintaban, en cierta forma, cuando les apetecía. Es muy difícil trasladar sus casos al espíritu del músico y del poeta; pueden escribir poco pero sus mentes no descansan casi nunca. Mi opinión es que cultivan las artes más complicadas, las que conservan más celosamente sus misterios; "La epístola moral a Fabio" o "Cuando me paro a contemplar mi estado" son magistrales y, sin embargo, parecen al alcance de cualquiera.

Dylan y Los Beatles se mueven por encima de las 40 obras maestras, eso es un barbaridad. Bunbury se mueve entre las 7 u 8 y no es descabellado que alguien diga que es un genio, una obra maestra no tiene la misma calidad que otra y las suyas son incontestables. Me sorprende el olvido al que se ha condenado a "Los Rodríguez", para mí el mejor grupo de rock en castellano que ha habido, cualquier disco suyo tiene 4 o 5 canciones imprescindibles.
En respuesta a un comentario de Juan Carlos González Caballero

Francisco Enrique León ha comentado "Chris Cornell - Imagine"
19 oct 2017
Te comprendo, Tara, hay canciones que se nos quedan dentro y cuyo significado sobrepasa la razón, sé que "Imagine" es un himno a la paz para mucha gente, que dice cosas que llegan a turbar y hacen que se nos escape una lágrima, que lo mío se debe a una exigencia de rebeldía adolescente: "Dirás que soy un soñador" sigue estando vigente", pienso que ningún beatle voló tan alto en solitario, sé que soy yo quien debe estar equivocado porque me gusta "Watching the Wheels" que es una mezcla de realidad y sueño y nos da pistas sobre su vida y su actitud independiente ante una sociedad adocenada, su posicionamiento individual ante el mundo. Por supuesto que no solo veo razonable que te guste ·Imagine" y que sigas enganchada a ella emocionalmente a ella" sino que me encanta que sea así, muchas veces es preciso tener un sueño para que el mundo nos parezca un poco mejor, para que cantemos por encima de los imperios.

Apenas conozco a Chris Cornell, pero me ha entrado muy bien, tiene un voz cálida y tendente a la profundidad.

Un abrazo.
En respuesta a un comentario de Tara

Re: Carta a Juan Carlos sobre la poesía

Publicado: Dom, 25 May 2025 23:18
por F. Enrique
F. Enrique escribió: Dom, 25 May 2025 17:37 Creo, Juan Carlos, que la poesía puede ser más sencilla de lo que creemos aunque dura porque requiere un gran esfuerzo; escuchar muchas canciones, acertar con los autores que leemos y tener capacidad para discernir lo importante en su obra. No es cuestión de perseguir un unicornio, no es ahogar tu impulso en el canto de las sirenas. La poesía no es una diosa que nos pida que la adoremos, que la escribamos con mayúsculas, es simplemente tener ganas de acometerla asumiendo las dificultades de su ejecución, sabiendo que no siempre salen las cosas bien, aceptando un tiempo que puede parecernos estéril y que, con frustraciones dejando su reguero en el camino, nos va formando aunque no lo percibamos.

Tienes alma de poeta, esto no garantiza por sí mismo escribir una buena poesía, pero te dota de una sensibilidad precisa que te ayudará a saber cuándo la encuentras entre tus versos Los eclécticos tenemos la condena de que nos abrimos encrucijadas de direcciones, llevamos a la vez demasiados proyectos, solo nos concentramos en un único objetivo cuando viene dado por una exigencia externa, y casi nunca la tenemos.

Pensé que esta entrada la tenía en borradores y fue una sorpresa agradable cuando me encontré una respuesta, más aún cuando comprobé que era tuya, tengo fe en ti, el hombre siempre está por encima del poeta, no nos valen los preciosistas si no tienen apenas nada qué decir.

Brel decía que talento era tener ganas de hacer algo. A ti te sobran.

(12 de julio de 2018)

Es curioso, Francisco,como a través de otros autores se puede llegar a conocer la esencia de una artista y persona como Marilyn. Tu poema es un ejemplo de ello y un ejercicio nada facil de expresar en la manera en que lo has hecho. Nos llega esa persona que nunca de dejó de ser niña, ingenuamente bella, sin filtros. Lo más opuesto al esnobismo que se le exigía y se le siguen exigiendo a los artistas (sobre todo en aquellos años).

Otro autor que me llevó a ella fue Truman Capote en uno de sus relatos. Este poema me ha recordado mucho a la sensación que me dejó este último.

Siempre vista como un mero icono para muchos, el tópico de rubia estrella de cine y objeto de deseo (que por cierto, no era tan rubia). Se rompen aquí todos esos esquemas, se muestra aquí toda su sinceridad sin calcular y también su fragilidad.

(Juan Carlos - 24 de mayo de 2018)


Hablé con un amigo nuestro, Tara, de lo que significaba la poesía para algunos poetas y llegamos a la conclusión de que cualquiera distingue un poema y que, ni siquiera las cumbres más altas, saben definir de una forma convincente lo que es poesía.

Personalmente me acerco a lo que citas de Lorca ( La poesía no quiere adeptos, sino amantes) y, más aún, a lo que solía decir el historiador del arte, Ernst Gombrich, te lo resumo en lo que creo que es la esencia; La poesía no existe, existen los poetas. Por supuesto que no llegaré a ningún lugar como exegeta del poeta boloñés, pero he escrito cosas teniéndolo como referencia de las que me siento satisfecho y sé que si no interesa, por regla general, a los demás es porque en estos días la gente se ha quedado solo con la primera proposición de Gombrich y no quiere pasar a comprobar la segunda.

