Editorial Alaire

RELAX
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En la oquedad de una roca
frente al cálido mar,
acomodo mi cuerpo... suspiro
entrecierro los ojos
y, los labios esbozan
una leve sonrisa
de complicidad y placer.

El placentero contacto
de las templadas piedras
-rescoldo del sol dormido-
suaviza mi rebeldía,
y respirando profundo
inhalo con ansia,
el tenue sabor de la noche.

Ya se cierne el manto oscuro
que silueta el entorno
y, el crepúsculo nocturno
nos muestra su repertorio,
de esas sombras silenciosas
con fantasmas y demonios.

"Es, la mente humana
que, -dando forma a sus miedos-
torna en monstruos la noche
el paisaje de la mañana".

Es hora de volar
mientras duermen las gaviotas.
El momento de soñar
contemplando las estrellas.
De dejarte acariciar
por la brisa marinera.
De volver a nuestro hogar
donde el amor nos espera.

"Alguien dijo una vez:
¡Se teme lo que no se conoce!
Más... se, de muy buena fe
de cosas que son de temer,
por lo bien que se conocen".

F. Marcos

Es hora de volar
mientras duermen las gaviotas.
El momento de soñar
contemplando las estrellas.

Buen poema del que destaco estos versos que me han encantado.

A volar con él.

Un abrazo.

Gracias por tu atención, compañero. Un abrazo.

Hola, Fernando.

Es cierto que tendemos a temer lo desconocido.

Nunca entendí esa frase para mí estúpida y poco inteligente: mejor malo conocido que bueno por conocer. Sí fuese al revés lo entendería pero así no.
Yo prefiero lo bueno conocido o no.

Así nos perdemos la vida, por miedo. Y casi siempre perdemos lo mejor., frente a lo malo o muy malo siempre viene algo mejor. Apenas un saltito nos separa en ocasiones para pasar el listón.

Un saludo.

Tienes razón, Antonia. Lo bueno siempre es bien recibido, venga de donde venga y de la forma que sea, y en cuanto a lo malo, la misma palabra es desechable. Y... cuando vengan maldades, (com to dices) una buena copa de vino nos ayudará a pasar el mal rato. Saludos.

Fernando Marcos Rentero escribió: ↑Mié, 16 Abr 2025 16:24
Es hora de volar
mientras duermen las gaviotas.
El momento de soñar
contemplando las estrellas.
De dejarte acariciar
por la brisa marinera.
De volver a nuestro hogar
donde el amor nos espera.

F. Marcos

Esta estrofa es Preciosa, te felicito, Fernando.
Me ha gustado leerte.

Saludos.

Estimada Marisa, siempre tan atenta y cercana. Es un placer leerte y tenerte en estas páginas. Saludos.

El mar para la singladura vital, loca la rosa de los vientos en el camino, nómada, sin estelas. El mar.

Placer leerte.
Fonda aperta, compañeiro.

Un abrazo, Xaime. Gracias.