Ignacio Mincholed escribió: ↑Sab, 22 Mar 2025 19:16
corta los raíles de mantequilla
de cinco en cinco centímetros.
"Caminante, no hay camino, se hace camino al andar."
Machado
En mi vida, creo, no he leído tantas veces un poema. No es que te quiera tanto, es porque antes de comentar dejo reposar las lecturas, sobre todo cuando se trata de contenidos no aprehensibles de inmediato a mi intelecto. La otra razón es porque se me borró el comentario cuando iba a mandarlo, eso fue hace dos días; así que tuve que empezar de nuevo, reset absoluto, cosa que me ha encantado para seguir disfrutando del poema, me ha dado pie a nuevas ideas.
Después de la quinceaba lectura se me fue la olla Ignacio. Bien es cierto que ayudó mucho a ello un par de carajllos, con los que, muy temprano, empecé este hermoso sábado y tu comentario.
Me has llevado al límite de mi comprensión, pobre, lo cual es fantástico para las cuatro neuronas que me quedan: exultantes buscaban aparearse, desenfrenadas, desentrenadas; me desterraron, ingratas, al olvido. Ellas hacen el comentario.
No has llegado al surrealismo, te has conformado con su bella, y rotunda de formas, hermana la impronta onírica y entre sueños, empezó la polución; me empezaron a venir a la cabeza la relación de tus versos con otros poetas maravillosos, exponentes de la herramienta apuntada antes, la más lírica, que conste para que no haya confusiones: Lorca, Neruda, Paz, Blake, Borges, Huidobro entre otros.
Voy a explorar algunos paralelismos que me parecen fantásticos. Voy a relacionar, perdona la osadía, tus versos con algunos de ellos, aunque sea un comentario atípico, salgo de mi zona de confort.
Para mí es evidente el lenguaje onírico, con versos como:
"La luz blanca que nunca te enseña dimensiones",
"Bombillas que no se funden en bloques de hielo",
"El hombre que intenta vaciar el mar de estrellas".
El título ya empezó a derretir el hielo, como derrite el sol a la mantequilla y los caminos de hierro son apuntes existenciales, manchas en el suelo.
"Caminante, no hay camino, se hace camino al andar."
versus
"Raíles de mantequilla".
La idea que yo percibo común es el camino como metáfora de incertidumbre vital, donde el ser humano crea su destino al andar, desafiando conceptos rígidos y predeterminados del tiempo y la fragilidad es inconsistencia del destino. El símbolo del camino trasciende lo literal y plantea interrogantes existenciales sobre la libertad humana, el determinismo y la incertidumbre ante el futuro.
Dice Lorca:
"La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible".
Dices tú:
"Una mujer blande una espada,
corta los raíles de mantequilla".
Ambas imágenes representan la ruptura con la realidad y el tiempo lineal convencional. Me sugiere una rebelión frente al destino o futuro establecido, donde la percepción se rompe completamente. Se explora una realidad en crisis, cuestionando el sentido lineal de la existencia.
También me viene a la cabeza, de Lorca:
"Hay un muerto en el cementerio más lejano
que se queja tres años
porque tiene un paisaje seco en la rodilla."
"Has de saber que en el polo norte no hay cielo,
que en el sur tampoco hay suelo"
Ignacio
Compone Paz estos versos:
"No hay fin ni principio: todo es centro,
todo gira en torno a una pausa".
Y respondes:
"Has de saber que lo pretérito no ha concluido".
La idea es la misma, cuestionar la percepción tradicional del tiempo como algo lineal, raíles de mantequilla, sugiriendo una simultaneidad del pasado y el presente. Lo pasado continúa en el presente, negando la separación absoluta entre tiempos, cosa que está demostrando la física cuántica.
Blake nos exhorta a:
"Ver el mundo en un grano de arena
y el cielo en una flor silvestre,
sostener el infinito en la palma de la mano
y la eternidad en una hora."
También podría haber dicho:
"Una niña abraza árboles y perros,
otro niño abraza ríos y senderos;
se abrazan, abrazan, se abrazan con las nubes."
La comunión profunda del ser humano con la naturaleza como vía de trascendencia espiritual. Experimentar lo infinito en lo pequeño hasta fundirse simbólicamente con ellos. Estas imágenes me han generando resonancias profundas sobre la inocencia, la pureza deseada y la unión espiritual.
¿Cómo no traer al inefable Pessoa? No podría permitírmelo, perdonad ya la extensión. Estos versos de su heterónimo Álvaro de Campos:
"No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo."
Álvaro, dice Ignacio que:
"Has de saber que la luz blanca que te ilumina, nunca te enseña las dimensiones".
Me quedo sin palabras para deciros: Arregladme vosotros, que sabéis, la fragmentación de mi ser, la relatividad de mi conocimiento, y esa percepción subjetiva y efímera que tengo del mundo.
Pero por ahora ¡basta ya de deliros Armilo!, en otro, más.
Perdóname, estimado, una idea adicional. Se me olvidaba que como persona afilada por el partido nacional político de la curia, no puedo dejar de lado alguna referencia sacra, para que Paquito no se me enfade y no se le alteran más los "triglicerdos", está un poco enfermo.
Dicen que Agustín de Hipona se encontraba paseando a la orilla del mar meditando sobre el misterio de la Trinidad cuando vio a un niño llenando un hoyo en la arena con el agua del mar. Le preguntó por qué lo hacía, a lo que el niño respondió que
intentaba vaciar toda el agua del mar en el agujero. El santo dijo al niño que aquello era imposible, a lo que éste respondió que más imposible aún era comprender el misterio de la Santísima Trinidad". Tú dices:
"Un hombre llena cubos de agua,/quiere vaciar el mar de estrellas;".
En fin, mirad lo que podéis hacer, pensad y llenad, que yo me voy a empujar una botella de vino que esa sí llena científicamente, no sé si religiosa pero los curas lo utlizamos fervientemente.
La consistencia de todo el poema es notable. El ritmo, evidente, marcado por aliteraciones, figuras de pensamiento, resonancias emocionales, metáforas, imágenes sensoriales y un largo etcétera.
Magnífica la estructura dividida en tres bloques o unidades temáticas, cada uno iniciado con la frase recurrente "Has de saber que…":
En la primera, se cuestiona la linealidad y permanencia del tiempo, seguida de su correspondiente símbolo: mujer cortando los raíles.
En la segunda, se cuestiona la percepción de la realidad física, acompañada por la imagen simbólica del hombre intentando lo imposible (vaciar el mar de estrellas).
Y en la tercera, se desestabiliza la percepción espacial del mundo con imágenes que resaltan la unión afectiva entre los niños, nuestra parte ingenua y pura, y el entorno natural.
Cada unidad está construida sobre una afirmación inicial seguida por una escena simbólica que refuerza visualmente el cuestionamiento o reflexión planteada.
Es parte de lo que quería decirte. Ya no tengo más ganas de escribir, se me han pasado los efectos del carajillo, mañana más...carajillos.
Abur, que tengas buen día.
Un gran abrazo