En lo personal están siendo días buenos a pesar de los problemas que es difícil que no aparezcan cuando se tiene una familia clánica. En lo de la poesía en vez de escribirla estoy analizando lo que he escrito por si puedo mejorarlo o expresar con mayor claridad lo que perseguía.

(13 de enero de 2018)

Intenté decir algo, Juan Carlos, me lo dijo mi mujer al despertarme una mañana y volví a buscar la entrada que certificaba que alguna vez estuve allí mientras evocaba la isla donde conoció a Marianne con total certeza, donde, probablemente, la perdió. Me hubiera gustado estar inspirado y encontrar las palabras que expresaran mi desconcierto en una oración que hablara de los hombres sin destino a los que cantaba. Sabía que ya no podría cruzar unas palabras con él ni preguntarle por Lorca mientras le leía “Alma ausente”, ni pedirle que cantara “Uno de los dos no puede estar equivocado” una última vez para mí como si fuera ese joven amigo que llena Fuencarral con su sonrisa a pesar de su grito de rabia contra la injusticia. Pero no me sentí tan triste, hacía años que había comprendido que nunca moriría, que ya había hecho suficientes méritos para burlarse con ternura del enfado permanente de la Parca, si hablaba tanto de la muerte es porque creía en la vida.

El tiempo pasa rápido, me acuerdo del concierto, cinco años y sé que estuve allí, en el Palacio de los Deportes que había cambiado de nombre, acompañado por mi mujer, que compartimos un buen tiempo con personas de quienes, acaso, no llegué a saber cómo se llamaban pero recuerdo que les brillaban los ojos cuando hablaban de él y volvían a edificar algunos de sus monumentos, que estuve en una nube y hubo momentos que no supe distinguir una canción de otra, ya sé que parecerá extraño, ya sabía que, según mi costumbre, iría recuperando toda la información según fuera pasando el tiempo y los recuerdos se convirtieran en leyenda. Era igual, estaba allí, a priori pensaba que setenta y ocho años eran demasiados para soportar el desgaste de las giras, apenas unos minutos y ya me había dado cuenta de que el hombre que alguna vez tuvo un ataque de pánico sobre el escenario había hecho un pacto secreto con él, que se desenvolvía con soltura entre la gente que había elegido que le acompañaran en la última etapa de su viaje, que iba de un lugar a otro dándole gracias a la vida.

Aún tenía muchas cosas que contar y lo hizo, aunque tuvo alguna mala racha, se mantuvo siempre con un nivel de creatividad alto cuando no excelso. Hay quien habla con orgullo de sus últimas canciones, un epílogo digno de uno de los mejores poetas de nuestro tiempo.

Me costó mucho escribir esta reseña, Juan Carlos, no sabría darte una razón convincente; no tenía nada claro lo que quería que decir y eso, estando el Brel de sus últimos días en mi mente, me resultaba molesto y, casi, desdeñoso.

No tengo esta canción entre mis preferidas (Orly, he cambiado de opinión a fuerza de mirarla a los ojos) pero siempre me ha dado la impresión de que para su autor era muy importante, no sé si ese amor que se desgarra y presiente la cercanía de la fosa representaba su propia vida en ese momento que era consciente de que se apagaba.

Debe ser un calvario escribir mientras todo se va perdiendo y falta el aliento, concentrarse en la música mientras se le está yendo la vida. Pero, quizás, como pilotar aviones, barcos y soñar que los Mares del Sur seguían siendo los mismos que de niño imaginara, le ayudara a paliar el dolor que lo estaba destruyendo.

(16 de noviembre de 2017)

Aquí estamos, Juan Carlos, en cuestiones importantes, esas que percibimos pero apenas se pueden explicar. Me alegro, no sabes cuánto, de que disfrutes en tu relación con la poesía, además tienes campos abiertos para derramar en ellos tu cultura, tienes la música para marcarte el ritmo y el buen gusto para saber qué referencias tienen las huellas más profundas para saber que camino seguir.

Sería pretencioso de mi parte que te dijera que tienes que trabajar más, todos tenemos que hacerlo, y ya sabes que por ahí van diciendo que a los andaluces no nos gusta el trabajo. Será por ello que abundan los poetas en nuestra tierra. A veces un poema que se ha escrito en menos de un minuto va precedido de horas de meditaciones que, aparentemente, tenían poco que ver con él.

Me resulta interesante que, como yo, empezaras a escribir poemas con quince años, una coincidencia más, no tan importante como la de nuestra devoción por la música.

Sin tener una definición clara de la poesía, te diría que en estos momentos la veo como el arte de transmitir un mensaje con el menor número de palabras posible. Creo que el poeta es capaz de hacerse reconocer en tres o cuatro poemas por los que los alumnos de Bachillerato lo odiarían ya que ocuparían no menos de quince folios en un comentario de texto.

(11 de noviembre de 2017)

No es la reseña de la que esté más satisfecho pero se queda cerca de ello, Soledad. En un disco tardío y memorable, de entre todas me quedé con esta canción (Ver a un amigo llorar), sé qué en su interior pude desarrollar un tema que me rondaba desde el dolor de la adolescencia, sobre cartas que van menguando de tamaño o que llegan a desaparecer inundadas por el desapego o la distancia.

