Editorial Alaire

Alejandro Costa escribió: ↑Mar, 01 Abr 2025 0:02 Quise caminar por las estrellas,
mientras recorría el secreto de los sueños,
y el cuerpo, ya maltrecho,
descansaba tras una jornada agotadora.

Y me vi rodeado de luceros, estrellas fugaces
y un manto de estrellas guardianes de la Luna;
todo parecía tan real, como extremadamente fabuloso,
y sentí un gran poder recorriendo mi cuerpo,
mi mente y mi alma,
mientras el corazón, relajado y exuberante,
se dejaba fundir ante tal imagen celestial.

Yo, flotaba por el cielo
con el carruaje que los sueños me habían concebido,
era dueño de mi ser y de la felicidad que transportaba,
y sentí que lo de ayer no existió
y que mañana sería derrocada para siempre.

Pero todo desapareció,
todo se quemó en la hoguera del amanecer,
se despertó el cuerpo, madrugó la cabeza,
y la realidad de la vida asesinó al mundo de las estrellas.

La vida es sueño,
—-ya lo dijo Calderón-—,
y los sueños,
la única fantasía de los plebeyos.

Ramón Carballal escribió: ↑Mar, 01 Abr 2025 8:59 Hay sueños que se viven con tal intensidad que parecen reales hasta que nos despertamos... Es muy bonito este sueño por el que paseas por el cielo entre estrellas y luceros. Nos vendría bien ser mas "soñadores". Me encantó la lectura. Un abrazo para ti.

Marisa Peral escribió: ↑Mié, 09 Abr 2025 13:07

Alejandro Costa escribió: ↑Mar, 01 Abr 2025 0:02 Quise caminar por las estrellas,
mientras recorría el secreto de los sueños,
y el cuerpo, ya maltrecho,
descansaba tras una jornada agotadora.

Y me vi rodeado de luceros, estrellas fugaces
y un manto de estrellas guardianes de la Luna;
todo parecía tan real, como extremadamente fabuloso,
y sentí un gran poder recorriendo mi cuerpo,
mi mente y mi alma,
mientras el corazón, relajado y exuberante,
se dejaba fundir ante tal imagen celestial.

Yo, flotaba por el cielo
con el carruaje que los sueños me habían concebido,
era dueño de mi ser y de la felicidad que transportaba,
y sentí que lo de ayer no existió
y que mañana sería derrocada para siempre.

Pero todo desapareció,
todo se quemó en la hoguera del amanecer,
se despertó el cuerpo, madrugó la cabeza,
y la realidad de la vida asesinó al mundo de las estrellas.

La vida es sueño,
—-ya lo dijo Calderón-—,
y los sueños,
la única fantasía de los plebeyos.

Arriba esta fantasía que se había ido a la segunda página.
Y sigamos soñando, Alejandro, porque lo que nos quede por vivir será más llevadero si lo soñamos.
Felicidades y un beso.

Ana García escribió: ↑Mié, 09 Abr 2025 13:25 Tocaste el cielo con este sueño. Qué bonito lugar nos pintas. Voy a acercarme cualquier noche si me lo permites.
Te felicito
Un beso.