Memoria
Publicado: Sab, 29 Mar 2025 19:24
Memoria
Que bueno disfrutar de una buena memoria, que me facilitara la comprensión
de todo cuanto veo, escucho y hasta olfateo al igual que una perra cualquiera.
A veces está tan lejana que una estrella brillante, perdida en la inmensidad azul del universo oxidado, se me antoja próxima, para recordar.
Hay viejas evocaciones que aunque no quiera, me vienen al cuerpo y me escalan hasta la mente, sin cuerda ni piolet, solo con la fuerza de sus dedos.
A veces esta mujer es muy malvada y se viste de harapos para después
aturullarme, eso le gusta mucho, es la reina de la confusión.
Otras veces se viste de gala y me siento orgullosa de tenerla conmigo, chasqueo los dedos y todo penetra en el destello de una luz diáfana y clara, pero la sabiduría de la naturaleza me indica que ya sea blanca y brillante,
o negra y opaca, olvida cosas que es prudente no recordar, de forma sesgada y sabia.
La memoria duele, te fustiga, te machaca, incluso transforma tus propias
verdades, todo eso que vamos viviendo y soportando, engañados o no, y finalmente desbordamos el chorro del recuerdo.
Que bueno disfrutar de una buena memoria, que me facilitara la comprensión
de todo cuanto veo, escucho y hasta olfateo al igual que una perra cualquiera.
A veces está tan lejana que una estrella brillante, perdida en la inmensidad azul del universo oxidado, se me antoja próxima, para recordar.
Hay viejas evocaciones que aunque no quiera, me vienen al cuerpo y me escalan hasta la mente, sin cuerda ni piolet, solo con la fuerza de sus dedos.
A veces esta mujer es muy malvada y se viste de harapos para después
aturullarme, eso le gusta mucho, es la reina de la confusión.
Otras veces se viste de gala y me siento orgullosa de tenerla conmigo, chasqueo los dedos y todo penetra en el destello de una luz diáfana y clara, pero la sabiduría de la naturaleza me indica que ya sea blanca y brillante,
o negra y opaca, olvida cosas que es prudente no recordar, de forma sesgada y sabia.
La memoria duele, te fustiga, te machaca, incluso transforma tus propias
verdades, todo eso que vamos viviendo y soportando, engañados o no, y finalmente desbordamos el chorro del recuerdo.