No quedé satisfecho de mis aproximaciones a Cohen en verso, quiero pensar que no se enfadaría conmigo por estas interpretaciones de exegeta desorientado. Aquí la distancia no la marcaría el idioma sino la experiencia con respecto a las cartas de cada uno.

(11 de noviembre de 2017)
La cuerda cortada puede volver a anudarse,
vuelve a aguantar, pero
está cortada.

Quizá volvamos a tropezar, pero allí
donde me abandonaste
no volverás a encontrarme.

(Bertolt Brecht)

Quizás sea una situación que ilustre lo que ahora asiento, Fanny, quizás Brecht hable de amor cuando yo hablo de amistad. No hay ninguna duda en este caso de que fui yo el que rompió la cuerda, el que no supo resolver un problema creado por mi imprudencia.

Difícilmente las cosas volverán a ser como antes, ella podrá estar allí, pero difícilmente yo podré alcanzar el lugar que el destino hizo que profanara.

De igual forma yo perdonaría pero me seguiría doliendo que alguien empezara a recordar que me amó una noche fría, pensaría lo terrible que es que hubiera habido un tiempo que me hubiera borrado de su memoria.

(7 de noviembre de 2017)
Es un problema que se da con cierta frecuencia, Tara, tú y yo, rigurosamente, aferrándonos a la tierra, somos africanos pero nadie podrá negar que espiritualmente somos tan europeos como alguien que ha nacido en Madrid o en Roma.

Ceuta y Melilla llevan vidas paralelas, recuperadas en el siglo XV, tienen un número de habitantes similar y una composición de la población parecida. Estamos atrapados en una encrucijada perversa, sobre todo ahora que la corrección política se impone sobre la verdad, y ésta es que la idea de Europa está siendo desplazada, que nuestros jóvenes no vuelven de la universidad a la primera oportunidad que tienen, que las cruces que nos oprimieron con la idea obsesiva del Infierno cada vez tienen que subir una cuesta más empinada, que el musulmán ceutí ha perdido en los últimos años una marca razonable de Occidente, acuciado y atemorizado moralmente por un sesgo conservador de los que han llegado de Marruecos imponiendo los velos y los pañuelos como si fuera algo inherente a su religión.

Comprenderás que una persona que hable el castellano a duras penas y sea indiferente a la Cuestión catalana, cuando tiene carnet tenga los mismos derechos que nosotros pero no piensa en los mismos mitos que nos sustentan; puede votar, recibir subvenciones, moverse por toda la anchura de Europa, pero aunque sea buena persona no es nuestro compatriota ya que no conoce ni quiere conocer nuestra identidad aunque pueda elegir a nuestros representantes, aquellos que un día no muy lejano nos llevará hacia la muerte.

(6 de noviembre de 2017)

Recuerdo la segunda vez que vi "Matar a un ruiseñor". Estaba rodeado por mis tres hijos y dos de mis sobrinos. Recuerdo que nos emocionamos, que tuve sensaciones como si no la hubiera visto antes, que los pobres blancos tenían necesidad de maltratar a los negros para sentirse alguien mientras le seguían el juego a los ricos. La Depresión hizo que se alcanzaran cotas de racismo inimaginables.

Mathew es como es y deseo que siga siendo así, juega en la playa donde son iguales todos los niños del mundo. Como dijo Brel; el problema se crea cuando dejamos de ser niños.

(4 de noviembre de 2017)
No habléis de amor.
Ya conozco esta palabra,
está durmiendo en mi memoria,
y no quiero turbar el sueño
de los sentimientos que han muerto.
Los sonidos del silencio es, quizás, el álbum más comprometido del dúo neoyorquino y, sin duda, el peor tratado por la crítica. A ello contribuyó la precipitación para aprovechar el tirón de los sonidos del silencio, alimentarse de un trabajo artesanal que Paul había grabado en Inglaterra y, sobre todo, la crítica de rebeldía juvenil que dinamitaba sin contemplación la falta de entrañas de la gran ciudad respecto a las relaciones humanas.

I am a rock es una canción soberbia en la que no podemos obviar ni un solo verso, uno de los grandes poemas de Paul, una de sus antológicas frustraciones que se hace literatura con un gran peso específico, creo que no da un respiro, canta la muerte de la comunicación, es una apología al aislamiento. Una canción olvidada porque nadie ha querido mirarla a la cara.

(4 de noviembre de 2017)

Los consejos están, Juan Carlos, para, casi nunca escucharlos y nunca seguirlos, con alguna excepción. Creo que tú estás en ello y estás en plena lucha con tu hambre de eclecticismo. He vivido en una isla y, ya se sabe, que las islas son proclives a facilitar las mutaciones, se puede acertar al seguir unos pasos y también justamente al no seguirlos. Lo fundamental es saber cuando se debe hacer una u otra cosa. El tiempo está de tu lado, también tus ansias de saber; la poesía es un juego muy peligroso e importante, una ruleta rusa en cada verso, hay que pensar un poco antes de disparar.

(29 de octubre de 2017)

Otro ladrillo en el muro

Me preocupa la situación catalana aunque la independencia se vea cada vez más lejos. El adoctrinamiento en las escuelas ha tenido y tiene tintes fascistoides, exclusivistas y. Xenófobos, para ellos España es una perra que ya no tiene amo, el resto de españoles somos de una raza inferior, como diría Unamuno "serán vencidos pero no convencidos", son el huevo de la serpiente de Bergman.

