¡Borracha de amor!
Publicado: Lun, 31 Mar 2025 13:30
El recuerdo es un año pasado que se queda. Esta es la noche en la que todos
se ponen en los ojos la venda, por lo que viene y por lo que se queda. Y en
esta algarabía de la ciudad borracha, donde va mi emoción sin compañero, yo
me acojo al recuerdo como un niño a una nana.
El diablo camina por las calles, con diez latas atadas en el rabo,
inventando piruetas mientras en la gran ciudad histérica la alegría de cada
cual va sola. Y la tristeza, y el hálito canalla de las mujeres ebrias.
Vestidos de locura, mi soledad y tu recuerdo marchan como dos penas.
¡Qué ácidas son las uvas de la ausencia!
Y ahora me pregunto:
¿Por qué razón estoy yo aquí? ¿Qué fuerza pudo más que tu amor, que me
llevaba al dulce destino de tu puerta? Pienso en que aún tienes retazos de
carbón en tus cabellos, y esos amados ojos que regaron por mí su clara
pleamar en tus ojeras.
Mientras en los labios se desangra la uva y las manos se buscan con la
efusión de ser hormigas en un mismo agujero, los pies hacen saltar el agua
fresca -un baño en ese estanque sabe a gloria-
La verdad se refleja pintada en hojas secas y la promesa de amarnos siempre
se va alargando. ¡Cómo me pierdo en los caminos hacia la devoción de tu
vereda, siempre recién llovida y con pájaros del trópico!
Y a mi lado la tristeza muda, toda una vida absurda, tiene el dolor de una
muchacha muerta... borracha de amor.
---
© MAR - Febrero 2003
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Respuesta de Blanca Sandino a mi poema ¡Borracha de amor!
Indah – 21/02/2003
LLUEVE TU AMOR
Llueve tu amor mojando mi memoria,...
V. Aleixandre
Acudiré, tenlo por cierto, a la próxima vida en que me aguardes;
iré (te dije que no me gusta nada despedirme) si fuera necesario
siguiendo antiguas ruta, mares, vías, ríos;
iré más allá; incluso más allá del silencio total que nos rodea.
Y despacio (despacio, muy despacio, como un beso)
levantaré una por una las matriuskas, tantas como hagan falta,
hasta encontrar entre sus caras mi sonrisa, y dentro, un mundo en miniatura
en el que la distancia no se mida en kilómetros ni millas.
Acudiré a la próxima vida en que me aguardes, quizá sea más tarde,
después de que la tierra arrope solícita mi cuerpo,
y en el tacto salobre del negro y el vacío (despacio, como un beso)
me rebose el corazón y el alma de tu ausencia.
Acudiré, y tú sabrás quién soy sin duda alguna,
cuando me veas despertando (despacio, muy despacio)
de un sueño del que se recuerda hasta el más mínimo detalle.
Acudiré. A deletreártelo entonces, despacio, como un beso,
porque ahora llueve: "llueve tu amor mojando mi memoria",
y temo que, por no ahogarla, deba abrirle camino hacia mis ojos.
Pero promete que has de esperarme; prométemelo amor, que tengo miedo,
no vaya despertarme (sin tu beso) perdida en el olvido
-igual que esas palabra que yo jamás recuerdo-
y mis lágrimas tenga de nuevo que llorar las mismas lágrimas,
y te busque (despacio como un beso) en el desconocido abrazo de cualquiera.
[©Indah. 2003]
se ponen en los ojos la venda, por lo que viene y por lo que se queda. Y en
esta algarabía de la ciudad borracha, donde va mi emoción sin compañero, yo
me acojo al recuerdo como un niño a una nana.
El diablo camina por las calles, con diez latas atadas en el rabo,
inventando piruetas mientras en la gran ciudad histérica la alegría de cada
cual va sola. Y la tristeza, y el hálito canalla de las mujeres ebrias.
Vestidos de locura, mi soledad y tu recuerdo marchan como dos penas.
¡Qué ácidas son las uvas de la ausencia!
Y ahora me pregunto:
¿Por qué razón estoy yo aquí? ¿Qué fuerza pudo más que tu amor, que me
llevaba al dulce destino de tu puerta? Pienso en que aún tienes retazos de
carbón en tus cabellos, y esos amados ojos que regaron por mí su clara
pleamar en tus ojeras.
Mientras en los labios se desangra la uva y las manos se buscan con la
efusión de ser hormigas en un mismo agujero, los pies hacen saltar el agua
fresca -un baño en ese estanque sabe a gloria-
La verdad se refleja pintada en hojas secas y la promesa de amarnos siempre
se va alargando. ¡Cómo me pierdo en los caminos hacia la devoción de tu
vereda, siempre recién llovida y con pájaros del trópico!
Y a mi lado la tristeza muda, toda una vida absurda, tiene el dolor de una
muchacha muerta... borracha de amor.
---
© MAR - Febrero 2003
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Respuesta de Blanca Sandino a mi poema ¡Borracha de amor!
Indah – 21/02/2003
LLUEVE TU AMOR
Llueve tu amor mojando mi memoria,...
V. Aleixandre
Acudiré, tenlo por cierto, a la próxima vida en que me aguardes;
iré (te dije que no me gusta nada despedirme) si fuera necesario
siguiendo antiguas ruta, mares, vías, ríos;
iré más allá; incluso más allá del silencio total que nos rodea.
Y despacio (despacio, muy despacio, como un beso)
levantaré una por una las matriuskas, tantas como hagan falta,
hasta encontrar entre sus caras mi sonrisa, y dentro, un mundo en miniatura
en el que la distancia no se mida en kilómetros ni millas.
Acudiré a la próxima vida en que me aguardes, quizá sea más tarde,
después de que la tierra arrope solícita mi cuerpo,
y en el tacto salobre del negro y el vacío (despacio, como un beso)
me rebose el corazón y el alma de tu ausencia.
Acudiré, y tú sabrás quién soy sin duda alguna,
cuando me veas despertando (despacio, muy despacio)
de un sueño del que se recuerda hasta el más mínimo detalle.
Acudiré. A deletreártelo entonces, despacio, como un beso,
porque ahora llueve: "llueve tu amor mojando mi memoria",
y temo que, por no ahogarla, deba abrirle camino hacia mis ojos.
Pero promete que has de esperarme; prométemelo amor, que tengo miedo,
no vaya despertarme (sin tu beso) perdida en el olvido
-igual que esas palabra que yo jamás recuerdo-
y mis lágrimas tenga de nuevo que llorar las mismas lágrimas,
y te busque (despacio como un beso) en el desconocido abrazo de cualquiera.
[©Indah. 2003]