Autorretrato
Publicado: Mar, 15 Abr 2025 13:13
DE LO QUE FUI Y LO QUE SOY
Nací a mediados de un espléndido mes, que
coloreó mi piel, algo cetrina, salpicada por
pequeñas pequitas que daban gracia al color
triste de base y en la casa familiar me apodaban “negrilla”.
Mis cabellos negro azabache recogidos en trenzas,
mis ojos a juego, negros… negrísimos,
no sé si tristes o preguntones.
El cuello alargado, estrecho al igual que las manos,
la nariz y las orejas dicen que eran hermosas,
la boca un poco grande, como el lobo
de la Caperucita de los cuentos,
aunque aún no he comido a la abuelita.
Eso era el retrato infantil, nada interesante.
Llegó la metamorfosis
y hay surcos en la tierra de mi cara,
problemas de visión y torpe oído,
vulnerable memoria.
Más algo permanece: la melena oscura
con los cabellos libres y al viento.
El gusto por los debates y aprender de todo,
siempre hay algo desconocido.
A pesar de haber perdido burbujas en el camino,
he aprendido que el silencio ayuda.
Hoy puedo hablar con la mirada.
Las manos pueden ser histriónicas.
Me encanta hacer reír y veros disfrutar,
busco siempre buenas conversaciones,
ensalzar el iceberg de lo bueno
y sumergir las piedras de lo malo.
Siempre intento el valor de la bondad
aunque no esté de moda.
Procuro no venderme trabajando
y tan sólo pretendo divertirme
y alquilarme para charlar.
Nací a mediados de un espléndido mes, que
coloreó mi piel, algo cetrina, salpicada por
pequeñas pequitas que daban gracia al color
triste de base y en la casa familiar me apodaban “negrilla”.
Mis cabellos negro azabache recogidos en trenzas,
mis ojos a juego, negros… negrísimos,
no sé si tristes o preguntones.
El cuello alargado, estrecho al igual que las manos,
la nariz y las orejas dicen que eran hermosas,
la boca un poco grande, como el lobo
de la Caperucita de los cuentos,
aunque aún no he comido a la abuelita.
Eso era el retrato infantil, nada interesante.
Llegó la metamorfosis
y hay surcos en la tierra de mi cara,
problemas de visión y torpe oído,
vulnerable memoria.
Más algo permanece: la melena oscura
con los cabellos libres y al viento.
El gusto por los debates y aprender de todo,
siempre hay algo desconocido.
A pesar de haber perdido burbujas en el camino,
he aprendido que el silencio ayuda.
Hoy puedo hablar con la mirada.
Las manos pueden ser histriónicas.
Me encanta hacer reír y veros disfrutar,
busco siempre buenas conversaciones,
ensalzar el iceberg de lo bueno
y sumergir las piedras de lo malo.
Siempre intento el valor de la bondad
aunque no esté de moda.
Procuro no venderme trabajando
y tan sólo pretendo divertirme
y alquilarme para charlar.