Es escalofriante pensar que más del cuarenta por ciento de los catalanes piense así.

(26 de octubre de 2017)

Me gustan Hombres G aunque los rockeros me gruñan. Desparpajo, juegos conceptuales, referencias coetáneas que siguen siendo actualidad, un toque naïf que refresca como la lluvia de verano y, por encima de todo, el llanto sin lágrimas del muchacho herido, hasta Carlos Gardel se hubiera asombrado del partido artístico que se le puede sacar a unos cuernos.

(26 de octubre de 2017)

Me contaron, Simón, que las muchachas gritaban en estado de trance, quizás ninguna gritó tanto como mi prima Pepa, era tan espontánea y buscaba en los conciertos la alegría que le negaba su situación económica en su vida cotidiana. Me dijeron, entonces no lo consideré una exageración, que las muchachas le tiraban los lazos que llevaban en el pelo como si fueran flores.

Simón ha comentado "Camilo Sesto - Piel de ángel - Yo soy así."
21 oct 2017
Yo hablo en general, de acuerdo a tu respuesta. No te hago cargo de la cuestión. Hablo de la generalidad, aunque personalice. Y hablo así por lo que veo escrito, nada más. Comento lo que leo, en la forma en que lo interpreto, que quizás no es justamente lo que el autor tiene en su mente, pero no podemos dejar de lado que yo soy el lector.

Es eso, nada más. Una conversación. Un poco de pensamiento, que me niego a llamar filosofía, porque todavía me queda comentarte lo de Saint-Exupery y mi propia visión de eso.

Así que "hago palabra o hago diálogo o hago pensamiento", nunca "filosofía, cuestión o ideología".


21 oct 2017
Bueno, Simón, yo solo tenía 14 años y la entrada valía, creo recordar, 400 pesetas, un precio alto para la época, y mi madre no me habría dado el dinero y, además era a una hora que no hacía aconsejable que un muchacho de mi edad volviera solo a casa, mis hermanas mayores y mi prima no lo harían hasta unas horas después de que hubiera acabado el concierto.

Francisco Enrique León ha comentado "Camilo Sesto - Piel de ángel - Yo soy así."
21 oct 2017
Fui tan ingrato, Simón, que un día empecé a reír con los chistes sin gracia que hacían hablar a alguien que no quería bajo la amenaza de hacerle escuchar sin pausa una canción de Camilo Sesto. Ya ves, tengo a "Solo un hombre" como uno de los discos más importantes de mi vida, tengo el vacío de no haber aprovechado la única oportunidad de haber visto al cantante de Alcoy cuando estaba en todo su esplendor; Memorias, Getsemaní, Llueve sobre mojado, Ayudadme son canciones que escucharé siempre.
17 oct 2017
Escuchaba, era muy pequeño, a Julio Iglesias antes de su eclosión mundial y no era desdeñable lo que hacía, miraba los títulos de crédito y el firmaba algunas de las composiciones, te dejo unos enlaces de algunas de ellas, pueden llegar a sorprenderte. Siempre he buscado canciones y no intérpretes. Ha sido un crooner con toda la carga negativa que puede tener esta palabra, pero no ha estado exento de calidad muchas veces.

Te las envío por correo; Río rebelde de Cholo Aguirre se encuentra ahí en la transición.

Un abrazo.

Francisco Enrique León ha comentado "Patxi Andión - Si la ves"
17 oct 2017
No te equivocabas, Jerónimo, en lo que verdaderamente importa; el se sentía vasco y de allí procedía su familia.

Podríamos estar hablando sin parar de lo que representaron aquellos años, sé que tuvimos un privilegio cuyo recuerdo nos acompañarán hasta que muramos; ¿Dónde está ahora Kafka? ¿Dónde Buñuel? ¿Dónde el Serrat más entrañable y hondo? Las cosas ahora van demasiado deprisa y solo unos pocos miran hacia atrás sabiendo que no todo se ha perdido.

Un abrazo, Joaquín, en lo fundamental casi nunca te equivocas; yo soy de Tolosa Latour, una calle humilde de Cádiz donde penetra el mar y perdí la juventud aunque mi carnet no lo diga.
En respuesta a un comentario de Joaquín Galán

Francisco Enrique León ha comentado "Patxi Andión - Si la ves"
17 oct 2017
Supongo, Simón, que en España y en Argentina, tenemos tanto donde elegir que arrinconamos a aquellos que en otros países serían objeto de culto y admiración, solo hay que echar un vistazo a la lista de los mejores álbumes del rock cantado en castellano para darnos cuenta de ello; la conexión hispano-argentina; Los Rodríguez, Moris, Tequila... es un ejemplo de ello.

Patxi Andión tuvo su espacio y sus seguidores, representó una forma peculiar de rebelarse contra una dictadura y supo variar su discurso cuando ésta terminó. Cuando fui a verlo no supe si conocía de antes "Con toda la mar detrás" y me emocioné porque es una canción recia y hermosa que su voz grave nos entregó mientras el levante golpeaba los muros del Siete Colinas y mi corazón se dejaba mecer por las olas del recuerdo.

No me sorprende ya la vastedad de tus conocimientos, Simón, eres diferente a lo que se lleva en estos días, por suerte para nosotros.

En respuesta a un comentario de Simón

Joaquín Galán ha comentado "Patxi Andión - Si la ves"
17 oct 2017
Hola F. Enrique.Siempre pensé que Patxi Andión era vasco aunque creo que estaba muy ligado a esa tierra.Lo escuché bastante en los 70 (en esa década se quedó varada por siempre mi juventud)y me gustaba,de su obra, sobre todo las letras,lo consideré siempre un buen poeta comprometido con la época.
De los temas que más me gustaban destaco estos dos que son los que más escuché: Palabras y Samaritana sin olvidar el gran tema que es Rogelio por su mensaje humano.


Yo también creía que se había retirado hacía muchos años,para mí ha sido una sorpresa saber que aún canta.

Un abrazo

Simón ha comentado "Patxi Andión - Si la ves"
16 oct 2017
Hola Francisco. Hace uno o dos años estuvo en Argentina y vino a mi ciudad. Yo lo conocía, porque mi viejo me había llevado a verlo, en alguna gira anterior y cuando yo era bastante más chico.
A él le gustaba realmente Patxi Andión, porque puede ser que se identificara con sus épocas de juventud protestona y solidaria. Él, mi viejo, cuando hubo internet, fue una de las primera colecciones de música que se bajó. En aquel momento usaba el Ares y a veces había que esperar toda la noche para que hubiera flujo y se pudieran bajar los discografías que uno había ansiado siempre y que no había podido conseguir.
Me acuerdo como si fuera ahora que el primer tema que escuché de Patxi Andión era uno que decía: "pierdo mi fe de macho, entre tu piel" y lo escuché porque yo era chiquito y mi viejo se lo estaba cantando a mi vieja.
Creo que nos quedamos atados a las músicas y a los autores que nos hacen acordar a sentimientos que nos marcaron.


Un abrazo grande!

15 oct 2017
Adquiriendo cultura musical gracias en parte a ti Francisco, y seguimos con el folkn orteamericano, y el funk y el jazz y el soul y el rock y la balada (mientras no me pongas a Julio iglesias padre todo va bien)

Francisco Enrique León ha comentado "Viejos amigos."
15 oct 2017
Parece, Juan Carlos, que estás hablándome de mí mismo, uno de mis defectos más pronunciados, tengo muchos, es que espero demasiado a decir las cosas y cuando lo hago se me nubla un poco la razón, este escrito puede ser un ejemplo de ello. Si a ti te pasa lo mismo, no es tan preocupante como en mi caso; te llevo unos cuantos años.

Francisco Enrique León ha comentado "Patxi Andión - Si la ves"
15 oct 2017
Tampoco yo lo tenía como cantante de cabecera, pero tenía su punto, como se decía entonces, y me caía francamente bien. He vuelto a colgar Rogelio, una canción estupenda que junto a Hilario Camacho y poco más, era lo único en castellano de lo que se solía hablar en el grupito; cuando reconocía mi debilidad por Serrat era frecuente que se escaparan unas risitas, bueno eso de ser joven es maravilloso pero se tiene unas tonterías insoportables.

Re: Carta a Juan Carlos sobre la poesía

Publicado: Lun, 26 May 2025 0:02
por F. Enrique
F. Enrique escribió: Dom, 25 May 2025 17:37 Creo, Juan Carlos, que la poesía puede ser más sencilla de lo que creemos aunque dura porque requiere un gran esfuerzo; escuchar muchas canciones, acertar con los autores que leemos y tener capacidad para discernir lo importante en su obra. No es cuestión de perseguir un unicornio, no es ahogar tu impulso en el canto de las sirenas. La poesía no es una diosa que nos pida que la adoremos, que la escribamos con mayúsculas, es simplemente tener ganas de acometerla asumiendo las dificultades de su ejecución, sabiendo que no siempre salen las cosas bien, aceptando un tiempo que puede parecernos estéril y que, con frustraciones dejando su reguero en el camino, nos va formando aunque no lo percibamos.

Tienes alma de poeta, esto no garantiza por sí mismo escribir una buena poesía, pero te dota de una sensibilidad precisa que te ayudará a saber cuándo la encuentras entre tus versos Los eclécticos tenemos la condena de que nos abrimos encrucijadas de direcciones, llevamos a la vez demasiados proyectos, solo nos concentramos en un único objetivo cuando viene dado por una exigencia externa, y casi nunca la tenemos.

Pensé que esta entrada la tenía en borradores y fue una sorpresa agradable cuando me encontré una respuesta, más aún cuando comprobé que era tuya, tengo fe en ti, el hombre siempre está por encima del poeta, no nos valen los preciosistas si no tienen apenas nada qué decir.

Brel decía que talento era tener ganas de hacer algo. A ti te sobran.

(12 de julio de 2018)

Es curioso, Francisco,como a través de otros autores se puede llegar a conocer la esencia de una artista y persona como Marilyn. Tu poema es un ejemplo de ello y un ejercicio nada facil de expresar en la manera en que lo has hecho. Nos llega esa persona que nunca de dejó de ser niña, ingenuamente bella, sin filtros. Lo más opuesto al esnobismo que se le exigía y se le siguen exigiendo a los artistas (sobre todo en aquellos años).

Otro autor que me llevó a ella fue Truman Capote en uno de sus relatos. Este poema me ha recordado mucho a la sensación que me dejó este último.

Siempre vista como un mero icono para muchos, el tópico de rubia estrella de cine y objeto de deseo (que por cierto, no era tan rubia). Se rompen aquí todos esos esquemas, se muestra aquí toda su sinceridad sin calcular y también su fragilidad.

(Juan Carlos - 24 de mayo de 2018)


Hablé con un amigo nuestro, Tara, de lo que significaba la poesía para algunos poetas y llegamos a la conclusión de que cualquiera distingue un poema y que, ni siquiera las cumbres más altas, saben definir de una forma convincente lo que es poesía.

Personalmente me acerco a lo que citas de Lorca ( La poesía no quiere adeptos, sino amantes) y, más aún, a lo que solía decir el historiador del arte, Ernst Gombrich, te lo resumo en lo que creo que es la esencia; La poesía no existe, existen los poetas. Por supuesto que no llegaré a ningún lugar como exegeta del poeta boloñés, pero he escrito cosas teniéndolo como referencia de las que me siento satisfecho y sé que si no interesa, por regla general, a los demás es porque en estos días la gente se ha quedado solo con la primera proposición de Gombrich y no quiere pasar a comprobar la segunda.

En lo personal están siendo días buenos a pesar de los problemas que es difícil que no aparezcan cuando se tiene una familia clánica. En lo de la poesía en vez de escribirla estoy analizando lo que he escrito por si puedo mejorarlo o expresar con mayor claridad lo que perseguía.

(13 de enero de 2018)

Intenté decir algo, Juan Carlos, me lo dijo mi mujer al despertarme una mañana y volví a buscar la entrada que certificaba que alguna vez estuve allí mientras evocaba la isla donde conoció a Marianne con total certeza, donde, probablemente, la perdió. Me hubiera gustado estar inspirado y encontrar las palabras que expresaran mi desconcierto en una oración que hablara de los hombres sin destino a los que cantaba. Sabía que ya no podría cruzar unas palabras con él ni preguntarle por Lorca mientras le leía “Alma ausente”, ni pedirle que cantara “Uno de los dos no puede estar equivocado” una última vez para mí como si fuera ese joven amigo que llena Fuencarral con su sonrisa a pesar de su grito de rabia contra la injusticia. Pero no me sentí tan triste, hacía años que había comprendido que nunca moriría, que ya había hecho suficientes méritos para burlarse con ternura del enfado permanente de la Parca, si hablaba tanto de la muerte es porque creía en la vida.

El tiempo pasa rápido, me acuerdo del concierto, cinco años y sé que estuve allí, en el Palacio de los Deportes que había cambiado de nombre, acompañado por mi mujer, que compartimos un buen tiempo con personas de quienes, acaso, no llegué a saber cómo se llamaban pero recuerdo que les brillaban los ojos cuando hablaban de él y volvían a edificar algunos de sus monumentos, que estuve en una nube y hubo momentos que no supe distinguir una canción de otra, ya sé que parecerá extraño, ya sabía que, según mi costumbre, iría recuperando toda la información según fuera pasando el tiempo y los recuerdos se convirtieran en leyenda. Era igual, estaba allí, a priori pensaba que setenta y ocho años eran demasiados para soportar el desgaste de las giras, apenas unos minutos y ya me había dado cuenta de que el hombre que alguna vez tuvo un ataque de pánico sobre el escenario había hecho un pacto secreto con él, que se desenvolvía con soltura entre la gente que había elegido que le acompañaran en la última etapa de su viaje, que iba de un lugar a otro dándole gracias a la vida.

Aún tenía muchas cosas que contar y lo hizo, aunque tuvo alguna mala racha, se mantuvo siempre con un nivel de creatividad alto cuando no excelso. Hay quien habla con orgullo de sus últimas canciones, un epílogo digno de uno de los mejores poetas de nuestro tiempo.

Me costó mucho escribir esta reseña, Juan Carlos, no sabría darte una razón convincente; no tenía nada claro lo que quería que decir y eso, estando el Brel de sus últimos días en mi mente, me resultaba molesto y, casi, desdeñoso.

No tengo esta canción entre mis preferidas (Orly, he cambiado de opinión a fuerza de mirarla a los ojos) pero siempre me ha dado la impresión de que para su autor era muy importante, no sé si ese amor que se desgarra y presiente la cercanía de la fosa representaba su propia vida en ese momento que era consciente de que se apagaba.

Debe ser un calvario escribir mientras todo se va perdiendo y falta el aliento, concentrarse en la música mientras se le está yendo la vida. Pero, quizás, como pilotar aviones, barcos y soñar que los Mares del Sur seguían siendo los mismos que de niño imaginara, le ayudara a paliar el dolor que lo estaba destruyendo.

(16 de noviembre de 2017)

Aquí estamos, Juan Carlos, en cuestiones importantes, esas que percibimos pero apenas se pueden explicar. Me alegro, no sabes cuánto, de que disfrutes en tu relación con la poesía, además tienes campos abiertos para derramar en ellos tu cultura, tienes la música para marcarte el ritmo y el buen gusto para saber qué referencias tienen las huellas más profundas para saber que camino seguir.

Sería pretencioso de mi parte que te dijera que tienes que trabajar más, todos tenemos que hacerlo, y ya sabes que por ahí van diciendo que a los andaluces no nos gusta el trabajo. Será por ello que abundan los poetas en nuestra tierra. A veces un poema que se ha escrito en menos de un minuto va precedido de horas de meditaciones que, aparentemente, tenían poco que ver con él.

Me resulta interesante que, como yo, empezaras a escribir poemas con quince años, una coincidencia más, no tan importante como la de nuestra devoción por la música.

Sin tener una definición clara de la poesía, te diría que en estos momentos la veo como el arte de transmitir un mensaje con el menor número de palabras posible. Creo que el poeta es capaz de hacerse reconocer en tres o cuatro poemas por los que los alumnos de Bachillerato lo odiarían ya que ocuparían no menos de quince folios en un comentario de texto.

(11 de noviembre de 2017)

No es la reseña de la que esté más satisfecho pero se queda cerca de ello, Soledad. En un disco tardío y memorable, de entre todas me quedé con esta canción (Ver a un amigo llorar), sé qué en su interior pude desarrollar un tema que me rondaba desde el dolor de la adolescencia, sobre cartas que van menguando de tamaño o que llegan a desaparecer inundadas por el desapego o la distancia.

No quedé satisfecho de mis aproximaciones a Cohen en verso, quiero pensar que no se enfadaría conmigo por estas interpretaciones de exegeta desorientado. Aquí la distancia no la marcaría el idioma sino la experiencia con respecto a las cartas de cada uno.

(11 de noviembre de 2017)
La cuerda cortada puede volver a anudarse,
vuelve a aguantar, pero
está cortada.

Quizá volvamos a tropezar, pero allí
donde me abandonaste
no volverás a encontrarme.

(Bertolt Brecht)

Quizás sea una situación que ilustre lo que ahora asiento, Fanny, quizás Brecht hable de amor cuando yo hablo de amistad. No hay ninguna duda en este caso de que fui yo el que rompió la cuerda, el que no supo resolver un problema creado por mi imprudencia.

Difícilmente las cosas volverán a ser como antes, ella podrá estar allí, pero difícilmente yo podré alcanzar el lugar que el destino hizo que profanara.

De igual forma yo perdonaría pero me seguiría doliendo que alguien empezara a recordar que me amó una noche fría, pensaría lo terrible que es que hubiera habido un tiempo que me hubiera borrado de su memoria.

(7 de noviembre de 2017)
Es un problema que se da con cierta frecuencia, Tara, tú y yo, rigurosamente, aferrándonos a la tierra, somos africanos pero nadie podrá negar que espiritualmente somos tan europeos como alguien que ha nacido en Madrid o en Roma.

Ceuta y Melilla llevan vidas paralelas, recuperadas en el siglo XV, tienen un número de habitantes similar y una composición de la población parecida. Estamos atrapados en una encrucijada perversa, sobre todo ahora que la corrección política se impone sobre la verdad, y ésta es que la idea de Europa está siendo desplazada, que nuestros jóvenes no vuelven de la universidad a la primera oportunidad que tienen, que las cruces que nos oprimieron con la idea obsesiva del Infierno cada vez tienen que subir una cuesta más empinada, que el musulmán ceutí ha perdido en los últimos años una marca razonable de Occidente, acuciado y atemorizado moralmente por un sesgo conservador de los que han llegado de Marruecos imponiendo los velos y los pañuelos como si fuera algo inherente a su religión.

Comprenderás que una persona que hable el castellano a duras penas y sea indiferente a la Cuestión catalana, cuando tiene carnet tenga los mismos derechos que nosotros pero no piensa en los mismos mitos que nos sustentan; puede votar, recibir subvenciones, moverse por toda la anchura de Europa, pero aunque sea buena persona no es nuestro compatriota ya que no conoce ni quiere conocer nuestra identidad aunque pueda elegir a nuestros representantes, aquellos que un día no muy lejano nos llevará hacia la muerte.

(6 de noviembre de 2017)

Recuerdo la segunda vez que vi "Matar a un ruiseñor". Estaba rodeado por mis tres hijos y dos de mis sobrinos. Recuerdo que nos emocionamos, que tuve sensaciones como si no la hubiera visto antes, que los pobres blancos tenían necesidad de maltratar a los negros para sentirse alguien mientras le seguían el juego a los ricos. La Depresión hizo que se alcanzaran cotas de racismo inimaginables.

Mathew es como es y deseo que siga siendo así, juega en la playa donde son iguales todos los niños del mundo. Como dijo Brel; el problema se crea cuando dejamos de ser niños.

(4 de noviembre de 2017)
No habléis de amor.
Ya conozco esta palabra,
está durmiendo en mi memoria,
y no quiero turbar el sueño
de los sentimientos que han muerto.
Los sonidos del silencio es, quizás, el álbum más comprometido del dúo neoyorquino y, sin duda, el peor tratado por la crítica. A ello contribuyó la precipitación para aprovechar el tirón de los sonidos del silencio, alimentarse de un trabajo artesanal que Paul había grabado en Inglaterra y, sobre todo, la crítica de rebeldía juvenil que dinamitaba sin contemplación la falta de entrañas de la gran ciudad respecto a las relaciones humanas.

I am a rock es una canción soberbia en la que no podemos obviar ni un solo verso, uno de los grandes poemas de Paul, una de sus antológicas frustraciones que se hace literatura con un gran peso específico, creo que no da un respiro, canta la muerte de la comunicación, es una apología al aislamiento. Una canción olvidada porque nadie ha querido mirarla a la cara.

(4 de noviembre de 2017)

Los consejos están, Juan Carlos, para, casi nunca escucharlos y nunca seguirlos, con alguna excepción. Creo que tú estás en ello y estás en plena lucha con tu hambre de eclecticismo. He vivido en una isla y, ya se sabe, que las islas son proclives a facilitar las mutaciones, se puede acertar al seguir unos pasos y también justamente al no seguirlos. Lo fundamental es saber cuando se debe hacer una u otra cosa. El tiempo está de tu lado, también tus ansias de saber; la poesía es un juego muy peligroso e importante, una ruleta rusa en cada verso, hay que pensar un poco antes de disparar.

(29 de octubre de 2017)

Otro ladrillo en el muro

Me preocupa la situación catalana aunque la independencia se vea cada vez más lejos. El adoctrinamiento en las escuelas ha tenido y tiene tintes fascistoides, exclusivistas y. Xenófobos, para ellos España es una perra que ya no tiene amo, el resto de españoles somos de una raza inferior, como diría Unamuno "serán vencidos pero no convencidos", son el huevo de la serpiente de Bergman.

Es escalofriante pensar que más del cuarenta por ciento de los catalanes piense así.

(26 de octubre de 2017)

Me gustan Hombres G aunque los rockeros me gruñan. Desparpajo, juegos conceptuales, referencias coetáneas que siguen siendo actualidad, un toque naïf que refresca como la lluvia de verano y, por encima de todo, el llanto sin lágrimas del muchacho herido, hasta Carlos Gardel se hubiera asombrado del partido artístico que se le puede sacar a unos cuernos.

(26 de octubre de 2017)

Me contaron, Simón, que las muchachas gritaban en estado de trance, quizás ninguna gritó tanto como mi prima Pepa, era tan espontánea y buscaba en los conciertos la alegría que le negaba su situación económica en su vida cotidiana. Me dijeron, entonces no lo consideré una exageración, que las muchachas le tiraban los lazos que llevaban en el pelo como si fueran flores.

21 oct 2017
Yo hablo en general, de acuerdo a tu respuesta. No te hago cargo de la cuestión. Hablo de la generalidad, aunque personalice. Y hablo así por lo que veo escrito, nada más. Comento lo que leo, en la forma en que lo interpreto, que quizás no es justamente lo que el autor tiene en su mente, pero no podemos dejar de lado que yo soy el lector.

Es eso, nada más. Una conversación. Un poco de pensamiento, que me niego a llamar filosofía, porque todavía me queda comentarte lo de Saint-Exupery y mi propia visión de eso.

Así que "hago palabra o hago diálogo o hago pensamiento", nunca "filosofía, cuestión o ideología".


Francisco Enrique León ha comentado "Camilo Sesto - Piel de ángel - Yo soy así."

21 oct 2017
Bueno, Simón, yo solo tenía 14 años y la entrada valía, creo recordar, 400 pesetas, un precio alto para la época, y mi madre no me habría dado el dinero y, además era a una hora que no hacía aconsejable que un muchacho de mi edad volviera solo a casa, mis hermanas mayores y mi prima no lo harían hasta unas horas después de que hubiera acabado el concierto.

Simón ha comentado "Camilo Sesto - Piel de ángel - Yo soy así."
21 oct 2017
Yo creo que todas las cosas tienen su tiempo, Francisco.
Quizás en aquel momento no estabas espiritualmente preparado para adaptar tu razón a determinadas músicas.
A veces hay cosas que solamente los años explican, amigo querido.
Un abrazo grande!!

Francisco Enrique León ha comentado "Camilo Sesto - Piel de ángel - Yo soy así."
21 oct 2017
Fui tan ingrato, Simón, que un día empecé a reír con los chistes sin gracia que hacían hablar a alguien que no quería bajo la amenaza de hacerle escuchar sin pausa una canción de Camilo Sesto. Ya ves, tengo a "Solo un hombre" como uno de los discos más importantes de mi vida, tengo el vacío de no haber aprovechado la única oportunidad de haber visto al cantante de Alcoy cuando estaba en todo su esplendor; Memorias, Getsemaní, Llueve sobre mojado, Ayudadme son canciones que escucharé siempre.
Francisco Enrique León ha comentado "Luis Cernuda - El Sur"
15 oct 2017
Creo sinceramente, Tara, que la mayoría de los premios literarios están amañados, aunque las razones muchas veces sean sentimentales no les exime de culpa, y no lo digo porque yo no haya ganado ninguno sino porque he leído las obras que lo hicieron y sentí impotencia y escalofrío. Pero no lo dejes, algunos hay que no se venden, lo malo es que no sabemos cuales son ni el año que le toca a un jurado ser justo.

Después de haber tocado con la mano
la democracia de la nueva frontera,
abre su bolso
y no busca el pintalabios
para impregnar sus besos en los espejos
de los bazares
del Paseo de las Palmeras
donde se exhiben las conchas de los Mares del Sur
y los gatos se visten de verde cuando el viento
acaricia el norte de la bahía,
sino para dibujar en las paredes
el aullido recitado en las calles
cuando los derechos civiles no habían regresado
con los santos que se fueron de paseo,
para dejar su huella de carmín en las aguas
poco profundas
del atracadero de las horas muertas
donde duermen los viejos marineros que no volverán
a cruzar el foso,
donde sueñan los niños desde las barandillas
cuando hacen robona[5] y juegan a las cartas
con mujeres desnudas.

Yo sé qué Marilyn se siente confundida en este puente,
como esa mirada triste y miope que escruta
las facturas dolorosas que siempre se pagan,
como esa voz sin destino que se ahoga en un vaso de ginebra,
como esas manos temblorosas
que ya no escriben poemas de amor y esperanza
entre las flores que huelen a silencio
cuando se depositan en una lápida sin nombre,
sino anotaciones en las hojas
de la novela que Camus no pudo terminar mientras la leía.
(2012)